7 de octubre de 2023

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LOS FASCISTAS INGRESAN EN EL GOBIERNO ISRAELI.

Por: Ali Abunimah (*).

27 de octubre de 2006

[Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre] En una maniobra aterradora pero esperada desde hace tiempo, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha incorporado a su coalición gubernamental al partido Israel Beitenu, cuyo líder, Avigdor Lieberman, va a ser viceprimer ministro y “ministro para las amenazas estratégicas”, puesto clave en el gabinete de seguridad israelí, responsable de la agenda de Irán.

Israel Beitenu es un peligroso partido extremista, de inspiración fascista, que defiende públicamente el “traslado” de los palestinos, incluidos los de ciudades enteras árabes del interior de Israel a una especie de entidad palestina semejante a un bantustán. Ha dejado bien claro que es más importante un Estado con supremacía judía que un Estado democrático. El partido, que tiene la mayoría de sus partidarios entre los inmigrantes rusos llevados a Israel en los años 1990, se destapó en las elecciones israelíes de principios de este año, en las que obtuvo once escaños de los 120 del Parlamento de Israel.

El verano pasado, Israel desató una guerra demoledora contra Líbano y continúa su asedio y ataques contra los palestinos de los Territorios Ocupados. Ataques que han asesinado a cerca de trescientas personas en tres meses, y han dejado sin agua, electricidad y suficiente comida a centenares de miles. Lieberman ha defendido, incluso, medidas más duras y criminales contra los palestinos y contra los vecinos de Israel.

Produce consternación que la Unión Europea, uno de los principales actores internacionales, parezca decidida a mantener normales y estrechas relaciones con un gobierno extremista al que anima y legitima.

Cristina Gallach, portavoz oficial de Javier Solana, Alto Representante de la UE para la política exterior, escribía en un correo electrónico de respuesta a la pregunta sobre si la Unión Europea impondría sanciones a Israel en el caso de que Israel Beitenu entrara en el Gobierno,“Comprenderá que no podemos interferir en la formación de un gobierno extranjero, al tratarse de un asunto del que sólo el Estado afectado es responsable”.

Gallach añadía que “Creemos que tanto Israel como los palestinos son conscientes de su responsabilidad en el establecimiento de las condiciones para reactivar el Proceso de Paz, con el objetivo final de establecer dos Estados que vivan uno al lado del otro en paz y seguridad.” Salvo esos fáciles y cínicos tópicos, la portavoz de Solana no expresó preocupación alguna de la Unión Europea acerca de los terribles acontecimientos políticos que se producen en Israel que, con toda seguridad, van a provocar una mayor violencia y el aumento de un sufrimiento gratuito.

En septiembre, en una entrevista con un periódico israelí, el líder de Israel Beitenu, Lieberman, decía: “Lo que me gustaría ver aquí es el fortalecimiento del Estado sionista judío... apoyo de verdad la democracia pero cuando se producen contradicciones entre los valores democráticos y los valores judíos, priman los valores sionistas y judíos.” (Scotsman, 23 de octubre de 2006)

Además de apoyar la limpieza étnica, Lieberman tiene un extenso historial de incitación a la discriminación, al odio y a la violencia contra los palestinos del interior de Israel y de los que viven bajo la ocupación en Jerusalén Oriental, Cisjordania y la franja de Gaza. Cuando ocupó el cargo de ministro de Transporte en un gobierno anterior, Lieberman hizo un llamamiento para que todos los prisioneros palestinos, encarcelados por la ocupación israelí, fueran arrojados en el mar Muerto, y se ofreció a facilitar los autobuses (“Leberman blasted for suggesting drowning Palestinian prisioners”, Ha’aretz, 11 de julio de 2002). Ha propuesto, asimismo, desposeer de la nacionalidad y expulsar a los ciudadanos palestinos de Israel que se nieguen a firmar el juramento de lealtad al Estado sionista judío (“A Jewish demographic state,” Ha’aretz, 28 de junio, 2002).

En el año 2002, Lieberman declaró que “no dudaría en enviar al ejército israelí a la totalidad del Área A (la zona de Cisjordania que se encuentra bajo el más directo control de la Autoridad Palestina) durante 48 horas, para destruir todas las infraestructuras militares de la AP, todos los cuarteles de la policía, los arsenales, las sedes de las fuerzas de seguridad... sin dejar piedra sobre piedra. Para destruir todo.” Sugirió, también, al gabinete israelí que las fuerzas aéreas bombardearan de forma sistemática todos los centros comerciales, las gasolineras y los bancos de los territorios ocupados (The Independent, 7 de marzo de 2002). Asimismo, propuso bombardear la presa de Asuán en Egipto, a pesar del tratado de paz existente entre los dos países desde 1979. ¿Qué propondrá hacer contra Irán?

El profesor de la Universidad Hebrea, Ze’ez Sternhell, destacado especialista en fascismo y totalitarismo, ha sido citado en Scotsman por haber dicho de Lieberman que “es, probablemente, el político más peligroso de la historia del Estado de Israel”.

Se necesitan medidas urgente para detener la creciente amenaza que representa Israel para la paz y la seguridad internacionales. Pero en lugar de hacer algo en este sentido, la oficina del Alto Representante de la UE ha bajado las exigencias y ofrecido sólo apaciguamiento y tolerancia hacia el extremismo israelí y su apartheid. La afirmación de que la UE no interfiere en los asuntos internos de los gobiernos extranjeros es sólo una excusa para la cobardía política y la falta de voluntad de plantar cara a Israel o a quienes la apoyan. Y no es en absoluto coherente con lo hecho en otros casos, actualmente y en el pasado.

Lo más evidente fue que, cuando en enero los palestinos sometidos a la ocupación eligieron a Hamás para dirigir la Autoridad Palestina- en las elecciones más libres jamás celebradas en el mundo árabe- la UE interfirió en sus asuntos de la manera más irresponsable al imponer un bloqueo total y cortar su ayuda, con lo que castigaba a la población palestina, ocasionando una hambruna generalizada y más pobreza. El asedio, explícitamente, pretendía obligar a Hamás a abandonar el programa por el que había sido elegido o dejar el poder. (La Unión Europea declaró que quería que Hamás reconociera a Israel y acabara con la violencia, a pesar de que Hamás había respetado una tregua unilateral de 22 meses, sin ataques a Israel, y de que sus dirigentes habían emitido repetidas declaraciones a favor de alcanzar un acuerdo con Israel a largo plazo, sobre la base de un reconocimiento mutuo e igualitario (no unilateral). La Unión Europea, con la implicación personal de Solana, interfirió gravemente en el desarrollo de la democracia palestina y en el castigo de aquellos que habían intentado practicarla.

Pero el año 2000, los países de la Unión Europea adoptaron la medida sin precedentes de imponer sanciones diplomáticas a uno de sus países miembros, Austria, después que el partido Liberal, de ultraderecha, entrara en el Gobierno tras las elecciones. Aunque muchos criticaron a la UNE por ingerirse en los asuntos internos de un país democrático, uno de los más públicos partidarios no fue otro que Javier Solana, quien en aquellos momentos declaró: “Creo que Europa ha dado un muy buen ejemplo de cómo en los asuntos importantes- asuntos que afectan a los principios, a los valores- no hay posibilidad de compromiso.” (“Sanctions hit Austria,” Reuters, 4 de febrero de 2000).

Pero cuando se trata de que los Estados miembros de la UE eludan su obligación de responsabilizar a Israel por sus crecientes violaciones del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel, de la Cuarta Convención de Ginebra, de las numerosas Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la mínima decencia humana, los principios de los que Solana, y muchos poderosos más, alardean orgullosos, no aparecen por parte alguna.

En este clima de vacío moral y político, es más urgente que nunca apoyar el llamamiento de la sociedad civil palestina para unirse a la campaña mundial de boicot, de retirar inversiones y de sanciones.

(*). Ali Abunimah, es cofundador de The Electronic Intifada, y autor de “One Country. A Bold Proposal to Ende the Israeli-Palestinian Impasse” (Metropolitan Books, 2006)

The Electronic Intifada, 24 de octubre de 2006