7 de octubre de 2023

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IRAK: HISTORIA DE LAS TORTURAS EN LAS PRISIONES

Por: Amy Goodman.

1ro de abril de 2007

Traducido por Nubia Chericián González (*).

(Democracy Now). "Los fantasmas de Abu Ghraib" – nuevo documental de la HBO – examina los antecedentes políticos e históricos que condujeron a la tortura de prisioneros en la infame cárcel iraquí. Incluye varias entrevistas a soldados estadounidenses directamente involucrados en la tortura en Abu Ghraib, sobrevivientes iraquíes de la tortura y a expertos, académicos legales y antiguos funcionarios gubernamentales. Conversamos con el aclamado realizador Rory Kennedy.
El apoyo al Fiscal General Alberto Gonzáles se debilita en el Congreso a medida que más legisladores de ambos partidos se unen a los que exigen su dimisión a causa del conflicto con los fiscales federales. Si Gonzáles renuncia, su legado quedará siempre marcado por el escándalo del Departamento de Justicia, pero puede que sus acciones más infames no fuesen los despidos de fiscales federales, sino su contribución para allanar el camino a la tortura de prisioneros en Abu Ghraib y la Base de Guantánamo.

En su calidad de asesor legal de la Casa Blanca, Gonzáles advirtió al Presidente Bush en un memorando de 2002 que las Convenciones de Ginebra no se aplicaban al tratamiento de prisioneros enemigos en la llamada ’guerra contra el terrorismo.’ Muchos aseguran que ello contribuyó a crear los fundamentos legales para la tortura de prisioneros. Otro memorando de Gonzáles aportó una definición restringida de la tortura para autorizar el empleo de técnicas de interrogación extremadamente severas.

• John Yoo, ex funcionario del Departamento de Justicia de la Oficina de Asesoría Legal declaró: "Nuestra oficina emitió un memorando a la Casa Blanca en agosto de 2002. ’El dolor físico equivalente a la tortura debe corresponderse en intensidad al dolor que acompaña a las lesiones físicas graves como la deficiencia de un órgano, el impedimento de una función fisiológica o incluso la muerte.’

Eso fue un fragmento del documental de HBO titulado "Los fantasmas de Abu Ghraib." El filme describe los antecedentes políticos y legales que condujeron a la tortura de prisioneros en la infame cárcel iraquí. Incluye varias entrevistas a soldados estadounidenses involucrados directamente en las torturas en Abu Ghraib.

• Sabrina Harman, especialista del ejército: "Eran desnudados uno a uno y luego colocados en una pirámide. Si yo veía algo tomaba una foto. Siempre pienso en tomar fotos, puede que eso suene un tanto morboso, pero siempre estoy sacando fotos, así soy yo, siempre tomo fotos de todo."

Las fotos de las que ella habla y muchas otras en las que se muestran las torturas a prisioneros iraquíes a la larga se filtraron a la prensa y se dieron a conocer en todo el mundo. Imágenes espantosas mostraban a iraquíes con bolsas sobre sus cabezas, golpeados, colocados sobre perros y obligados a actos sexuales humillantes.

• Javal Davis, guardia estadounidense en Abu Ghraib:, "¿Qué hay con la desnudez, yo me preguntaba por qué está toda esta gente desnuda? Sabe usted, yo nunca había visto nada igual en mi vida, prisioneros desnudos con medias en sus cabezas en posiciones comprometedoras, encerrados y yo me decía qué es lo que está pasando. Yo no entendía nada." Además de las entrevistas a los antiguos guardias de la prisión, el documental “Los fantasmas de Abu Ghraib” de HBO también presenta los testimonios de iraquíes sobrevivientes de la tortura. En la cinta, un ex prisionero de Abu Ghraib describe la forma en que fue tratado por las fuerzas estadounidenses.

• Mohammad Faraj Mohammad, ex prisionero de Abu Ghraib: "Nos obligaban a escuchar sonidos extraños...ya fuese a través de los altavoces o de audífonos. No nos dejaban dormir. En ocasiones, buscaban a un grupo de prisioneros, los torturaban y los dejaban gritando hasta la mañana siguiente. Eso pasaba siempre. Cincuenta noches sin dormir. Solo hambre, maltratos y acoso."

El documental también incluye entrevistas a varios académicos legales, expertos y ex funcionarios gubernamentales. Alfred McCoy - autor del libro "A Question of Torture" (“Una cuestión de tortura”) se encuentra entre los entrevistados. • Alfred McCoy, profesor de historia y autor del libro "A Question of Torture: CIA Interrogation, From the Cold War to the War on Terror" (“Una cuestión de tortura: Interrogatorios de la CIA, de la Guerra Fría a la Guerra contra el Terrorismo”): "Lo que nosotros no entendemos es la poderosa atracción que ejerce la tortura y su enorme capacidad de destrucción. ¿Por qué cuando se da una orden, usted sabe, y cuando se da el más mínimo indicio de que se aplique un poco de tortura, la cosa se va de las manos y se extiende como un reguero de pólvora? No es possible aplicar solo un poco de tortura."

Rory Kennedy es la productora y directora de "Los fantasmas de Abu Ghraib." Es una de las documentalistas independientes más prolíferas del país, sus obras abordan temas como la pobreza, los derechos humanos y el SIDA. Es una de las fundadoras de Moxie Firecracker Films.

• Rory Kennedy, productora y directora de "Los fantasmas de Abu Ghraib." Es una de las fundadoras y copresidenta de Moxie Firecracker Films.

Fragmento de la trascripción

La presente trascripción es gratuita. No obstante, las donaciones nos ayudan a brindar los servicios de subtitulaje para sordos e hipoacúsicos en nuestras transmisiones televisivas. Gracias por su generosa contribución.

AMY GOODMAN: Fragmentos del documental Los fantasmas de Abu Ghraib. Rory Kennedy es la productora y directora de la cinta. Es una de las documentalistas más prolíferas del país, aborda temas como la pobreza, los derechos humanos y el SIDA. Es una de las fundadoras y co presidentas de Moxie Firecracker Films. Rory Kennedy nos visita hoy en nuestro estudio. Bienvenidos a Democracy Now! (¡Democracia ahora!)

RORY KENNEDY: Gracias. Es un placer estar aquí.

AMY GOODMAN: Un filme impactante. Háblanos sobre las razones que tuviste para escoger este tema y sobre todo la vigencia que cobra en la actualidad con los conflictos en la Casa Blanca y con el Fiscal General.

RORY KENNEDY: Bueno, al igual que muchas otras personas en este país y en todo el mundo quedé impresionada cuando esas fotografías salieron a la luz pública, yo quedé verdaderamente horrorizada con lo que ví. Y la pregunta que me rondaba era quiénes eran esas personas que fueron capaces de cometer atrocidades de esa naturaleza. ¿Por qué los estadounidenses hicieron eso? ¿Son acaso psicópatas? ¿Monstruos? ¿O sencillamente chicos comunes obligados por las circunstancias? Así que la intención de la película era en realidad hacer una suerte de análisis psicológico para comprender qué podría motivar a alguien a maltratar tanto a otra persona.

Sin embargo, lo que descubrí, una vez que conseguí tener acceso a algunos de los guardias involucrados en las violaciones, cuando les pregunté: “¿Por qué lo hicieron?” todos respondieron lo mismo: “Lo hice porque se me ordenó.” Así que el filme resultó ser más que otro perfil psicológico, sino una investigación para conocer quiénes les dieron esas órdenes, en qué momento y cuáles fueron las circunstancias.

AMY GOODMAN: Tuvo una exhibición sonada en el Capitolio, cuando estaban Janis Karpinski, que fue degradada, y también el Senador Lindsey Graham de Carolina del Sur. Coméntenos lo que sucedió.

RORY KENNEDY: Sí, tuvimos una exhibición y el Senador Kennedy también estaba. Había un panel.

AMY GOODMAN: Su tío.

RORY KENNEDY: Sí. El Senador Kennedy y el Senador Graham, y el Senador Graham – cuando Jeffrey Toobin, que moderaba el panel, le preguntó: “¿Quién era en realidad responsable de lo que había sucedido Abu Ghraib?” él, como sabes, mencionó distintas organizaciones y grupos de personas, pero la persona que en realidad él estaba culpando era Janis Karpinski. Lamentablemente, Janis Karpinski – no se dio cuenta, Janis Karpinski estaba en el público, porque había llegado un poco tarde. Entonces, Jeffrey Toobin le dió la oportunidad de defenderse y ella lo que hizo fue atacar. Una de las cosas que dijo fue ella debió ser llevada a corte marcial y ella rebatió esa afirmación diciendo, “Usted sabe que yo quería que me llevara a la corte marcial. Yo quería ir a los tribunales pero nadie me dejó, porque no querían que yo dijera toda la verdad sobre lo que ocurrió.” El ambiente se acaloró.

AMY GOODMAN: Ella llamó cobarde al Senador Graham.

RORY KENNEDY: Sí, así mismo fue. Y como usted sabe él se defendió, pero – yo creo que eso dice mucho. Pienso que este sigue siendo un tema que involucra a muchas personas y que saca a la superficie una serie de problemas. Es un tema muy importante. Para mi, el filme no solo trata sobre lo que sucedió en Abu Ghraib. Si no sobre nuestra identidad como estadounidenses. ¿Acaso somos un país donde se aprueba la tortura y el trato inhumano de ciertas personas? Creo que toca un punto muy sensible en muchas personas. Hemos tenido varias exhibiciones muy emotivas.

AMY GOODMAN: Ahora, el escándalo que está teniendo lugar en Washington, también está la demanda del Centro para los Derechos Constitucionales (CCR) que se ha entablado en Alemania, porque tienen jurisdicción universal. Es una demanda contra Donald Rumsfeld, Alberto Gonzales, los Generales Sanchez y Geoffrey Miller, por crímenes de lesa humanidad y por tortura. Janis Karpinski es una de las que va a prestar testimonio, es la que va a hacer la reclamación en la demanda del CCR. También se habla mucho de Alberto Gonzales pero no de la tortura. Usted abordó el tema a profundidad con John Yoo y otros. ¿Puede referirse al papel de Alberto Gonzales y al de la Casa Blanca en la autorización de lo ocurrido?

RORY KENNEDY: Bueno, lo que descubrí gracias a la realización del documental es que hasta ahora once soldados de baja graduación han estado encarcelados por los acontecimientos de Abu Ghraib, pero desgraciadamente ningún oficial ha recibido sanciones significativas. Y ello pese a la cantidad abrumadora de evidencias que sugieren que no solo había oficiales de mayor rango de la cadena de mando que sabían lo que estaba ocurriendo en Abu Ghraib, sino que de hecho en muchos casos lo autorizaron. Y creo que Alberto Gonzales desempeño un papel importante en ese proceso al elaborar la justificación legal de muchos de los acontecimientos que tuvieron lugar, no solo en Abu Ghraib, sino en otras cárceles iraquíes dirigidas por los Estados Unidos, así como en otras de Afganistán y por supuesto en Guantánamo.

Es fácil mirar las fotos y decir: “Bueno este soldado está maltratando a este prisionero. Vamos a meterlo en la cárcel.” Pero hay una vinculación muy estrecha con personas de rango superior en la cadena de mando que son igualmente responsables. Y la cadena de mando existe precisamente para exigir responsabilidades a las personas que component esa cadena de mando y que – de hecho hay una ley de cadena de mando que dispone que si usted está por encima en la cadena de mando y sabía o debía saber lo que estaba ocurriendo más abajo en esa cadena, usted es también responsable de lo sucedido. Pero por desgracia esa ley nunca se ha aplicado en la guerra contra el terror.

AMY GOODMAN: Como hija de otro fiscal general, Robert Kennedy, y realizadora de este documental, usted cree que debe exigirse la responsabilidad del fiscal general actual, Alberto Gonzales, que debe ser declarado culpable de crímenes de lesa humanidad.

RORY KENNEDY: ¿Sabe qué? Lo otro que descubrí mientras hacía la cinta es que en realidad no se ha elaborado un informe al estilo del 11/9 sobre lo que pasó en Abu Ghraib. Hasta la fecha, se ha hecho una serie de informes diversos, pero todos han sido financiados por el ejército o se han concentrado en puntos específicos por lo que en realidad no sabemos toda la verdad de lo sucedido.

Creo que hay una cantidad abrumadora de pruebas que sugieren que Alberto Gonzales desempeñó un papel decisivo en los acontecimientos de Abu Ghraib, considero que hay evidencias suficientes para ir a los tribunales, que debemos imputarle su responsabilidad y descubrir lo que en realidad pasó, no solo en el caso de Gonzales, sino con muchos otros de los involucrados, muchos de los cuales usted ya ha mencionado — Miller, Sanchez – determinar sus vínculos directos con las decisiones que tomaron y con los documentos que presentamos en el filme que de hecho autorizan muchas de las imágenes que vimos en las fotos.

Y es que en realidad no ha habido investigación. El Congreso ha escuchado once horas de testimonios sobre lo acontecido en Abu Ghraib, en comparación con las 300 horas que escuchamos en el escándalo de las postales de Clinton. Así que en realidad, teniendo en cuenta la importancia de este hecho, me parece que no se ha prestado la atención debida a lo que pasó exactamente.

AMY GOODMAN: ¿Y qué opina del papel de Rumsfeld, Cheney y Bush?

RORY KENNEDY: Bueno, como ya dije, considero que hay muchas evidencias que sugieren que personas en puestos elevados, y es evidente que entre ellos se encuentra Rumsfeld, sabían lo que estaba sucediendo. No obstante, para que podamos llegar a la esencia del asunto, necesitamos un fiscal independiente que pueda hacer todas esas preguntas y exigir responsabilidades. Yo me acerqué a todas esas personas, les pregunté si podía entrevistarlos para mi documental, para poder hacerles todas esas preguntas y como era de esperar solo respondieron: “No, no vamos a aparecer en su filme.” En fin yo no tengo autoridad para exigirles que aparezcan en la cinta y que respondan a todas esas interrogantes, eso está claro. Pero un fiscal independiente sí la tiene. Por eso es tan importante.

De todas formas, desde mi punto de vista, el documental no es solo sobre lo que aconteció en Abu Ghraib, sino que analiza las políticas que se pusieron en práctica y que propiciaron lo ocurrido allí. Desgraciadamente, muchas de esas políticas se mantienen vigentes todavía. Y nosotros seguimos siendo un país donde se aprueba el trato inhumano y la tortura a otro grupo de personas. Y creo que como estadounidenses, nosotros necesitamos comprender las consecuencias de ese tipo de políticas, entre las que se incluye la proliferación de Abu Ghraibs en distintas partes del mundo, porque hechos como esos van a seguirse produciendo si mantenemos la política que permite el uso de la tortura. AMY GOODMAN: Rory Kennedy, en la película hay entrevistas excepcionales, tanto con los soldados involucrados como con las víctimas de las torturas. Quisiera comenzar por los soldados. ¿Por qué accedieron a conversar con usted? ¿Quiénes la impresionaron más con sus declaraciones?

RORY KENNEDY: Bueno, los soldados fueron impresionantes, porque al igual que muchas otras personas yo pensaba tenía ideas preconcebidas sobre la clase de persona que comete este tipo de actos, que tenían que ser, usted sabe, violentas, tener tendencias violentas, que en cierto nivel no podían ser personas como usted y como yo, que en el fondo debían ser unos monstruos. Pero descubrí que de hecho son personas muy agradables, en sus ojos pude ver su humanidad y pude relacionarme con ellos. Y me fue muy difícil reconciliar esa experiencia con la realidad que yo estaba viendo en las fotos, las imágenes.

Pero eso lo que me indica es que, la mayoría de nosotros, cuando una persona que ocupa un cargo de autoridad nos orienta hacer algo, tendemos a seguir esas instrucciones y por eso es que la cinta comienza con la infame investigación Milgram, que demostró que el ciento por ciento de las personas, cuando entraban y se les pedía que aplicaran una descarga eléctrica a alguien que ellos sabían era inocente, estaban dispuestos a hacerlo sencillamente porque una persona con una bata blanca en un puesto de autoridad les había ordenado que lo hicieran.

AMY GOODMAN: Explique en breve el studio Milgram, puesto que se acaba de cumplir un aniversario del mismo. RORY KENNEDY: Fue un studio realizado a principios de los sesenta en New Haven por Stanley Milgram. En esencia consistió en pedirle a una serie de personas de la comunidad su participación. El grupo estuvo integrado por profesionales y trabajadores de distintas esferas. Los sentaban en una silla y frente a ellos estaba un hombre que ellos sabían era inocente y se les pedía que le aplicaran una descarga eléctrica cada vez que esa persona respondiera incorrectamente una pregunta. Lo que dicha investigación demostró es que el ciento por ciento de los participantes estaba dispuesto a hacerlo y más del 50 por ciento estaban dispuestos a aplicarle una descarga de 450 voltios, que era el voltaje máximo.

AMY GOODMAN: Ellos seguían incrementando el voltaje.

RORY KENNEDY: Sí, exactamente, y ese voltaje puede ser letal. Y la conclusión a la que él llegó con este estudio fue que las personas cumplen las instrucciones de una persona que ocupa un puesto de autoridad. Y yo en gran medida considero que eso es lo que pasó en Abu Ghraib, que vimos una cantidad abrumadora de evidencias que en realidad demuestran que las personas que se encontraban allí recibieron órdenes de hacer casi todo los que nosotros vimos. AMY GOODMAN: Terminemos con los prisioneros, los que fueron torturados. ¿Cómo los localizó?

RORY KENNEDY: Yo trabajé con un grupo de Filadelfia, un grupo legal, Susan Burke, que representaba a varios de los prisioneros en una demanda colectiva contra contratistas independientes. Y a la larga consiguió ponerme en contacto con varios prisioneros que estaban dispuestos a conversar con nosotros frente a las cámaras. Pero no estaban dispuestos a hacerlo en Irak, porque pensaban que la situación allí era muy precaria, muy peligrosa, así que terminamos, trayéndolos por vía aérea a Jordania y allí fue donde filmamos sus entrevistas.

Y, me parece que ellos le dan a la cinta una dimensión muy importante, porque ya habíamos visto las fotografías, pero no habíamos escuchado las voces de los participantes directos. Las conversaciones, las entrevistas que sostuve con ellos me hicieron sentir que, en realidad, las fotos eran apenas la punta del iceberg del grado y la constancia de las violaciones, de su carácter degradante y horrendo. Mostraron gran dignidad al narrar esos hechos espeluznantes y muy valientes al atreverse a hablar conmigo. Pienso que sus voces eran esenciales. Y como usted sabe, en esta guerra en Irak, en general, nunca hemos escuchado a los iraquíes. Hemos oído a mucha gente hablar sobre los iraquíes, pero nunca los habíamos escuchado hablar directamente. Por eso me pareció importante oir los testimonios de las personas más involucradas.

AMY GOODMAN: Rory Kennedy, muchas gracias por haber aceptado nuestra invitación.

RORY KENNEDY: Gracias.

ANY GOODMAN: Los fantasmas de Abu Ghraib es escalofriante, inolvidable y lamentablemente real.

RORY KENNEDY: Sí, y HBO lo va a transmitir durante lo que resta de mes, así que espero lo sintonicen.

AMY GOODMAN: Rory Kennedy, productora y directora de Los fantasmas de Abu Ghraib, cofundadora y copresidenta de Moxie Firecracker Films, gracias por estar con nosotros.

RORY KENNEDY: Gracias a ustedes por invitarme.

(*). Nubia Chericián González es miembro del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión.