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ELECCIONES EN MÉXICO: EL MITO DE LA VOLUNTAD POPULAR.

Por: Chk García.

14 de julio de 2006

Si el sub se caga en la correlación de fuerzas, nosotros nos cagamos en la voluntad popular expresada en las urnas. Al menos el 50 % de la población estuvo excluida del proceso electoral, es decir, efectivamente fueron unas elecciones sin el México de abajo
Cómo habíamos anticipado en nuestro articulo Elecciones sin México, en los pasados comicios electorales niguno de los candidatos ganadores obtuvo más de 15 millones de votos. Es claro que de los 103 millones de mexicanos que tiene contabilizados el Estado, al menos el 50 % de la población estuvo excluida del proceso electoral, es decir, efectivamente fueron unas elecciones sin el México de abajo.

Ahora queremos tratar el tema de la voluntad popular. El fraude cibernético que hizo el gobierno en contra del candidato AMLO (Andrés Manuel López Obrador), ha puesto sobre la mesa la cuestión de la legitimidad de las instituciones del Estado, sin embargo, nosotros no vamos a ponernos a cuestionar su ilegitimidad desde dentro de las instituciones, es decir, no vamos a cuestionar al IFE por llevar a cabo un fraude eléctoral, sino que queremos cuestionar en sí a todo el Estado.

¿Qué es la voluntad popular? La voluntad es el impulso que nos lleva a tomar ciertas decisiones y a realizar ciertas acciones. La voluntad no es una creencia, aunque muchos la exalten como tal. La voluntad es irracional. Es emotiva y por lo tanto voluble. Pj. Estamos en un concierto masivo donde van a tocar muchos grupos, la gente esta contenta, baila, grita, etc. viene entonces un grupo que no es del agrado, ¿que pasa? pues que toda los asistentes comienzan a gritarle que se bajen del escenario. Si el grupo entiende que toca música que no es del agrado, tal vez se bajen, si no lo entiende, tal vez no; la cuestión aquí, es que la voluntad popular intentará bajarlos del escenario. Desde insultos hasta botellazos, los que estan arriba corren el riesgo de ser despojados de su equipo de sonido.

El problema es que los asistentes sienten tener el derecho de cuestionar a los que arriba tocan porque han pagado la entrada para entrar al concierto. De la misma manera, ante el fraude, los votantes sienten tener el derecho de cuestionar a los que arriba hicieron fraude porque han pagado un proceso electoral multimillonario. Pero la realidad es que ellos, los votantes, no son los únicos que han pagado las campañas de los partidos y los gastos del IFE (que es el que organiza las elecciones), sino que también lo hemos pagado todos aquellos que no votamos. El problema es que para los ricos, quienes dejan de votar pierden su "derecho" a reclamar, al menos asi lo demuestra una campaña que músicos mexicanos lanzaron bajo el lema "si no votas, callate". El punto es que quienes dejamos de votar porqué somos antielectorales también tenemos derecho a cuestionar, no al fraude, no a las elecciones, sino a todas las instituciones del Estado mexicano.

Sin embargo, también tenemos que preguntarnos que es lo que hay detras de esa voluntad popular. Nosotros pensamos que en la medida en que esa voluntad esta mediada por el dinero -que exige porque paga impuestos-, entonces es una voluntad capitalista, es decir, desde el momento en que son los medios de comunicación quienes nos hacen nacer sus razones para que votemos por tal o cual candidato, en esa medida también esa voluntad va a expresarse según esas mismas razones. Es cierto, en el concierto, la voluntad popular expresa que el grupo en el escenario no es del agrado de los asistentes. Esta es la razón de que la gente comience a insultar al grupo...

¿Qué razones son las que los medios masivos nos "dan" para asistir a votar y aun más, votar por tal o cual candidato? No hay mucho de donde escoger. Las razones son las mismas desde hace varios siglos. Desde Descartes hasta nuestros días, el racionalismo imperante en la ideología del capitalismo y difundido masivamente en escuelas, literatura, arte y medios de comunicación nos dice que no hay más razón que la razón del mercado. Las campañas electorales son campañas de mercado, quien paga más vende más, vende más quien paga más. Es la lógica del mercado: cuanto ofreces, cuanto vales. Lo peor del caso es que la competencia es ficticia, es decir, todos los candidatos ofrecen lo mismo -capitalismo salvaje-, solamente que unos pagan más propaganda que otros. No hay más razón para ir a votar que no sea aceptar seguir legitimando al capitalismo y al Estado. Al menos en eso son claros los medios masivos de manipulación.

¿Que razones estan dando quienes cuestionan el fraude electoral? Para empezar hay que decir que quienes se niegan a aceptar el fraude en contra de AMLO, defienden una forma de hacer política. Esta forma de hacer política esta inserta en el espacio de las instituciones. Las instituciones del Estado son espacios privados de participación política, a ellos sólo tienen entrada quienes pertenecen a la clase política. Si algo caracteriza a la actual clase política es su falta de ética y total pragmatismo, su corrupción y anhelo de riqueza. Por otro lado, quienes votaron por AMLO, votaron por un personaje y no por un partido, pues como explicabamos en un articulo anterior, el PRD es un partido con casi nula estructura partidaria, además de que la que existe está infestada de corrupción y clientelismo. En este sentido, votaron por el "menos peor" de los candidatos. Que dicho sea de paso, no es el "mejor" candidato para la oligarquía que gobierna el país, toda vez que su populismo puede que efectivamente sea un respiro para la profunda crisis del Estado, pero que sin embargo, para la oligarquía no reditúa en mayores ganancias.

Esta es la razón de que nosotros pensemos que el gobierno de AMLO representaría una continuidad del proyecto neoliberal de Fox, sobre todo durante el tiempo que la gente le abre un periodo de prueba, lo cual definitivamente no significa que su programa de neoliberalismo social no avance en la privatización y despojo de los recursos naturales que pertenecen al pueblo trabajador. El problema es que la oligarquía quiere ahondar y avanzar aún más en su proyecto ultraliberal, tal como lo "propone" el FMI, la ONU, el BM y EU; por ello han decidido que el próximo presidente sea el ultraderechista Felipe Calderon.

La voluntad popular Optó por un candidato neoliberal frente a un candidato ultraliberal. Nosotros nos preguntamos ¿cómo es posible que algunos grupos guerrilleros que dicen luchar por otro México, llamen a defender la "voluntad popular expresada en las urnas"? El siguiente es un extracto de un comunicado salido hace algunos días y firmado por el MRLCB (aunque no son los únicos que así lo han expresado) y que en el colomo de los colmos llama a la "unidad" de la clase trabajadora: "Este fraude cibernético es un eslabón más, otro acto dentro de una larga cadena de acciones ilegales desde el poder para imponer y dar continuidad al proyecto que mejor representa sus intereses.[...] Es el momento de luchar por hacer valer la voluntad de la ciudadanía. Hay que denunciar, movilizarse, oponerse al fraude electoral. Los que votaron y defienden su voto deben recordar que hay otros mexicanos que también se enfrentan a los mismos que hoy quieren burlar su voluntad y acercarse a ellos, a los maestros, los mineros, los campesinos, los obreros, los que lo harán mañana. ¡Hay que unir todas las luchas!.

Alcanzar la democracia popular es una labor heroica, diversa e irrepetible que nadie nos va a regalar hay que luchar por ella. [...] Avanzar en el proceso de articulación de la voluntad colectiva." Podemos estar de acuerdo o no, con la democracia, aún más, podemos o no, estar de acuerdo con "la voluntad popular expresada en las urnas", pero es realmente deplorable que se llame al 50 % de la población excluida del proceso electoral (misma que sobrevive en extrema pobreza), a luchar contra el fraude, para que una vez más se regenere la confianza en las podridas instituciones del Estado Mexicano y se restaure la creencia de que es posible transformar al sistema desde dentro de su mierda. ¿Quíen entonces le hace el juego a la ultraderecha, al estado y al capitalismo? ¿Cómo es posible que se defienda una voluntad popular que lleva la oscura intención de legitimar al estado y a sus instituciones?

En este sentido la otra campaña tiene que mantenerse ajena en la defensa del voto. Si en la última plenaria de la otra se decidió que no ibamos hacer un llamado a dejar de votar (y por supuesto, tampoco a votar), debemos de ser coherentes y no participar de los conflictos poselctorales. Particularmente el delegado Zero, como vocero de la otra campaña, debería mantener la boca cerrada. Quiénes asistimos a la plenaria, efectivamente no podiamos tomar decisiones por toda la otra campaña, pero otra cosa era discutir, avanzar en la caracterización de la otra campaña como un proceso anticapitalista. No haber discutido la postura de la otra campaña frente al escenario posterior al 2 de julio nos ha hecho espectadores sin calendario propio.

Es cierto, no estamos indefinidos, somos un movimiento anticapitalista y antielectoral -esto ya es ganancia, pero en todo caso no acordamos un plan de acción conjunto para continuar las movilizaciones ni para seguir exigiendo la libertad de los presos de Atenco, ni para avanzar en la construcción de un plan nacional de lucha, de abajo y a la izquierda. Así que sólo nos queda seguir discutiendo abajo, colectivamente, los seis puntos de la sexta, y seguir realizando acciones dislocadas, autónomas y directas.

Si el sub se caga en la correlación de fuerzas, nosotros nos cagamos en la voluntad popular expresada en las urnas.

Rechazo total a la farsa electoral!!!
Ni un paso atrás!!

Salud y Revolución Social
Julio 2006.