7 de octubre de 2023

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CORRUPCIÓN EN PERÚ: LA PRIMERA DAMA Y EL CORRUPTO BELAÚNDE LOSSIO

Por: Rogelio Núñez ( Infolatam)

24 de abril de 2015

En la foto publicada por “Perú.21” aparecen Nadine Heredia y Belaunde Lossio en una reunión social, realizada en el hotel “El Pueblo” el domingo 27 de noviembre del 2011.

El gobierno de Ollanta Humala estaba ya muy mermado políticamente desde hace unos meses. Ahora, un escándalo, el relacionado con Martín Belaúnde Lossio, se ha convertido en un misil en la línea de flotación del ejecutivo.

Falta un año y medio para las elecciones presidenciales de 2016, pero el gobierno de Ollanta Humala luce agotado.

A los bajos índices de popularidad, la inexistencia de una figura que pueda dar continuidad al proyecto y a la pérdida de la iniciativa política se une ahora un escándalo que le toca muy de cerca y ante el cual no está sabiendo reaccionar con agilidad.

Augusto Álvarez Rodrich en el diario La República retrata muy acertadamente la situación: “Humala estaría cometiendo un grave error si –como lo refleja su actitud– sigue actuando como si la creciente crisis de credibilidad que está sufriendo su gobierno se fuera a disipar con el simple paso del tiempo… está sufriendo el gobierno es, precisamente, una crisis de credibilidad y confianza que es creciente y cuyas consecuencias pueden ser muy graves para lo que queda de esta administración. Dicha crisis de credibilidad obedece a la sospecha razonable y legítima –por todo lo que se está conociendo cada día que pasa– de que Palacio de Gobierno está protegiendo al prófugo Martín Belaunde Lossio”.

¿Quién es Martín Belaunde?

Se trata de un empresario que fue clave para la financiación del Partido Nacionalista de Humala en las elecciones de 2011 que llevaron a la presidencia al actual Jefe del Estado.

Fundó el diario limeño La Primera plataforma desde donde apoyaba a Ollanta Humala y César Álvarez, presidente regional de la provincia de Ancash. Además todas sus acciones las oculataba por medio de una empresa falsa.
undó el diario limeño La Primera (ahora Diario Uno), desde donde apoyaba a Ollanta Humala y César Álvarez, presidente regional de la provincia de Ancash. Además los apoyaba con una empresa falsa —Ilios producciones SAC— para mantener oculta la labor de edición de información y demás actividades ilícitas de espionaje. – See more at: http://diarioelmirador.com.ar/17774/ex-asesor-de-humala-manipulaba-licitaciones-para-favorecer-empresas-amigas.html#sthash.MfLtXxJ2.dpuf

¿De qué se le acusa?

De haber tejido gracias a sus conexiones con el poder, una amplia red nacional de contratación de obras pública en favor de empresas vinculadas a él.

Un tribunal ordenó en mayo la detención de Belaunde Lossio por la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita, lavado de activos y peculado (mal uso de fondos públicos).

El empresario, desde entonces prófugo y en paradero desconocido, ha sido acusado de varios delitos.

Entre ellos destaca el de gestionar intereses de empresas particulares para adjudicarles contratos con el Estado y con gobiernos regionales, mientras él obtenía beneficios económicos.

Belaúnde Lossio actuaba desde un centro operativo conocido con el significativo nombre de La Centralita. Esta oficina le servía al expresidente regional de Ancash, César Alvarez, para hacer espionaje a sus rivales políticos.

¿Por qué afecta al gobierno de Humala?

El gobierno de Humala no ha actuado con especial habilidad en todo este caso en el que existen acusaciones de que la familia presidencial (en especial Nadine Heredia) amparó y protegió la actividades de Belaunde Lossio.

Primero fue el silencio sepulcral y luego indicios de intervencionismo en favor del prófugo. Se señala que el ministro de Justicia, Daniel Figallo, habría presionado a la procuradora Yeni Vilcatoma para que Belaunde Lossio pudiera acogerse a la figura de colaborador eficaz.

En diálogo con RPP Noticias, admitió que sí habló con Vilcatoma sobre el caso (la conversación está grabada) pero que en ningún momento le da indicaciones para que se haga algo específico a favor el exasesor de campaña del presidente.

“La eventual captura de Belaunde Lossio constituye una pesadilla para la pareja presidencial. Aunque Nadine Heredia públicamente ha tomado distancia, acusando a Belaunde de haber utilizado un supuesto respaldo de la pareja presidencial para realizar sus turbios negociados, hay hechos que muestran un importante involucramiento entre Belaunde, Humala y Heredia”, apunta el analista Nelson Manrique.

“¿En el audio sale una declaración mía o una imprecación mía diciendo a la procuradora “oiga si le corresponde, haga esto? En ningún momento digo yo, si le corresponde”, ha dicho Figallo.

Como señala el analista Fernando Tuesta al diario Trome, “hay silencios, hay actos. Sobre todo con el tema del exprocurador anticorrupción (Christian Salas), que no hacen sino abonar las sospechas sobre la relación, no ya de la campaña que se conoce, sino posterior a ella… pudo tener el aval, en algunas cosas; y en otras, simplemente, haber tomado su nombre, suele ocurrir. Además, hay mucha gente que toma el nombre del jefe, del titular, etc., para hacer fechorías también”.

La consecuencia ha sido que el Congreso de Perú aprobó conformar una comisión especial que investigará las presuntas actividades irregulares de Belaunde Lossio durante su campaña para las elecciones del 2006.

“Nosotros no tenemos nada que ver con este señor. Trabajó para la campaña y luego cada uno tomó su camino. Los que deben responder son los gobiernos regionales”, se ha defendido el propio Humala.

Sin embargo, la maraña que envuelve a este asunto no hace sino complicar aún más al gobierno.

“La eventual captura de Belaunde Lossio constituye una pesadilla para la pareja presidencial. Aunque Nadine Heredia públicamente ha tomado distancia, acusando a Belaunde de haber utilizado un supuesto respaldo de la pareja presidencial para realizar sus turbios negociados, hay hechos que muestran un importante involucramiento entre Belaunde, Humala y Heredia”, apunta el analista Nelson Manrique.

Así pues, Ollanta Humala entra en 2015 mucho más debilitado que hace un año. Debilitado políticamente, con una economía en ralentización y una sensación generalizada que ya es un “pato cojo”.