7 de octubre de 2023

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LOS EMPLEADOS DEL PODER NO DICEN TONTERÍAS GRATUITAS.

Por: Eduardo Pérsico (*).

29 de septiembre de 2006

Luego de la defección del ejército de Israel contra el Hezbolá en el Líbano, se oyeron palabras equívocas o fuera de control de algunas personalidades públicas. Notorias fueron las pronunciadas por el mismo Papa católico en la universidad alemana de Ratisbona. Allí Benedicto XVI, ya se sabe apartado conceptualmente de Juan Pablo II, su antecesor, además de criticar a la yihad islámica cuestionó a la religión musulmana al releer un texto teológico según el cual los seguidores de Mahoma imponían su fe por medio de la espada. Un párrafo claramente político en el contexto actual de ‘choque de las Civilizaciones’; y aunque las arengas del actual Papa no las entiende ni dios, lo dicho repercutió de inmediato en el fundamentalismo islamita que hoy se erige más sensible que en los últimos siglos. Entre ellos hubo reacciones de dureza verbal ante lo dicho, extemporáneo, corajeadas de algún ultra sugiriendo represalias contra el Vaticano y por muchos desmentidos que el Papa intentara por la galería, la provocación eurocentrista quedó bien registrada y las consecuencias podrían ser inamistosas. No aconteció nada serio y en principio pareció un error protocolar, aunque enseguida el anterior presidente del gobierno de España, José María Aznar, atizó el fuego con un arranque de alta devoción hispanista y católica: ‘los musulmanes deberían disculparse por haber ocupado España durante ocho siglos, que ante ellos hoy sólo cabía un triunfo o una derrota y qué esa ‘Alianza de Civilizaciones’ significaría a los europeos una especie de rendición’. Palabras más o menos, lo dicho por el español no fue casual y a poco de andar sus dichos perdieron soltura ni bien le advirtieron que de haber sido así, sin los moros desde Ceuta al otro lado del Gibraltar, los católicos se hubieran privado del número cero, la trigonometría, el álgebra, el arco de medio punto y hasta el ajedrez, más otros inocuos matemáticos que a él, seguramente, no lo inquietan demasiado.

Además, a esta idea de tensar al límite la cuerda con el mundo árabe musulmán, con posible guerra santa y choque de civilizaciones inclusive, se sumó otro resumen de frases peregrinas en la pieza oratoria que brindara el presidente norteamericano ante la UN, con la cual recorrió el arco de conflicto en Medio Oriente y sus alrededores. Según George W.Bush, ‘responsable de orientar a la humanidad toda hacia la libertad’, habrá una inmediata instalación de un gobierno democrático en Irak, la pronta terminación de la guerra en Afganistán consolidando una forma representativa a la manera de Occidente, se aplicarán correctivos al plan de desarrollo nuclear en Irán, se acabará la complicidad de Siria con el terrorismo, que no entiende razones, y al pasar también desflecó un párrafo hacia Latinoamérica, región que atenderá ni bien tenga tiempo.

Así, aunque en semejantes ciénagas intelectuales flotan estos personeros del verdadero Poder capitalista, lo que dicen o auguran no son brulotes ajenos a su constante libreto. Los que Mandan, con sus gigantescas razones económicas marcan el rumbo a seguir y en sus laberintos discursivos y políticos ocultan el objetivo verdadero. Y para ello, nada mejor que los discursos desparejos de sus empleados, en este caso con tanta reiteración al no reconocimiento del Otro, a la cultura y los hábitos ajenos mientras se tenga superioridad de fuerza. Asunto que se repitiera en el mismo descubrimiento y conquista de América con la cruz y con la espada, parecida a la de Mahoma. Hoy, en una instancia ciertamente intranquila, las manías de estos discurseadotes secundarios viene cargado de superioridades y eurocentrismos maniqueos, de bajísimo cociente y aires de una inteligencia tan presuntuosa que al menos, resulta decadente. La humanidad exige un tratamiento de los conflictos más científicos, con apreciaciones más serias de la realidad y de la historia, - conocimientos que existen, muchachos- pero al menos sean menos frívolos, enuncien ideas menos ramplonas y escolares, y cuando abran la boca no rebuznen..

Es evidente que en esta lucha el capitalismo está jugado en tomar todas las barajas del juego. Nadie elude esta certeza de globalización a fondo y ya mismo, pero entre los encargados de exponer esta finalidad del sistema aparecen tipos enmarañados en su propia neblina de aficionados. Durante el intento de llegar hasta el río Litani, en el Líbano, Israel desestimó el poder de fuego de Hizbolá y así le fue; ese no es un dato menor y el mismo Poder pareciera ignorar la seriedad de una instancia que puede terminar trágicamente. Digamos que el asunto mucho tiene que ver con la ignorancia y a propósito de lo mismo, un historiador inglés de paso por España en setiembre del 2006, Eric Hosbown, explicó que los países con mayoría en la fe musulmana no fueron agresivos en los últimos doscientos años y que cuanto acontece no puede despacharse con cuatro frases religiosas; en alusión al Papa; ‘y en cuanto el mundo cambió por la globalización agravando las injusticias sociales entre pobres y ricos, deberíamos saber que los suicidas que hacen atentados no actúan sólo religiosamente sino que enfrentan de un modo radical a la dominación extranjera’. Una idea muy compleja para los tres personajes nombrados que cumplen su rol arremetiendo adonde sea, y ciertamente insultan a la inteligencia en general. Y aquí nos permitimos un breve renglón, marginal por cierto: entre delincuentes ‘perdió por gil’ alude a quien creyó que los demás eran todos ‘giles’, y así le fue.

Sobre el desconocimiento del Otro, y con esa alienación imperdonable de los invasores existen cientos de documentos que describen sus modos arbitrarios de encarar la integración. Todo pensamiento colonialista es de superioridad, el ángulo visual del poderoso es de una secular miopía y Hernán Cortés, deslumbrado por la ciudad azteca de Tenochtitlán, en una carta dirigida al rey Carlos V se permitía decir que semejante belleza era ‘difícil de atribuir a esta gente tan bárbara y tan apartada del conocimiento de Dios y de la comunicación de otras naciones de razón’. En tanto diferentes, para Hernán Cortés y sus iguales, otra cultura, otro universo simbólico diferente equivalía a inferioridad, salvajismo y primitivismo, en tanto por esa asimetría óptica él suponía pertenecer a la civilización superior. Por siempre, los colonizadores de cualquier tipo y región entienden su encuentro con hábitos distintos desde la dominación y el sometimiento del Otro, y para evitar resquemores nombrando algún tratadista de Monte Chingolo o de Barracas al Sur, que conocemos, transcribimos al antropólogo francés George Balandiers en “Teoría de la descolonización”, 1973: ‘una sociedad industrializada, mecanizada, de intenso desarrollo y de origen cristiano, se impone a una sociedad de economía ‘atrasada’ y simple, cuya tradición religiosa no es cristiana. Esta relación antagónica siempre es resuelta por la sociedad desarrollada con el uso de la fuerza’. Porque ese encuentro entre culturas distintas o alianza de las civilizaciones, para las potencias capitalistas implica una entrega de los demás; los otros; a sus imposiciones políticas, económicas y al fin culturales, en tanto el inevitable proceso de expansión capitalista para subsistir como tal hace que las potencias hegemónicas posterguen sus diferencias. Durante el mayor auge del colonialismo feroz, las potencias imperiales de Europa pese a sus enfrentamientos, a veces armados, guardaban en común la alteridad radical respecto a los pueblos sometidos. ¿Alguien registra algún altercado jurídico entre la potencias por transgredir los derechos humanos de las colonias..? No, en cuanto la histórica expansión capitalista se basó en la concepción que tenía del mundo el conquistador; civilizado o primitivo, europeo o no, superior o inferior; más semejante idea deshumanizada por el desprecio del dominador y la ignorancia y el temor del dominado, fue construido hasta nuestros días en la supuesta superioridad de Occidente. Donde a pesar de Galileo y su cosmología, los sacerdotes siguen subordinados al Papa, los siervos a sus señores y si el Vaticano lo permite, volvamos a la esclavitud lícitamente si total la tierra aún no gira alrededor del sol. Una flor de idea para el Poder que oculta mensajes más densos y peligrosos en las últimas bufonadas ‘primitivas y salvajes’ de sus más notorios empleados.

Nota:

Eduardo Pérsico, narrador y ensayista, publicó cuentos, seis novelas, algún poemario y la tesis “Lunfardo en el Tango y la Poética Popular”. Nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina. Es un permanente colaborador de Argenpress, de El Diario Internacional, y de otros medios de comunicación.