7 de octubre de 2023

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LA ENCRUCIJADA ELECTORAL: ¿ALAN GARCIA O OLLANTA HUMALA ?.

Por: Luis Arce Borja.

22 de mayo de 2006

En apariencia el pueblo peruano no tienen otra alternativa que votar o por Alan García Pérez o por Ollanta Humala. Triste y calamitosa realidad. En estas alternativas es como si a una persona se le daría a escoger entre infectarse con el virus del Sida o morir con el mortal virus de la gripe aviaria. García y Humala tienen mucho en común. Los dos tienen serias acusaciones por crímenes de guerra. Uno como presidente y otro como oficial de una tropa asesina que durante 20 años cometió miles de brutales matanzas y genocidios. Los dos son mentirosos y farsantes, no tienen ningún escrúpulo para presentarse cínicamente como honrados y humildes. Los dos tienen en sus listas electorales tremendos sátrapas e individuos prontuariados por la justicia común. Los dos sienten atracción por la personalidad de Víctor Raúl Haya de la Torre, un pro imperialista hasta los huesos, y fundador del reaccionario partido aprista. García es un ferviente defensor de los intereses de los grupos de poder locales y del imperialismo. Ollanta Humala, a pesar que se encubre en un discurso antiimperialista y reformador, ha declarado una y muchas veces, que si llega al gobierno se respetará la propiedad privada y que con los americanos habrá relaciones cordiales y provechosas. ¡Provecho hay que decir por anticipado!.

Pero García Pérez y Ollanta Humala, no solo se parecen sino que ellos son candidatos de lo más podrido de la sociedad peruana. Que discutan y se insulten entre ellos es parte del circo electoral o y de la estafa que se prepara contra los ciudadanos peruanos. García se declara democrático y respetuoso del estado de derecho y de la justicia social. Por su parte Humala se dice nacionalista, populista y por que no antiimperialista, pero sin embargo en su lista y hombres de confianza aparecen mafiosos que antes participaron en el gobierno fujimorista que como se conoce estaba controlado por la CIA americana y su política era favorecer al imperialismo yanqui. No es la primera vez que un candidato electoral se presenta como la pomada milagrosa para salvar de todos su males al país. Para no ir muy lejos, el mismo García Pérez en su campaña electoral de 1985 ofreció crear millones de puestos de trabajo, luchar contra la corrupción, construir viviendas, bajar el coto de vida, subir los salarios, recortar las ganancias de las transnacionales y no pagar la deuda externa. Hizo todo lo contrario y el hambre, la miseria, la desocupación crecieron en más del 100% y si antes de 1985 había 5 millones de pobres durante su gobierno creció a más de 10 millones. La corrupción y el robo en las instancias del Estado crecieron gigantescamente. García se dijo democrático, pero sin embargo lleno las cárceles de ciudadanos peruanos y los grupos paramilitares recibieron carta blanca para secuestrar y asesinar opositores políticos. De la misma forma Ollanta Humala, ahora se dice justiciero y respetuoso de los derechos humanos, pero sin embargo en la década del 90 fue uno de los militares que mediante la represión, el secuestro y la ejecución clandestina, defendió un gobierno y un Estado dirigido por uno de los presidentes más mafiosos y antidemocrático de la historia peruana.

Qué hacer frente a esta situación?. El pueblo no tiene otra alternativa que NO PARTICIPAR EN ESTE FRAUDE ELECTORAL. No votar es la única consiga valida para un pueblo digno que durante decenios lucha contra el Estado reaccionario del Perú. Ir a las elecciones y votar por cualquiera de estos dos candidatos es una vil y vergonzosa forma de avalar este fraude montado desde el Estado, cuyo propósito es crear una cortina de humo de una sociedad corrupta, decadente que se cae a pedazos. El pueblo no puede cometer los mismos errores que cometió cuando, por manipulación directa de la izquierda caviar y de los medios de comunicación sostenidos por el gobierno, voto por Alan García Pérez en 1985, o en 1990 por Alberto Fujimori y después en el 2001 por Alejandro Toledo. En esa oportunidad, así como ahora, fueron los grupos de esa izquierda rastrera que manipularon para que las masas se pongan a la cola de estos candidatos de la burguesía, de los terratenientes y del imperialismo.

¿Se acuerdan cuando esta izquierda llamó a votar en 1985 por García Pérez?. ¿Se acuerdan como lo presentaron?. García fue encumbrado en el pedestal de los hombres honrados, democráticos y puros del medio político peruano. Lo mostraron como la encarnación de la justicia y la democracia. Tiene una misión histórica que cumplir dijeron sin ruborizarse. ¿Se acuerdan que dijo esta izquierda cuando en 1990 llamó a votar por Alberto Fujimori?. Los halagos llovieron por toneladas, y entre las sandeces que dijeron, fue aquella que ubicaba a Fujimori como el “representante de la burguesía nacional, y que con la elección de éste la “derecha había sido duramente golpeada. Se subieron al carro electoral y por ello recibieron ministerios y algunos puestos en el Estado. ¿Se acuerdan lo que dijo esta izquierda cuando en el 2001 llamó a sostener la campaña electoral de Alejandro Toledo?. El actual presidente, fruto de los votos de esa vergonzosa izquierda fue presentado como el prohombre de la democracia peruana, y que incluso tenía poder para hablar con los dioses incas. Así Toledo, y su mujer (le dicen primera dama y tiene varios juicios en el poder judicial acusada de corrupción), desde lo alto del Machu Picchu, en medio de los aplausos de la izquierda caviar, se daba el lujo de hablar con los dioses de los incas que según la propaganda le habían ofrecido reinar en Perú.

Ahora nuevamente, las sobras de esa izquierda (lo que quedan son pequeños y ridículos retazos que conjunto no logró ni el uno por ciento en las elecciones de abril) ya comenzó ha hacer contorciones para sostener, para subirse al carro electoral de uno de los candidatos a la presidencia. Esta izquierda, disgregada y despreciada por las masas a la que traicionaron en decenas de ocasiones, a diferencia de años anteriores, ahora ya no pueden ofrecer sus votos (no tienen nada) y solo sirven como vulgares propagandistas callejeros del candidato de turno. La mayoría de los dirigentes de la izquierda caviar son personajes en la jubilación y no tienen ninguna representación ni sindical ni política. Están fuera del circuito productivo intelectual o material, y tienen pocas posibilidades que los tomen en serio. A lo único que atinan es hacer de barristas de cualquier hincha de fútbol de barrio. De sus butacas miran con ojos ávidos al candidato Humala. Para este fin, han desempolvado sus viejos cuentos y hablan del mal menor y del voto táctico. Entre Humala y Alan García, dicen el primero es la alternativa.

Aquí las masas tienen que ser contundentes, y desde ahora no queda otro camino que la dignidad. No votar y rechazar por igual tanto a García como a Humana y no dejarse engañar por ningún canto de sirena (de pillos). El futuro está ahí al frente, y no hay que volver a cometer los errores del pasado que tanto drama y dolor ha causado al pueblo peruano.

Bruselas, 22 de mayo 2006.