7 de octubre de 2023

INICIO > Cultura

César Vallejo ¿a qué viene usted?. Pues a tomar café

Entrevista Dos

9 de noviembre de 2012

¿Cómo empezó a tomar café en su vida?
Publiqué mi primer libro en Lima. Una recopilación de poemas: Heraldos Negros. Fue el año 1918.
¿Qué cosas interesantes sucedían en Lima en ese año?
No sé... Yo publicaba mi libro..., por aquí se terminaba la guerra... No sé.

¿Qué tipo de poesía hizo usted en sus Heraldos Negros?
Podría llamarse poesía modernista. Encajaban, sí, en un modernismo español, en un sentido tradicional con lógicas incrustaciones de americanismos.

¿Recuerda, usted...?
Pablo Abril, presente en la entrevista, es quien la recuerda:
“Qué estará haciendo ahora mí andina y dulce Rita/ de junco y capulí; ahora que me asfixia Bizancio y que dormita/ la sangre, como flojo coñac, dentro de mí”
Lo ha recitado César Vallejo mal, muy mal; pero no tan mal que yo no aprecié las excelencias de esta estrofa, que revela, y más si se la mira con el sentido histórico de su fecha, un auténtico fino poeta. En ella veo, por lo pronto...

Veo por de pronto, amigo Vallejo, algo importantísimo en un poeta y sin cuya condición no me interesan ni los poetas ni los prosistas ni las locomotoras; la precisa adjetivación: “flojo coñac”
La precisión me interesa hasta la obsesión. Si usted me preguntara cuál es mi mayor aspiración en estos momentos, no podría decirle más que esto: la eliminación de toda palabra de existencia accesoria, la expresión pura, que hoy mejor que nunca habría que buscarla en los sustantivos y en los verbos... ¡ya que no se puede renunciar a las palabras!...
Vallejo busca un libro, que yo he traído al café, y elige lo siguiente:

“La creada voz rebélase y no quiere ser malla, ni amor./ Los novios son novios en eternidad,/ Pues no deis 1, que resonará al infinito. Y no deís 0, que callará tanto,/ hasta despertar y poner de pie el 1”

Muy bien ¿Quiere decirme por qué se llama su libro “Trilce”? ¿Qué quiere decir “Trilce”?
Ah, pues “Trilce”, no quiere decir nada. No encontraba, en mi afán, ninguna palabra con dignidad de título, y entonces la inventé; “Trilce” ¿No es una palabra hermosa? Pues ya no pensé más: “Trilce”.

¿Cuándo llega usted a Europa, a París, Vallejo?
En 1923, con “Trilce” publicado el año anterior.

¿Usted no conocía a los modernos poetas franceses?
Ni a uno, El ambiente de Lima era otro. Había alguna curiosidad; pero concretamente yo no me había enterado de muchas cosas.

¿Cómo pudo hacer ese libro entonces, ese libro que, incluso como poesía verbalista, pregona conocimientos de toda clase?
Me dí en él sin salto desde los Heraldos negros. Conocía bien los clásicos castellanos. Pero creo, honradamente, que el poeta tiene un sentido histórico del idioma, que a tientas busca con justeza su expresión.

¿Qué gente conocía usted en París?
Poca. Desde luego no busqué escritores. Después encontré a un chileno, Vicente Huidobro, y aun español, Juan Larrea.

Para terminar, amigo Vallejo, ¿obras inéditas?
Un drama escénico: “Mámpar”. Un nuevo libro de poesía.

¿Qué título?
Pues... “Instituto Central del Trabajo”.

Anotación: El 27 de enero de 1931, César Gonzáles Ruano publicó en el desaparecido Heraldo Negro de Madrid una curiosa entrevista, hecha a un escritor peruano apenas conocido. Esta es, probablemente, una de las dos únicas entrevistas hechas al universal poeta peruano.
(César Vallejo, el Autor).