3 de noviembre de 2024

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Brasil: revolución o seguirá la farsa

José María de Almeida (FOLHA DE SAO PAULO)

16 de julio de 2014

Traducción de Ernesto Herrera (CORRESPONDENCIA DE PRENSA).

El gobierno del PT es exactamente como lo peor de la derecha.

No será posible cambiar el Brasil en tanto la riqueza producida por el trabajo continúe siendo destinada a banqueros y empresarios.

Los indicadores económicos no son nada animadores. Los resultados de la industria apuntan al mantenimiento del escenario de desaceleración de la economía brasilera. El alza de los precios presiona la inflación, que corroe los salarios de los trabajadores.

El gobierno del PT y la oposición conservadora del PSDB y PSB, a pesar de pelearse en la disputa electoral, defienden las mismas políticas: el llamado ajuste fiscal. Y ya sabemos lo que eso significa: aumento de precios y tarifas, aumento de los intereses para intentar contener la inflación, corte de gastos públicos para pagar los intereses y aumento del desempleo.

Esas políticas traerán todavía más sacrificios para los trabajadores y el pueblo pobre. Y, como siempre, los beneficiados continuarán siendo los mismos: los bancos y las grandes empresas. Montadoras de automóviles que ganarán ríos de dinero con subsidios del gobierno federal, amenazan a sus empleados con despidos. ¿Respuesta del gobierno? Más subsidios para ellas. Esta es la norma: para los bancos y las grandes empresas, todo. Para los trabajadores…

Era así en el gobierno anterior, del PSDB, e infelizmente continúa siendo así en los gobiernos del PT. Los gastos con reformas y construcción de estadios de fútbol, por ejemplo, fueron empeñados sin parsimonia, mientras los hospitales públicos se caen a pedazos.

Todos los años, el gobierno federal desembolsa a favor de los bancos, a título de pago de la deuda pública, en torno del 42% del Presupuesto federal, casi la mitad de lo que recauda con impuestos pagados por la población. En tanto, según la asociación Auditoría Ciudadana de la Deuda, el gobierno gasta solamente 4,11% del Presupuesto en salud y 3,49% en educación. Para los banqueros va 5,5 veces más de lo que para salud y educación juntas.

No será posible cambiar el Brasil y asegurar vida digna para su pueblo, en tanto todos los recursos del país y la riqueza producida por el trabajo de toda la población continúen destinados al aumento de los lucros de banqueros y empresarios.

Los cambios exigidos por la juventud y por los trabajadores que fueron y van a las calles, como en las manifestaciones populares de junio del año pasado y las huelgas de los metroviarios de San Pablo un mes atrás, no ocurrieron por las acciones de los gobiernos que allí están.

Administraciones del PSDB,PSB, PMDB siempre fueron gestiones de los empresarios, nunca tuvieron compromiso con el pueblo. El PT, al aliarse con banqueros y grandes empresarios para ganar las elecciones y gobernar, adoptó el mismo camino. Dio la espalda a los trabajadores.

Precisamos un gobierno de los trabajadores, sin patrones, que rompa con los banqueros, las constructoras y las multinacionales. Un gobierno que sea apoyado por la clase trabajadora y la juventud. Sólo así será posible atender las demandas de la población, en definitiva, un Brasil justo. Al servicio de esa estrategia estará la campaña electoral del PSTU.

* Nota de Correspondencia de Prensa: Conocido como Ze María, 56 años, metalúrgico, dirigente de la Conlutas/Central Sindical y Popular. Es el candidato a la Presidencia por el PSTU (Partido Socialista dos Trabalhadores Unificado).