7 de octubre de 2023

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fantasmas de los penales contra Alan García

Por: Airon Nelson.

28 de mayo de 2015

(Utero.pe). No es una primicia explicar que el primer gobierno de Alan García fue muy malo (hasta su hijo Alan García Nores lo reconoció hace poco). Pero mientras todos recuerdan con terror la hiperinflación, hay un tema mucho más grave que ya se estaba olvidando: la matanza en los penales de Lurigancho y el Frontón.

Un fantasma que vuelve sobre Alan García gracias a una nueva declaración que lo acusa directamente. Como los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles, el Ministerio Público podría volver a incluir a Alan García en la investigación, ya que en el 2004 había sido excluido del proceso.

Pero para conocer la gravedad del caso, vamos a recordar cómo fue.

1. La matanza en los penales de Lurigancho y el Frontón
El 18 de junio de 1986, mientras se desarrollaba en la capital la Conferencia Mundial de la Internacional Socialista, los reclusos del Frontón (la mayoría de ellos, terroristas de Sendero Luminoso) iniciaron un motín en el denominado ‘Pabellón azul’. Estaban organizados: en los penales de Lurigancho y Santa Bárbara ocurrió lo mismo.
Esta situación provocó que el Consejo de Ministerio y el Presidente de aquel entonces, Alan García, dieran la orden al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de ser los encargados de restablecer el orden en los tres penales.
En Santa Bárbara intervino la Guardia Republicana y murieron dos mujeres. En Lurigancho, intervino el Ejército y la Guardia Republicana y fueron fusilados 124 reclusos. Y en el Frontón, operó la Marina, bombardearon el Pabellón Azul y solo hubo 30 reclusos sobrevivientes. Se calcula que en este penal murieron 118 personas.

El Frontón fue el escenario del centenar de prisioneros muertos. Imagen: CVR
El caso de El Frontón fue diferente porque se extendió por un día más las acciones de las fuerzas armadas ya que era el único penal en el que los amotinados poseían tres armas de fuego modernas y proyectiles de fabricación artesanal.
Tal como relata el documento la “Masacre de los penales de Lima”, en el Frontón se emplearon bazucas, morteros, dinamitas y explosivos de alto poder para demoler el Pabellón azul.

“Según el testimonio ante la CVR, por dos efectivos de la Marina que participaron en el operativo, los terroristas que se rindieron fueron ejecutados a balazos y con armas blancas. (…) El 16 de agosto del 2000, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una sentencia responsabilizando al Estado en el caso de la matanza de los penales, por la muerte y desaparición de Nolberto Durand y Gabriel Ugarte, señalando que era su obligación esclarecer los hechos y sancionar a los responsables.”

No sé si se han dado cuenta de que estamos hablando de cientos de ejecutados. Cientos. Una masacre. Podrían haber sido terroristas pero eran personas que se habían rendido. Nada honorable ni legal ni humano. Se supone que el Estado es mejor que eso. Se supone que el Perú es mejor que los terroristas que lo atacaron. Sin embargo, nadie ha purgado condena por eso, menos Alan García, a quien se le ha perseguido por este caso durante años.

2. La declaración que señala directamente a Alan García
Caricatura: Álvaro Portales

En El Frontón operó La Marina. Caricatura: Álvaro Portales

El viernes, ‘Hildebrandt en sus trece’ sacó un reportaje en el que José Francisco La Madrid, mayor retirado del Ejército peruano –quien lideró el pelotón de ejecución que entró al penal de Lurigancho– reveló que Alan García fue quien ordenó la ejecución de 124 presos en el penal de Lurigancho.

“Me llamó el entonces comandante general del Ejército y presidente del Comando Conjunto de las Fuerezas Armadas, general Guillermo Monzón Arrunátegui, y me dijo: ‘Capitán, por orden del presidente de la República he dispuesto que usted forme una patrulla de eliminación para intervenir en el penal de Lurigancho.”

Esta grave acusación podría sacar el nombre de Alan García de los archivos, ya que en el 2004 la Fiscalía había archivado la inclusión de García en el caso, la del exministro del Interior, Agustín Mantilla y de otros miembros del Gabinete aprista de aquel entonces. Sigue La Madrid:

“No me llamaron para debelar el motín ni para abrir espacios. Me llamaron para matar. (…) Quise hablar con Rabanal (jefe de la Guardia Republicana) y él estaba allí hablando por radio. ‘Señor presidente, estamos procediendo’, le dijo Rabanal. (…) ¿Qué espera? ¿Tanto se demora? ¿Tiene que cumplirse la misión?”

Por, cierto, es difícil acusar al mayor de “caviar” o algo así. La República explica que su versión es distinta de la “oficial”:

La Madrid, en la entrevista, da una versión distinta a la de la Comisión de la Verdad, pues el entrevistado menciona que solo unos 20 fueron rematados y el resto murió por una explosión, mientras que la CVR dice que los ejecutados fueron más de 100.

Ahora, ¿porqué demoró tanto en hablar el mayor (r) La Madrid sobre la orden que supuestamente dio Alan García? Él expresa que lo está haciendo para encontrar -de algún modo- un poco de paz. O, quizás, es la cercanía de las elecciones. Sea como sea, el caso podría reabrirse.

3. Otra vez Alan al banquillo

No puede descansar.

El abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), Carlos Rivera afirma que luego del importante testimonio del Mayor en retiro, José Francisco La Madrid, el Ministerio Público, deberá investigar al presidente Alan García por la matanza de el Frontón.

“…la confesión del señor La Madrid se va a convertir en un testimonio sumamente relevante en el marco de las investigaciones de las matanzas de los penales. Estoy seguro de que la Fiscalía va a presentar el testimonio de este oficial del Ejército en el juicio de El Frontón, porque estamos hablando de la misma operación, de la misma decisión y de la misma orden que se dio para ambos casos.”

Alan García se ha pronunciado hasta de la situación de Aurelio Pastor, pero no ha dicho nada de este caso. De hecho, pareciera que no quiere hacer olas. De hecho, lo más probable es que recién te estés enterando de este tema. Por el momento, nadie más está hablando de este fantasma.