7 de octubre de 2023

INICIO > EUROPA > Inglaterra

STEPHEN HAWKING: “CAPITALISMO ES MÁS PELIGROSO QUE LOS ROBOTS”

Reuter

22 de octubre de 2015

“Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá del modo en que las cosas se distribuyan”, concluyó el famoso físico británico, al contestar la pregunta de un usuario en un chat en el popular sitio Reddit (http://cort.as/Y9BK). “Lo peor no es perder la carrera, sino ni siquiera tener chance de participar de ella”, advirtió Hawking.

CAMBRIDGE, 10 (REUTERS) - La consulta que el internauta hizo a Hawking se refería a que la evolución tecnológica se presenta una amenaza para muchos empleos que hoy hacen los humanos.
Hawking advirtió que el capitalismo es un sistema que repele la distribución, y que el avance tecnológico agravará esa característica exponencialmente.

Hawking, sin embargo, señaló que las máquinas no son el problema, sino los que detentan su propiedad: “Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá del modo en que las cosas se distribuyan. Todo el mundo podría disfrutar de una vida de lujos y ocio si los bienes producidos por las máquinas son compartidos. Pero también podría pasar que la mayoría de personas acabaran siendo miserablemente pobres si los propietarios de las máquinas tuvieran éxito con sus presiones políticas en contra de la redistribución de la riqueza. Hasta el momento, la tendencia parece encarada hacia la segunda opción, propiciando que la desigualdad siga creciendo”, dijo.

Ayer, y, entre otras cuestiones, avisó de que la desigualdad económica podría acrecentarse hasta límites insospechados a medida que avance la automatización y los propietarios de las máquinas se nieguen a compartir su riqueza.

También economistas como Thomas Piketty señalaron que la economía basada en la ganancia del capital –como, por ejemplo, la Bolsa– crece mucho más rápido que la economía real, provocando que las clases trabajadoras no puedan seguir el ritmo de las clases ricas. Pero el problema que plantea Hawking todavía va más allá: las clases bajas no sólo no podrán seguir el ritmo, sino que ni siquiera tendrán trabajo para empezar.