7 de octubre de 2023

INICIO > LATINOAMERICA > Perú

PERU: PARLAMENTO GROTESCO Y MAFIOSO

Por: Luis Arce Borja.

30 de julio de 2016

La primera presentación de los 130 parlamentarios electos para el periodo 2016-2021, fue un espectáculo lamentable que muestra la ruina política del Perú. Los parlamentarios, que ridículamente se hacen llamar “padres de la patria”, incluidos los de “izquierda”, juramentaron ceremoniosamente sus cargos ante la autoridad de Kenji Fujimori, hijo del mafioso y criminal Alberto Fujimori.
El montaje estuvo a la altura de un Perú hundido en la corrupción más espantosa de su historia donde las bandas políticas se turnan para dirigir el parlamento y el gobierno. De los 130 parlamentarios, once de ellos tienen procesos penales por narcotráfico, lavado de dinero, estafas, y otros delitos. A partir de esta juramentación, estos delincuentes, contarán con inmunidad parlamentaria y nunca serán sancionados. Diez de estos parlamentarios con prontuario policial, pertenecen al grupo político de Keiko Fujimori.

La juramentación de estos parlamentarios (el 22 de julio) es como si habría salido de un libreto cinematográfica sobre mafias y gánsteres. Kenji Fujimori, hijo del padrino Fujimori, presidió la juramentación de los inquilinos del congreso. Este personaje, aparte de ser hijo del ex presidente actualmente en prision, está acusado por la justicia peruana de narcotráfico. El 11 de marzo del 2013 la policía peruana, encontró 100 kilos de cocaína pura en un almacén de la empresa LIMASA. Esta empresa, en teoría brinda servicios de almacén, pero en la práctica se dedica al narcotráfico. Uno de los principales accionistas y directivos de esta empresa, no es otro que el actual parlamentario Kenji Fujimori.

Como lo han señalado diferentes analistas, el narcotráfico no es algo raro en la familia Fujimori. El tronco mafioso comienza con Albero Fujimori. Este desde 1990 junto a Vladimiro Montesinos y a una centena de oficiales, entre ellos coroneles y generales del ejército, amasaron inmensas fortunas con el negocio del narcotráfico internacional. Entre 1990 y el 2000, Fujimori y Vladimiro Montesinos, se ligaron a los más grandes narcos del Perú y del extranjero. Por ejemplo, el diario Universal de México dio cuenta en 1998 del negocio de 18 toneladas de cocaína entre el gobierno de Fujimori y el poderoso cartel de la droga de Tijuana en México.

Fujimori y Montesinos ampliaron sus negocios en el narcotráfico con la consolidación del Narco-Estado que había comenzado durante el gobierno de Alan García Pérez en 1985. Este sistema de estado-narco es protegido por las fuerzas armadas y cuenta con la complicidad de un poder judicial corrompido. Durante el fujimorismo (1990-2000), no había límites para hacer desde el Estado grandes negocios de cocaína. En 1997 se descubrió en el avión presidencial 196 kilos de cocaína. Los barcos de guerra, y los helicópteros del ejército, servían para transportar al extranjero clorhidrato de cocaína. Vladimiro Montesinos, asesor personal de Fujimori y jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, almacenaba toneladas de dólares del narcotráfico en viviendas clandestinas alquiladas en Lima expresamente para este fin. Un conocido narco peruano, conocido con el apelativo de Vaticano, acuso a Montesinos de cobrar 50 mil dólares por cada vuelo de avioneta cargada de droga que salían de los pequeños aeropuertos de la selva controlada por la policía y el ejército.

El narco-estado está bien vigente y ha sido heredado por los que ahora están el parlamento, en el gobierno y en el poder judicial. La misma Keiko Fujimori, hija de Fujimori y ex candidata a la presidencia del Perú está acusada de haber recibido financiamiento de personajes del narcotráfico. Por ejemplo, Luis Calle Quirós, un individuo ligado al narcotráfico internacional, ha sido uno de los financiadores en 2011 de la campaña electoral de la hija de Fujimori. Como lo anota un medio del Perú, el 29 de octubre del 2013, Luis Calle Quiroz, fue acusado por el Departamento del Tesoro de los EE.UU como "capo de una organización extranjera dedicada al lavado de fondos del contrabando de drogas”.

Este Perú hundido en la inmundicia de las mafias no cambia con la llegada al gobierno de Pablo Kuczynski. La continuación del actual sistema no está en discusión. Solo para mencionar algunos ejemplos relacionados al nuevo gobierno peruano: Fernando Zavala es el presidente del Consejo de Ministros del flamante gobierno que acaba de tomar posición. Zavala, ha sido alto funcionario del fujimorismo en 1995, y se convirtió en ministro de finanzas en el gobierno del corrupto Alejandro Toledo (2001-2006). O también el caso de Mariano Gonzáles, quien ha sido nombrado en el ministerio de defensa. Este ministro viene de las canteras de Ollanta Humala. Gonzales ha sido alto funcionario en el ministerio del interior y jefe de gabinete en el ministerio de defensa del gobierno anterior. Otro caso es Carlos Basombrío, quien acaba de ser nombra ministro del interior. Este personaje fue entre el 2001 y 2003 jefe de asesores del ministerio del interior durante el gobierno de Alejandro Toledo.