7 de octubre de 2023

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Bolivia: Recomposición de fuerzas reaccionarias en nuevas elecciones

Por Análisis y Opinión

20 de marzo de 2021

Estamos a puertas de nuevas elecciones para gobernadores y alcaldes en Bolivia y como siempre hemos planteado no esperamos absolutamente nada nuevo de las mismas porque éstas no van a transformar en gran cosa, ya ni qué decir de cosas fundamentales, la situación del pueblo pobre, explotado y profundo que es la mayoría de la población.

No hay vela en este entierro para los sectores populares, simplemente porque el objetivo del proceso eleccionario es legitimar el orden establecido, reencauzar las dificultades políticas del Estado luego de los sucesos del 2019, cuando echaron a Evo Morales y se instauró un gobierno transitorio conservador que, además de continuar con la racha corrupta y persecutoria de Evo, trató de oficializar, de manera escandalosa, políticas de grandes beneficios a los sectores conservadores del oriente. Luego tuvimos el retorno del MAS sin la vieja dirección que lideró Evo Morales.

Lo que está por definirse ahora, desde el punto de las clases dominantes y la vieja política, es la relación de poder y fuerzas entre el MAS y la oposición. Ésta se encuentra hoy fragmentada en varios frentes aunque la gran mayoría son conservadores ideológica y políticamente. El MAS sin embargo no ha quedado entero tras su desastroso destierro temporal de la dirección del gobierno, lo que le ha generado grietas como por ejemplo la postulación de Eva Copa para alcaldesa de la ciudad de El Alto.

En general todos hablan de nuevos líderes y lo dicen porque se refieren a “caras nuevas”. Pero lo fundamental no es la edad ni cuan periférico sean en la vieja política, sino los intereses que representan y la practica política e ideológica que guían sus actos. La mayoría de los candidatos conservadores promueven un programa bastante viejo que no se distingue de los viejos partidos MNR, ADN, MIR, y que además están en alianzas con esas viejas estructuras. Algunos llevan propuestas incluso de la Edad Media con un fuerte discurso religioso que emula a Trump o Bolsonaro como por ejemplo el caudillo regional Fernando Camacho, del que su vocero hace un tiempo decía que era una figura totalmente nueva en política y que era “antisistema”, sin duda, el micrófono aguanta todo.

De ahí otros adornan sus programas y discursos con auspiciosos proyectos, financiamientos, políticas públicas, empoderamientos por aquí y por allá, ofrecen el asistencialismo en barrios y villas, lo que ha venido a llamarse políticas populistas, que complementa toda esa construcción discursiva hecha por más de 20 años por las ONG’s que hablan de políticas públicas, liderazgo y democracia.

Lo concreto es que estos pugnan por mantener la marcha de los municipios tal como están y prometen transparentar y luchar contra la corrupción, la burocracia y la prebenda, mientras los más conservadores apuntan a abrir con todo la participación privada, el mercado externo, la explotación de los recursos y el agronegocio. Y eso es más o menos así en todo el país.

Por el lado del MAS no hay novedades mayores, el problema que tienen ahora es que van a administrar el Estado sin los recursos que tenían antes por el ingreso de hidrocarburos, lo que los pone en situación de establecer mayores alianzas con los sectores conservadores, mayores porque ya las tienen desde el gobierno de Morales, pero van a tener que equilibrar mejor para gobernar sin problemas, mientras que los sectores populares también demandarán sus derechos y ya están presionando al gobierno central.

Hay que considerar que los sectores populares no son todos del MAS, pero todos pugnan, los dirigentes populares dentro del MAS también pugnan internamente por mejores espacios, eso ha llevado a la aparición de personajes como Eva Copa a salirse del MAS y presentar candidatura con una organización X que tiene sigla como un vientre de alquiler.

Copa no es nueva en política y nosotros lo hemos venido diciendo aquí, tiene una larga tradición de política oportunista en la carrera de Trabajo Social de la UPEA y en el manejo de la FUL, su salto a senadora se produjo por la cantidad de votos que podía llevarle al MAS desde la UPEA y fue seleccionada por el entonces Canciller David Choquehuanca, hoy vicepresidente, quien manejaba la designación de candidatos de las 20 provincias de La Paz incluida la ciudad de El Alto. Copa con el olfato político que le brindó su experiencia universitaria y parlamentaria se comportó como buena equilibrista entre la desbandada bancada del MAS y la envalentonada emergencia de Camacho y Añez, y ciertamente, consiguió para el Estado de derecho reaccionario reencausar la crisis política en la que se encontraba, y aunque el MAS no quiera aceptarlo, fue la única que se expuso a hacerlo porque la mayoría de los militantes de la vieja guardia habían saltado del barco y dejado su “puesto del combate” sin ser el “soldado de la revolución” que proclamaron ser por más de 15 años.

Como claro ejemplo está el papel de Adriana Salvatierra quien podía haber jugado ese papel pero fue la primera en renunciar a su cargo en el senado, sea por iniciativa propia o por directiva política, solo apareció cuando el Senado se recomponía con Copa a la cabeza, ésta asumió ese papel y su formación politiquera le posibilitó ser el engranaje entre el MAS y el nuevo gobierno, para ganarse el capital político que los demás militantes de su ex partido no pudieron.

Ganado ese prestigio Copa no podía dejar pasar la oportunidad de ser candidata, y si el MAS no la dejaba, eso no iba a ser un impedimento para candidatear por ello recurrió a la agrupación Jallalla junto con Felipe Quispe que iba de candidato a la gobernación de La Paz.

En cierta forma todo este sector (que al final no hará oposición al MAS sino acuerdos políticos como lo han dicho algunas “bases” de Eva Copa) organiza su espacio de poder para luego ver cómo negocia su presencia política. Así ha sido la práctica de estas organizaciones que se dijeron disidentes del MAS que coquetean y se pelean con este partido pero están incapacitados de trazar una clara línea divisoria porque en el fondo juegan a dos bandos.

Políticamente eso es oportunismo, uso de la política para provecho personal, y esto suele ser disfrazado con el discurso de la “ambigüedad indígena”, “el estar y no estar”, “estrategia anfibia” y otros tantos disparates que han construido algunos representantes del pachamamismo, pero que hasta el momento no han podido tener una presencia digna en el espectro político estatal (y han sido muchos los que han pasado por el aparato estatal, de ese Estado que dicen tanto odiar). Y no se puede tener una presencia digna simplemente porque no puede haber dignidad en el sistema que año tras año nos ha mostrado lo peor de lo peor y a sus representantes en el ejercicio del poder ensuciarse hasta el lodo en escándalos de corrupción, prebendas, robo, abuso de poder, acoso sexual, uso reaccionario de la política para silenciar a los sectores populares independientes, etcétera.

El viejo Estado se dispone a renovar su timón, aunque pretendan dar la sensación de un recambio en aras de un desarrollo promisorio lo que existe ahora es una crisis muy dura para el pueblo, quienes han soportado los problemas de la pandemia, que ha generado la quiebra de muchos pequeños negocios y el despido de muchos trabajadores, eso se está sintiendo en este trimestre con mayor fuerza que el año pasado y por ello lo más importante para el pueblo no son las elecciones sino organizarse para la lucha por la defensa de sus derechos y para reconquistar los derechos perdidos, luchar por la vida, por el acceso a las vacunas, por el trabajo, por la alimentación, por mejores condiciones laborales, contra la explotación de las grandes empresas que han ganado con la pandemia, contra la usura de los bancos que no están dispuestos a bajarse ni un centavo cuando han pedido a la población que se ajuste los pantalones.

Pero esto no es suficiente para el pueblo, no basta organizarse para llevar la lucha reivindicativa es necesario organizar a la vanguardia, a los revolucionarios, a los comunistas y asumir las tareas que el momento necesita, una posición de clase y un programa de clase para la revolución.

Enlace al artículo original: https://analisisopinion.wordpress.com/2021/03/07/recomposicion-de-fuerzas-reaccionarias-en-nuevas-elecciones/