7 de octubre de 2023

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NIÑOS HISPANOS CONTRA OBAMA

Por: Carlos Ceresole.

4 de febrero de 2009

BBC Mundo USA

Unos 600 hijos de inmigrantes indocumentados demandaron al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ante la Corte Suprema para que suspenda la deportación de sus padres.

La querella judicial fue interpuesta ante la Corte Suprema de Justicia.
La querella judicial fue interpuesta ante el Máximo Tribunal de Justicia estadounidense por Nora Sándigo, guardián legal de los menores y directora ejecutiva de la organización Fraternidad Americana, con sede en Miami.

Sándigo explicó a BBC Mundo que "algunos de los niños son hijos de personas con cita en la corte y procesos de deportación inminentes, otros tienen a alguno de sus padres en la cárcel ya con fecha de salida del país".

"Pero también hay chicos que quedaron aquí cuando la mamá o el papá fueron deportados hace tiempo y otros cuyos padres, sabiendo que no tienen documentación y conscientes de que si los agarra Inmigración les ocurrirá lo mismo, se sumaron como medida preventiva".

Todos los menores son ciudadanos estadounidenses, radicados en la mayoría de los estados del país y con padres provenientes de diversos lugares en Latinoamérica.

Una decisión difícil

Cecia Sosa, de 12 años, y su hermano de Ronald, de 9, -ambos de Pompano Beach, Florida- son dos de los niños del grupo en favor del cual la Fraternidad Americana interpuso la demanda contra Obama.

Su madre, de origen nicaragüense, fue detenida el 19 de diciembre pasado por agentes de inmigración cuando volvía a su casa desde la parada del autobús, tras dejarlos en la escuela, y podría ser devuelta a su país de origen esta misma semana.

"Todavía no sé lo que voy a hacer, aquí tengo a mis tías pero si se llevan a mi mamá yo creo que me voy a ir con ella", dijo Cecia a BBC Mundo.

"Esto es muy injusto y yo quiero hacer todo lo que pueda para ayudarla".

El papá de Cecia y Ronald también ingresó a Estados Unidos ilegalmente y actualmente permanece escondido ante el temor de ser apresado por las autoridades y deportado al igual que su esposa.

Nada personal

La demanda fue presentada contra el presidente Barack Obama por ser el máximo representante del gobierno de Estados unidos, un país que -según los querellantes- está violando "el derecho básico de estos niños a criarse en su entorno familiar".

Primero se aprovechan del servicio de estos inmigrantes que cortan los tomates y las cebollas que llevamos a nuestra mesa y después les pagan destruyendo sus sueños, su familia y su vida

Nora Sándigo
"No tenemos nada personal contra Obama -aseguró Sándigo- es más, yo creo que es la primera vez que sentimos tanta esperanza de que alguien nos dé una solución a este problema".

"Sabemos que él quiere reparar este sistema cruel e insensible, estas leyes crudas y sin sentimientos que tanto daño hacen a las familias hispanas".

"Primero se aprovechan del servicio de estos inmigrantes que cortan los tomates y las cebollas que llevamos a nuestra mesa y después les pagan destruyendo sus sueños, su familia y su vida", afirmó.

Según los demandantes, el hecho de que Obama pertenezca a una raza que ha sufrido la discriminación, que provenga de un padre inmigrante y que tenga hijas de la edad de muchos de los niños en riesgo de ser separados de sus padres lo pone en una posición inmejorable para entender sus padecimientos.

Laberinto legal

El abogado Alfonso Oviedo Reyes, encargado de presentar la demanda ante la Corte Suprema, dijo a BBC Mundo que lo que se intenta en primera instancia es desarmar la "trampa legal" que se montó para las causas que involucran a los inmigrantes.

Durante décadas se permitió regularizar su situación a los padres de niños con al menos siete años de residencia en el país, buen carácter moral y que podían demostrar que su deportación causaría un daño extremo a sus hijos, ciudadanos estadounidenses o residentes.

Se calcula que un millón de niños estadounidenses tienen padres indocumentados.
Pero en 1996, el Congreso estadounidense aprobó el estatuto 8UFC1252F, mediante el cual eliminó esa posibilidad y estableció que para todas las causas que tengan que ver con extranjeros no podía invocarse una "acción de clase" -es decir, una demanda colectiva- en los tribunales ordinarios.

El abogado se quejó de que "el problema es que no se puede recurrir a la Corte porque estos casos no están en su jurisdicción original, ni tampoco reclamar colectivamente a las cortes de distrito porque una ley lo prohíbe expresamente".

"En teoría los niños podrían recurrir uno por uno a la Justicia, pero el resultado no se aplicaría a los demás casos. Además, en el caso de estas familias trabajadoras, los costos de litigar contra el estado son prohibitivos, por lo que la única opción viable que tienen es una acción de clase (demanda colectiva)".

"Por eso, lo que le estamos pidiendo a la Corte es que desestime la ley del Congreso por inconstitucional y ordene a las cortes federales que acepten una demanda colectiva de los hijos estadounidenses de estos inmigrantes", detalló Oviedo Reyes.

Si logran que el tribunal Supremo autorice el procedimiento, el abogado estima que la demanda podría ampliarse a más de cinco millones de personas, tanto en el caso de niños como en el de ciudadanos estadounidenses con su esposo o esposa en riesgo de deportación.

Un reclamo similar fue presentado en 2007 contra el entonces presidente George W. Bush, el Departamentos de Justicia, el de Seguridad Interna y la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), pero en su momento fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, no por su reclamo de fondo sino por "cuestiones de forma".