7 de octubre de 2023

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Adónde va Bolivia.

¿ARDERÁ LA BOLIVIA DE EVO MORALES?.

Por: Sebastian Robles.

9 de septiembre de 2006

La respuesta a esta pregunta es: sin duda alguna, y las llamas se verán desde el Río Grande a Tierra del Fuego. La cuestión fundamental, sin embargo, es ¿qué consumirán las llamas? ¿A la oligarquía y el imperialismo? ¿Las ilusiones pequeño burguesas de una sociedad ‘democrática’ basada en los pequeños comerciantes y productores agrícolas? ¿O a todas ellas?
Por más que uno quiera tener ilusiones y sueños, la política se ha demostrado la esfera en donde la fe sin los recursos materiales, solo ha provocado desastres para los trabajadores. Los socialdemócratas frente a la Republica de Weimar, Salvador Allende en Chile o Lula en Brasil vienen rápidamente a la mente. Las llamas devoraran al imperialismo y la oligarquía si hay quien prenda la antorcha. Evo Morales ha dicho que el no es el hombre para esa tarea. Hay que creerle.

La triple opresión de Bolivia

Los gobiernos representan los intereses de la clase de aquellos que gobiernan y a quienes representan. No pueden sustraerse al tipo de régimen político impuesto, es decir las instituciones, leyes y estructuras sociales dominantes. Los gobiernos son solo administradores de ese régimen al servicio del sistema y régimen político que predominen.

En el caso de Bolivia, el gobierno de Evo Morales es un gobierno pequeño burgués - formado por técnicos y activistas de ONGs, pero también por varios millonarios y servidores de derecha de gobiernos anteriores, que administra un régimen burgués en donde las fuerzas armadas, la burguesía (especialmente la sojera, la ligada a los hidrocarburos y en mucho menor grado la minera y, muy especialmente, el capital financiero extranjero) controlan todo absolutamente.

Bolivia, rica en recursos de hidrocarburos, especialmente el gas y de exportaciones sojeras es prisionera de la burguesía brasileña - la mayor compradora de gas, la de mayores inversiones y propietaria de yacimientos de hidrocarburos y la cual administra todas las exportaciones de soja de Bolivia a través de Manaos.

Del otro extremo, los Estados Unidos dominan el capital financiero que no esta en manos brasileñas, ejerce un control casi absoluto sobre sus fuerzas armadas y policiales y tiene un desprecio casi absoluto hacia el país andino. El país se halla privatizado y fue rematado a las multinacionales en acuerdo con la burguesía blanca - en contraposición al 80% de la población indígena del país - que hasta tiene aspiraciones racistas y separatistas más de acuerdo con el Siglo XIX que con el XXI.

Es decir, Bolivia esta bajo el peso de tres cadenas, una triple opresión del país por parte de los EE.UU., Brasil y la de la oligarquía y burguesía nacionales ligadas a los dos primeros.

Evo Morales ¿acosado por la clase obrera y el movimiento de masas?

Frente a estas fuerzas poderosísimas se hallan una clase obrera con una tradición de lucha entre las mejores del mundo pero desarticulada y reconvertida en sucesivos cambios del eje de la economía boliviana: de la minería de estaño y cobre a los hidrocarburos, de la explotación agrícola tradicional a la exportación de soja, dejando en el camino a cientos de miles de campesinos marginalizados en la cosecha de coca, perseguidos por la DEA y las políticas de los gobiernos títeres de la Embajada yanki, y un 20% de la población forzada a irse de su país y vivir discriminados, en sistemas de peonaje en países limítrofes.

Los trabajadores del Lloyd Boliviano de Aviación (la compañía bandera del país) están reclamando con su movilización que se nacionalice la compañía y se meta presos a quienes la vaciaron. El gobierno de Morales se lava las manos.

Los maestros y los trabajadores de salud han salido a luchar y junto a otros gremios están enfurecidos porque el Morales de la campana electoral prometió $130 dólares de aumento salarial, y el Morales gobernante otorgó sólo $7 dólares.

La Central Obrera Boliviana (COB), sectores estudiantiles y asambleas populares de algunos distritos del país han anunciado una movilización nacional con bloqueos para el 21 de abril. Afirman que sus propuestas al ser elegido Morales “fueron ignoradas”.

Morales, mientras tanto, ha determinado que se deben cobrar $2.5 millones de dólares en impuestos a los transportistas ínter departamentales provocando un conflicto de proporciones. El sindicato de chóferes también salio a la palestra pública denunciando que no solo les quieren cobrar los nuevos impuestos, sino que Morales renegó de una promesa pre-electoral de otorgarle al sector cuatro diputados. ¿Huele como a compra de voluntades, verdad?

Esta política de Morales por un lado resalta que esta mas dispuesto a ponerles coto a los pequeños y medianos propietarios del transporte, que a las grandes multinacionales, pero más grave aun, amenaza con enviar destacamentos de la clase media hacia la reacción o - lo que seria más favorable si se produjera - hacia la oposición obrera al gobierno.

Los trabajadores no están solos. Pronto los campesinos reclamaran mas que tierras semi-desérticas para trabajar, los cocaleros que se derrumben los vestigios de las políticas de gobiernos anteriores y los indígenas para que se haga algo mas por su efectiva integración al poder, mas allá de las ceremonias religiosas simbólicas.

Un gobierno que no es chicha ni limonada

Evo Morales ha dicho hace pocos días que el suyo es un “gobierno de campesinos”, es decir de la clase media, de pequeños productores reales o deseosos de serlo. No dijo que quiere ser un gobierno de la burguesía ni los terratenientes ni de los trabajadores y el pueblo. El se ubica entre los campos contendientes de las sociedades de esta epoca y adopta una posición de clase del Siglo XV.

En una reciente entrevista con el diario Página 12, que reproducimos como parte de este informe especial sobre Bolivia, el Vice-Presidente y principal ideólogo del Evismo, Alvaro García Linera, define a Evo Morales y su gobierno, de la siguiente forma:

“El “evismo” plantea una ruptura con respecto a anteriores estrategias de lucha por el poder, es un proyecto de autorrepresentación de los movimientos sociales, de la sociedad plebeya. Es un nuevo horizonte que no nace de la teoría sino que se va implementando en la práctica y puede aportar una interesante veta de análisis a las corrientes neomarxistas (...)”

Y yendo mas allá, definió la propuesta central del “Evismo”, el llamado ‘capitalismo andino’:

“(...)“Son los pequeños productores los que se han rebelado: campesinos, cocaleros, artesanos, microempresarios, cooperativistas mineros. Y no va a haber revolución socialista en una nación de pequeños productores. El “evismo” visualiza estas múltiples modernidades, el pequeño campesino del Altiplano no va a ser un farmer, pero puede tener tractores o Internet. Siempre lo moderno subsumía lo tradicional, ahora pensamos en una articulación diferente y no subordinada entre estas dos plataformas que van a perdurar en los próximos 50 o 100 años. No estamos pensando en el socialismo para el futuro próximo sino en una profunda revolución democrática descolonizadora.”

Es decir, ni en uno ni en otro de los polos de la contradicción fundamental de la sociedad, burguesía-imperialismo por un lado y trabajadores-movimiento popular por el otro, sino la adopción de la idea utópica que la clase media, que nació para ser sacudida de un lado para otro - revolucionariamente por los trabajadores, reaccionariamente por la burguesía - pudiese tener una política propia. Alguien debería recordarle a Linares que la lucha fundamental de Bolivia, hoy, no es contra los señores feudales, que aunque se perpetúen en su súper-explotación del indígena y el campesinado, son hoy piezas funcionales, y mas que eso parte indisoluble de las economías capitalista e imperialista modernas.

Señor Linera, sus aportes y los de Evo no son “una veta de análisis” para las corrientes “neo-marxistas” ni para las clásicas, solo para pensadores de clase media. “

Evo Morales, de boca de Linera, armonizaría este gobierno de clase media, “de campesinos”, como dijera el propio Evo con una propuesta central de sistema capitalista andino. Es decir, un sistema basado en la pequeña propiedad, capaz de independizarse de las leyes del mercado dictadas por la burguesía y el imperialismo y capaz de solventarse - tal vez hasta independizarse - de las reglas de la división internacional de las tareas, mercados y valores impuestos por el capitalismo global.

Dejemos de lado otras ridiculeces como que la clase obrera, según Linera, y el propio Evo, no jugó ningún rol en los últimos cinco anos de movilizaciones, grandes luchas, bloqueos e insurrecciones.

Junto al campesinado y los indígenas y la juventud, sin la clase obrera, nada se habría hecho en Bolivia desde la frustrada revolución de 1952.

Como es predecible, con esta política de “tercer riel histórico”, en el que la pequeño burguesía esta supuestamente dotada de la homogeneidad, intereses de clase y política revolucionaria como para arrastrar tras de sí al resto de la sociedad hacia un utópico desarrollo aislado del mundo y basado en la pequeña propiedad, Evo se dispone a dejar que las llamas consuman su país.

Seria bueno informarle a Linera - y al propio Evo — que la revolución socialista tiene, en países atrasados económicamente y con proletariados pequeños, la tarea fundamental de desarrollar las fuerzas productivas y, por tanto, la de desarrollar la clase obrera misma.

Linera, en su ignorancia, puede pretender que sus teorías son originales, pero no hace sino adoptar la misma posición que los “social-revolucionarios” que planteaban la revolución campesina en Rusia de 1917 o las de los teóricos de clase media mexicanos que la plantearon para la revolución Mexicana de 1910 o los Maoístas de los 60s para todos los países con mayoría de población campesina.

Si quisiéramos ser polémicos, diríamos que Linera, Mao, Pol Pot y Sendero Luminoso del Perú acuerdan teóricamente en este punto.

Todos ellos fueron derrotados por la evidencia de la historia y el materialismo histórico: en la sociedad burguesa, y en la actual del capitalismo global, solo existe la posibilidad de superarlos a través del gobierno de los trabajadores, en alianza con los campesinos, indígenas y jóvenes y con la revolución socialista, no la de los tenderos y pequeños agricultores. Tal cual lo planteaban los obreros y campesinos revolucionarios bolivianos de 1952.

Las ilusiones no han hecho nunca revoluciones

La izquierda y activistas del mundo, fundamentalmente de Latinoamérica, podrán tener las ilusiones que quieran y adjudicarle al nuevo gobierno de Evo Morales las cualidades y objetivos que les marquen sus deseos.

Sin embargo, Evo Morales preside un gobierno sin política propia - la clase media o pequeño burguesía plebeya y el campesinado de los que provienen él, muchos de sus ministros y su partido - no tienen históricamente una política propia y oscilan entre la política de la burguesía - y el imperialismo y Brasil como inversor y comprador fundamental - por un lado, y la de la clase obrera y las masas por el otro.

La política de una clase como la pequeño burguesía entonces, que no tiene una política propia, se caracteriza personificada por Evo Morales, por los zigzags, las contradicciones insolubles y entre el discurso radical y la aplicación de políticas capitalistas.

Los primeros indicios de esto están a la vista. Evo Morales ha dicho repetidamente que esta por las nacionalización de los recursos naturales. También ha dicho que respetara a las compañías transnacionales, ha hecho acuerdos para la permanencia de Petrobrás y Repsol-YPF (y otras.) ¡Menuda nacionalización! Cuando lo que se necesitaría es la expropiación bajo control obrero de los hidrocarburos, Evo Morales se inclina a la coparticipación, la economía mixta (de tipo imperialista y el estado boliviano) y la renegociación de los precios del gas con Argentina y Brasil a niveles aun muy inferiores al precio internacional, pero respetando las ganancias de las compañías extranjeras radicadas en Bolivia.

A la legalización del cultivo de la coca ahora le ha agregado un ofrecimiento a los Estados Unidos de ser socios en el combate contra el narcotráfico - es decir, la continuación de una política represiva y la marginalización del campesinado coquero. En lugar de la expropiación y reparto entre los campesinos pobres de las tierras más fértiles - sobretodo del sur del país - se mantendrá el status quo de los indígenas a cargo de las peores tierras, sin o con poco acceso a los cultivos alternativos y la explotación industrial de sus terruños.

Veamos que significa en la practica una de las ultimas afirmaciones de Morales en el sentido que fue “un error estar contra la oligarquía” en el pasado. Evo ha prometido a la poderosa burguesía Santacruceña - que amenazo incluso con la separación de sus territorios de Bolivia - un grado - se estima alto - de autonomía y no-injerencia del gobierno central y la continuidad de la explotación sojera, casi un tercio de las exportaciones del país, en manos de la oligarquía. La autonomía, en cualquier grado, nada tiene de progresivo en el caso de Santa Cruz, ya que significaría una decisión de mantener la supremacía de la burguesía y la oligarquía sureña sobre los recursos agrícolas e industriales más importantes del país.

Evo Morales quedaría así acotado a la socialización de la miseria en las regiones más pobres del país y a las negociaciones como intermediario de la explotación imperialista y del Brasil de sus recursos naturales. Esto llevo a Shannon, el nuevo oficial a cargo de Latinoamérica de la administración Bush a cambiar el tono violento de la Casa Blanca de hace unos meses y decir del triunfo de Evo Morales que “los gobiernos populistas no necesariamente son malas noticias”.

Un vistazo al gabinete elegido por Evo Morales, confirma el nuevo “entusiasmo” de sectores del imperialismo Iñaki (otros no hay ni forma de convencerlos que alguien a la izquierda del General Mesa sea una opción para nada.)

El nuevo ministro de Minería es Walter Villarroel, ex militante de la derechista UCS, acusado de promover la destrucción de la estatal Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y de privatizar uno de los yacimientos más grandes de hierro del mundo.

El ministro de Defensa Nacional, Walker San Miguel Rodríguez es un abogado que funge como director secretario del directorio del Lloyd Aéreo Boliviano. Contra el y aquellos de su calaña es que se movilizan los trabajadores que buscan la nacionalización de la empresa.

El ministro de Relaciones Exteriores y Culto, David Choquehuanca, ha sido un estrecho colaborador del ex presidente neoliberal Jaime Paz Zamora y presidente del programa NINA del CCFD (Comité Catholique contre la Faim et pour le Développement), ligado a la Jerarquía Católica.

El ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, alto cargo del Banco Central de Bolivia, conocido por su apego a los organismos internacionales y a la burocracia financiera neoliberal.

Las demandas obrero-populares

La Federación Minera ha rechazado enérgicamente el nombramiento del Ministro de minería. Al mismo tiempo, el movimiento obrero, organizado en la COB (Central Obrera Boliviana) y varias federaciones sindicales, han presentado un plan económico y una serie de demandas sobre salarios, condiciones de trabajo y controles de la economía a favor de los trabajadores y que el gobierno, de hecho, ha rechazado, motivando la puesta en estado de alerta de la central obrera.”

Las demandas razonables de los trabajadores solo pueden garantizarse a través del control obrero de la producción y la distribución de bienes; la expropiación y reparto de las tierras más fértiles del país entre los campesinos pobres y la tecnificación del agro son la única posibilidad de la emergencia del campesinado indígena del pauperrismo y la marginación; solo la expropiación y estatización del gas, otros hidrocarburos y la minería bajo control de los trabajadores podrá garantizar que los Bolivianos, todos ellos, tengan acceso al gas, la electricidad, la educación, la salud y viviendas dignas.

La burguesía reaccionaria boliviana y el imperialismo recurrirán a las cortes de justicia, las fuerzas armadas, la iglesia y la presión del capital financiero Brasileño y el que proviene de EEUU y Europa - es decir las partes componentes y los puntos de apoyo económicos fundamentales del régimen político sobre el que gobernara Evo Morales - para acotar al máximo los márgenes de maniobra del populismo retórico de Morales y el MAS.

Junto a la expropiación de los recursos naturales y las tierras, el control obrero y campesino de la economía, la expulsión del imperialismo y el garantizar la educación, la salud y la vivienda - así como el trabajo - para todos los bolivianos requerirá completar la revolución obrera que se inicio en 1953.

Los activistas de izquierda y del experimentado movimiento obrero y popular Boliviano, así como los dirigentes indígenas y campesinos que aspiren a seguir oponiéndose, contra Morales, a la oligarquía, no deben buscar entre los Ministros y seguidores de Morales la realización de estas tareas pendientes de la revolución boliviana, sino utilizar las luchas que se avecinan para construir una herramienta independiente, obrera y socialista, un partido que no dude ni zigzaguee como la pequeño burguesía hoy en el poder y que se gane a esta, ya las masas campesinas e indígenas para la revolución socialista, no una democratización de tenderos.