7 de octubre de 2023

INICIO > LATINOAMERICA > Perú

PERU: NARCOS CANDIDATOS Y LA FUGA DE LA ESPOSA DE HUMALA

Escribe Revista Velaverde.

26 de mayo de 2016

El país está dividido, hay acusaciones que rozan a los candidatos, mientras la violencia homicida avanza en el país. Pero hay voces que aseguran que la señora Nadine Heredia ya tiene listo su plan de fuga. La coyuntura política cambia a la velocidad de un clic.

En el país de las sorpresas el es­cenario político es claroscuro. ¿Algún actor o actriz dirá que puede arrojar la primera pie­dra? Preocupa el país polarizado, las acusaciones que rozan a Keiko Fujimori, las interrogantes que despier­ta un eventual gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, y la denuncia del legislador Omar Chehade sobre la posible fuga de Nadine Heredia y su esposo ante las muchas acusaciones en su contra.

La pregunta que se hacen todos es: ¿podrá revertir Fuerza Popular el golpe del caso Joaquín Ramírez? Porque, val­gan verdades, es un tema de muchas aristas políticas, electorales y de gran resonancia mediática. Pero, también, la mejor oportunidad que han encontra­do quienes buscan erosionar la candi­datura de Keiko Fujimori. En fin, parece que a poquísimos días del desempate nada está dicho porque nadie sabe lo que se viene y la coyuntura cambia a la velocidad de un clic.

Hasta horas antes de que se propa­lara el informe sobre la DEA y la pre­sunta investigación a Ramírez por el supuesto caso de lavado de activos, la opinión pública y los analistas creían que se había roto el empate técnico en las encuestas a favor de la aspirante naranja, pero, ya ven, todo cambió.

El fujimorismo ha sentido el golpe por eso cambia su estrategia, ajusta su maquinaria y marcha contrarreloj. En estos días de debates y de los últimos discursos de campaña, los asesores de imagen apuestan por una Keiko más decidida, firme y práctica a la hora de exponer sus propuestas de gobierno, especialmente en el tema de seguri­dad ciudadana y economía. Bien se dice que el candidato que logre sinto­nizarse con la población que exige en­frentar la violencia, ya tiene un pie en Palacio de Gobierno.

UN EJE DE LAS PROPUESTAS

El sentir de los votantes es que ninguno de los dos aspirantes ha concretado cómo va a enfrentar la violencia criminal, porque el debate técnico que se desarrolló en el Cusco –el domingo 15 de este mes- fue genérico, teórico y sería mucho decir que académico. Ni el general Marco Miyashiro ni su adversario Gino Costa fueron capaces de concretar lo que la población exige en una sola frase “cómo lo harán, ya”

Dos días antes del debate en Piura, Keiko Fujimori, que acusa el golpe de las denuncias, enfiló sus baterías contra el Ejecutivo y Nadine Heredia: “Sabemos que el combomix electorero que apoya a mi contrincante está liderado por este Gobierno y ha pasado a modo de desesperación porque la señora Heredia está a punto de ser procesada”, para en seguida agregar que “quieren po­ner a Fuerza Popular la etiqueta de ´narcodemocracia´” y que esta acu­sación no tiene ningún sustento.

Visiblemente indignada, agregó desde la sede partidaria, en La Molina, que el único que ha firmado de puño y letra con el señor Nelson Palomino (conocido dirigente cocalero en el Vraem) comprometiéndose a firmar normas contra el narcotráfico es el señor Kuc­zynski”, agregó.

La candidata se refería a la llamada “acta de acuerdo y compromiso para el desarrollo del agro”, la cual plantea derogar el Decreto Legislativo 1241, que establece pautas para la lucha contra el narcotráfico. En su descargo, Kuczynski aseguró que solo firmó el documento para dejar constancia de haberlo recibido. Bueno, las promesas y la necesidad de votos siempre corren en líneas paralelas.

Joaquín Ramírez dio un paso al costado, obligando a Fuerza Popular a modificar su estrategia electoral

TODOS CONTRA TODOS

Fujimori también desvirtuó la indagación preliminar del fiscal Germán Juárez contra ella y su esposo Mark Vito Villanella sobre el presunto lava­do de activos, acusación que –dijo-está basada en denuncias periodísti­cas y que tiene la seguridad de que será desestimada.

Pero la guerra entre los candidatos hace mucho que está declarada. En forma reiterada Kuczynski ha hecho alusión a los cuestionamientos contra el secretario general de Fuerza Popu­lar, Joaquín Ramírez, por las supuestas indagaciones en su contra por lavado de activos y sus supuestos vínculos con el narcotráfico.

El aspirante por PPK lanzó la sema­na pasada otro misil cuando dijo que “tenemos que terminar con la corrup­ción y el narcotráfico en la política. No podemos tener un gobierno que esté metido con los narcos y la corrupción. El gobierno debe estar limpiecito”. In­dudablemente que la destinataria era su adversaria.

Aunque sin mucha convicción, Kuc­zynski intenta capitalizar el sentir de los peruanos al poner como eje de sus discursos el tema de la inseguridad, anunciando que se acumularán las pe­nas carcelarias para los que matan y violan y contra los marcas que no de­jan de asesinar.

En este panorama de fuego cru­zado la parlamentaria electa por PPK, Mercedes Aráoz, sorpresivamente pidió perdón por el caso del “bagua­zo”, un luctuoso suceso que ocurrió en 2009 cuando ella era ministra de Co­mercio Exterior y Turismo, y que dejó 30 muertos y más de 200 heridos. Sin embargo, ella dijo sentirse inocente de esos sucesos. Algunos señalan que tardíamente admitió la parte de su res­ponsabilidad en este caso.

PAREJA EN FUGA

Las últimas opiniones del legislador Omar Chehade son más que preocupantes, porque dice tener la certeza que la presidenta del Partido Nacionalista, Nadine Heredia, tiene pensado fugar del país y ante lo cual debe dictarse una medida cautelar para evitar su huida.

“Hace mucho que lo hemos dicho. Por mucho menos hay perso­nas que están detenidas. Creo que lo menos que se debería hacer es interponer una medida cautelar de impedimento de salida del país para Heredia. Esta medida debe dictarse porque ella tiene recursos económi­cos y contactos a nivel internacional, que ha logrado en los últimos cinco años como primera dama y esposa de un Primer Mandatario”.

Cuidado que Chehade sabe de lo que habla porque fue vicepresidente de la República, cercano a la pareja presidencial y, por lo tanto, cercano a los vericuetos del poder. Su objetivo –refiere- es que “no se perturbe la ac­tividad probatoria y no se eluda la ac­ción de la justicia”.

El caso de la pareja cogobernante debe preocupar al Parlamento y a la justicia, porque a las declaraciones de Chehade se suman las de Daniel Abugattás, también cercano e influ­yente en la alta cúpula partidaria, que se ha pronunciado en el mismo senti­do y vaticina que Humala y su esposa se la pasarán compareciendo ante las cortes judiciales durante los próxi­mos años.

“La señora (Heredia) tiene como 14 investigaciones abiertas en la Fiscalía, al presidente, en teoría, no de­biera de salpicarle, pero creo que varios de sus ministros están dejan­do situaciones para investigaciones absolutamente evidentes”, ha dicho Abugattás.

No son pocos los que hablan de esa posibilidad. Hace poco el con­gresista Mauricio Mulder reveló estar convencido de que “la pareja pre­para un plan de fuga, por las graves imputaciones que se formalizarían contra ellos”, ante lo cual consideró pertinente una medida de arraigo, como el impedimento de salida del territorio nacional.
violencia

La violencia de todo tipo se abate sobre el país. Los candidatos que propongan medidas efectivas para controlarla contarán con el respaldo en las urnas, dicen los analistas políticos.

LLAMADO AL ENTENDIMIENTO

Por otro lado, ¿por qué no prestar oídos a ese llamado que hace el expresidente Alan García para que los dos candidatos busquen “un acuerdo por el Perú”. Contra el exjefe del Estado se pueden decir muchas cosas y acusarlo de otras tantas, pero desde aquí creemos que sus palabras deben ser escu­chadas. Es un pedido sensato y hasta casi –digamos- natural en esta coyuntura en la que debe impedirse todo sectarismo y oposición por oposición.

García señaló “en vez de destruirse mutuamente en los próximos 20 días, por favor por qué no se reúnen (Fujimori y Kuczynski) en una mues­tra de madurez y responsabilidad democrática”, exhortó.

Pero seguirán matando a más peruanos porque la violencia des­atada por las bandas criminales se ha desbordado en todo el país, y la inacción del Ejecutivo es más que preocupante. En el tramo final de su gestión, el presidente Ollan­ta Humala confirma lo que siempre se dijo de él: que es un improvisado y que llegó al cargo por esas cosas que tiene el azar y por la irrespon­sabilidad de unos “garantes”. Y el ministro del Interior continuará ha­ciendo diagnósticos sobre este fe­nómeno que exige medidas concre­tas y rápidas.

El comandante Humala debe en­tender que todavía le quedan poco más de dos meses para concluir su mandato y que no debe tirar la toalla frente a este fenómeno que es la preocupación principal de los peruanos. Como se dice, la próxima víctima de los asesinos puede ser cualquiera de nosotros, solo bas­ta con estar en el momento y lugar equivocados. (HG)