7 de octubre de 2023

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BOLIVIA: EL MAS Y SUS NUEVAS ALIANZAS

Por: Alicia Tejada Soruco.

19 de noviembre de 2009

Politiquería «revolucionaria»?:

La misma palabra latina, traditio, significa tradición y traición a la vez. Quizá porque en las tradiciones encontramos también un cúmulo de traiciones, siendo la más paradigmática de todas la traición de Judas a Jesús, sin la cual el calvario y la gloria de Jesús no hubiesen tenido lugar...

Dante Alighieri resume el pensamiento de su época cuando sitúa a los traidores en el último círculo del infierno de la Divina Comedia, moviéndose constantemente para no congelarse en las gélidas aguas, que corresponden a la frialdad y a la falta de calor humano del traidor.

La traición ideológica no es un concepto nuevo y en el plano político está relacionada con el hecho de que las ideologías son útiles en tanto medio para llegar al poder pero, una vez instaurado éste, se tornan innecesarias. El poder, una vez instaurado, lo que quiere es mantenerse y en esta meta las ideologías resultan incómodas pues siempre se disponen a revolver, y a revisar lo establecido: a revolucionar.

Sería absurdo plantear que las ideologías deben ser inamovibles e irrevisables. Los proyectos políticos que perduran en el tiempo son aquellos que se sienten impelidos por la historia a revisarse y a renovarse en permanente diálogo interno; por tanto, no estoy interesada en “demostrar” la maledicencia de los vientos de cambios en el MAS-ISP.

Me propongo sí abordar una de las perspectivas en la que, aparentemente, no caben tales cataplasmas conciliatorios: la adhesión al MAS de las huestes de “Chichi” Pérez y otros ex unionistas, no corresponderían a un ejercicio de revisión y revitalización ideológica al interior de los movimientos sociales que apoyan al gobierno, sino, más bien, a los cambios pragmáticos; o aperturas de campaña de los partidos políticos con alianzas que “traicionan”, o que no corresponden a su esencia ideológica y que forman parte de la tradición política en la vida democrática de Bolivia. O, planteado de otro modo, ¿es “Chichi Pérez el reflejo de dichas traiciones o su incorporación obedece más bien a una genialidad política destinada a debilitar a la derecha recalcitrante del país? Para acercarme a la reflexión, y lejos de situar a la UJC como el chivo expiatorio de todas nuestras omisiones y complicidades, expongo a continuación (extractado de cientos de páginas web y de otra información pública), algunos antecedentes:

“Debutó (Chichi Perez), en el movimiento cívico luego de que él, junto a otros barras bravas orientistas y blooministas, agrediera a un grupo de dirigentes universitarios en una marcha de la universidad pública que se organizó tras la convocatoria de los cívicos, exigiendo referéndum autonómico al gobierno de Carlos Mesa y dizque protestando contra el dieselazo. De allí empezó a ser visto encabezando a mal vivientes vestidos a última hora con poleras de la UJC. Siguiendo órdenes de Gabriel Hollweg, fue visto en el paro que se realizó en septiembre del 2006 (…)

“ (…) Pérez se alteró y por eso, junto a otros sujetos, desenfundaron sus armas y abrieron fuego, hiriendo al líder de Radial 13 y a otro miembro del mismo grupo.(…). Luego acusó a la Fiscalía de querer usarlo como escalera y agregó, «yo no quiero pensar que el Ministerio Público sea masista y que me está persiguiendo por cantar ´Evo, Evo cabrón...´», convocó a la solidaridad entre los «cambas». Quiso hacer recuerdo que él es un nacido en esta tierra y merece trato especial, una justicia diferente (…) El insulto preferido de la Pesada Verde para los equipos del interior es gritarles «¡raza maldita! ¡raza maldita!». Los saqueos que realizaban al mercado La Ramada, de comerciantes collas, siempre tuvieron una subterránea motivación racista. Fuente: ascnoticias.blogia.com/.../020902-chichi-perez-maton

“Y por retar a los novicios de su “Pesada Verde” a atacar y manosear a las mujeres que pasan por delante de la barra (…). También se sacaron sangre con jeringas y escribieron carteles que decían “Fuera Clausen corructo” (sic). “El fiscal Cándido Blanco, que dirige el proceso penal por asociación delictuosa y robo agravado contra Ángel ‘Chichi’ Pérez, recusó ayer al juez de Instrucción en lo Penal, Alberto Zeballos (…). Es el tercer juez cautelar recusado en menos de 48 horas”. Fuente: ASC-Noticias

La debilidad organizacional sumada a la cultura caudillista del sistema partidario en nuestro país, además de otros elementos no menos importantes, determina que los partidos políticos no cambien para adaptarse a nuevos tiempos, como resultado del debate ideológico y programático, sino por decisiones de élites que constituyen su burocracia operadora. Y ante la pregunta de si este padecimiento de exceso pragmático también alcanzó al MAS, “Chichi Pérez”, sitúa las diferencias en los medios llevándonos a inferir que el proyecto (¿personal?), en el fondo, es el mismo:

En una rueda de prensa Ángel Pérez (otro de los nuevos captados por el MAS) se declaró ante los periodistas “socialista” al justificar su apoyo a Morales, a quienes, sin embargo, dijo que, si bien no le agrada “la modalidad de trabajar” del gobierno, “al final todos luchamos por la igualdad social” Fuente: Euronews publicando teletipos de EFE.

¿Qué papel juegan “los medios” en este proceso de cambio, incluso de la estructura mental, de una sociedad sojuzgada por el autoritarismo y el caudillismo ejercido por quienes acumularon el poder durante siglos? Otra pregunta que vienen a contrapelo, y sobre la cual, altos líderes del MAS, habían sentado una posición legalista y solidaria con las víctimas del unionismo, dos años atrás:

“Álvaro García Linera, minutos antes de ausentarse al Trópico de Cochabamba, expresó su solidaridad con los humildes ciudadanos y jóvenes que fueron agredidos por «un grupo de unionistas fascistas». Nos avergüenza al país, a la región y a los bolivianos” (…).» Lamentamos que una vez más que Bolivia no cuente con un Fiscalía apropiada para sentar la mano con la ley a esas personas que hieren a la región, a Bolivia y a la patria» (…). El Presidente interino de la República dijo que nada justifica, en un régimen democrático, que personas enajenadas agreden contra la integridad física de personas indefensas como a las mujeres indígenas y campesinas por consigna”. Fuente: ABI, 2007.

Si nos atenemos a esta posición, expresada en un momento de lucha por el poder, tendríamos que situar entonces la alianza con los ex ultra derechistas en el híper activismo del poder, situación en la que el MAS, habría optado por calmar en lugar de agitar la confrontación ideológica. Sin embargo, la incorporación de los ex unionistas, ahora constituido en tema de propaganda de campaña, aún reclamaría — coherentemente — un trabajo de “encausamiento” responsable hacia cambios de conducta política, en otros ámbitos y espacios, sugerencia, que hicieron no pocas personas frente al inminente acercamiento.

En esta lógica el híper activismo junto al cálculo político, traicionaría la esencia del MAS: Los movimientos sociales que consideran a este partido “su” instrumento de poder, lo hacen sobre la base de una revolución que debe revitalizarse con el agregado de agendas comunes (el medio), y también en la confrontación constructiva. No piensan así los mandatarios de este país y líderes del MAS: la alianza en cuestión nada tendría que ver con el pragmatismo, sino con la revitalización del movimiento:

“El presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García, por separado, avalaron la incorporación de ex miembros de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) a la campaña masista e incluso el Mandatario los defendió y afirmó que con ellos se encaminará la autonomía porque los consideró “luchadores de las autonomías”. “Siento que algunos cívicos usaron mal (a los ex unionistas). Les enseñaron mal y a herir a las personas. Fuente: http://www. la-razon.com/versiones/20091023_006889/nota_247_899058.htm

Las revoluciones son verdaderas como movimiento pero falsas como regímenes, advirtió Trotsky, “nada más ridículo que el régimen revolucionario”, gritó desde el exilio antes de que Stalin lo hiciera callar en Méjico.

…Y nosotros tenemos aún mucho que aprender de esto nuevos movimientos políticos, me recordó, durante la redacción del borrador de este artículo, una ilustrada e ilustre amiga.

(Revista Pukara Nº 47 (Bolivia, noviembre 2009).