7 de octubre de 2023

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Perú: Carta de Adolfo Olaechea a Hildebrant

LA SANTA INQUISICION Y LOS «PERIODISTAS» PERUANOS

27 de julio de 2005

Que Adolfo Olaechea, sindicado por la “prestigiosa” prensa peruana, como “embajador de Sendero Luminoso”, no esté en prisión le saca ronchas a los “periodistas” del Perú de Alan García, Alberto Fujimori y Alejandro Toledo. En efecto, el 29 de octubre de 2004, la Sala Penal Nacional (SS. Sánchez Espinoza; Rivera Schreiber; Amaya Saldarriaga) declaró procedente la solicitud de variación del mandato de detención dictado contra Olaechea y dispuso en su lugar la medida de comparecencia sujeta a las siguientes restricciones: a) no variar de domicilio; b) concurrir los viernes a la Sala; c) concurrir a cuanta citación judicial se le haga; d) caución económica de diez mil nuevos soles; y e) impedimento de salida del país. Como se recuerda en noviembre del 2003, en una acción ilegal la policía española en combinación con el gobierno peruano, Olaechea fue extraditado a Lima. Había sido arrestado en Almería. En este segundo caso Olaechea se hallaba imputado, sin pruebas, de apología del delito, financiación, pertenencia a la organización senderista. La Audiencia Nacional española decidió ampliar la extradición sosteniendo que no estaba obligada a analizar la falta de pruebas.

Así, la libertad de Olaechea no es aceptada por la prensa peruana, que como se conoce durante años se ha constituido en los aliados más próximos de policías y jueces corruptos del país. Esta prensa, como señala en un informe la Universidad de Lima es despreciada por la población (de cada 10 peruanos casi 9 no creen ni en la prensa ni los periodistas), cada que puede lanza una campaña para “presionar” a los jueces bajo el propósito de enviar a prisión al supuesto “embajador de Sendero”. La actitud del periodismo peruano frente a Olaechea, vergonzosa por supuesto, muestra de cuerpo entero como se teje en Perú, las falsas acusaciones, las injusticias, las violaciones de las leyes, y los encarcelamientos injustos.

Sobre este problema ha llegado a nuestra redacción una carta enviada por Adolfo Olaechea al periodista Cesar Hildebrandt. Este conocido hombre de prensa, lastimosamente no ha podido escapar de la atracción de la sociedad lumpenizada del Perú, cuyos efectos se pueden ver en la perdida de la moral y la ética en el medio periodístico e intelectual.

Sr Cesar Hildebrandt:
Programa Hoy con Hildebrandt
Canal 2 Frecuencia Latina

Lima 11 de Febrero 2005

Estimado Sr. Hildebrandt:

Independientemente de las opiniones vertidas ayer en su programa con un reportaje de la Srta Ana Trelles sobre mi persona y sobre Justice International, organización de la que sigo siendo el Secretario General, quiero solo señalar que se informa falsamente a la opinión publica cuando se afirma que me encuentro actualmente detenido. Yo estoy y continuo estando en libertad desde el DIA 5 de Noviembre del 2003, noche en la que fui directamente del penal de
Castro Castro a su programa para enfrentar su famoso tribunal "moral", ocasión en la que UD., a falta de argumentos y modales, tan públicamente perdió los papeles, como bien recuerdan los televidentes.

La posterior ampliación de la extradición concedida por España, también fracaso en variar esta condición, por la simple y sencilla razón de que, como ya lo había sentenciado la democracia inglesa una década antes, estas acusaciones constituyen una persecución política y además carecen y siguen careciendo del más mínimo elemento probatorio de los delitos que se imputan. La sala anti terrorista peruana, a diferencia de la "Inquisión Española" que funge de Audiencia Nacional en Madrid, compartió ampliamente este criterio porque corresponde a los hechos y no a las fantasías alaraquientas del Fujimorismo intelectual que UD., en mi caso, parece suscribir a cabalidad. Posteriormente, tanto la propia Sala como la Corte Suprema desestimaron los inevitables recursos de queja contra esta decisión interpuestos por la Procuraduría Toledista.

Entiendo su pesar y el del gobierno peruano, los jueces y el propio gobierno español y los demás aliados en la torva y falsaria "guerra al terrorismo" de George Bush, pero es el caso de que, de acuerdo a los principios democráticos, en ninguna parte se delinque, al menos en teoría, por razón de las ideas ni por la expresión de las mismas, idea democrática que a UD., parece alterarle la bilis en su calidad de pontífice máximo de la moralidad publica en el curioso paradigma de entereza cívica que es hoy el Perú de Alejandro Toledo y Fernando Olivera.

Para información de sus reporteros, y evidentemente de UD. mismo, que dirige y se responsabiliza de lo vertido en su programa, le incluyo debajo copia del comunicado emitido por el estudio del Dr. Valle Riestra con motivo de esta segunda gran victoria jurídica nuestra sobre la conspiración de Fernando Olivera y sus secuaces hispanos, hecho que determina la realidad de que me encuentre en libertad y no detenido, ni tampoco bajo detención domiciliaria ni nada por el estilo.

Comprendo que los mas bajos instintos carcelarios y represivos de este personaje del régimen gubernamental, así como los suyos propios, hubiesen deseado lo contrario, pero los hechos son los hechos y ningún "papado moral" puede cambiarlos.

Atentamente

Adolfo Olaechea
Justo Vigil 444
Magdalena
Lima 17
Peru