7 de octubre de 2023

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Brasil: corrupción gubernamental y la democracia de bandidos

El Diario Internacional.

4 de marzo de 2015

Lula, no solo ha sido el propulsor de Dilma Rousseff, actual presidenta de Brasil, sino que el mismo se sentó en el sillón presidencial de este país. Lula de la misma forma que Dilma Rousseff, solo están al servio de las grandes transnacionales y de las potencias imperialistas mundiales. Más de 70 millones de pobres brasileros, y los cientos de crímenes que cometen cotidianamente los terratenientes contra los campesinos, son apenas algunas de las muestras de la “democracia” que defiende el farsante Lula.

Por ello, toda la propaganda sobre Lula y la defensa de la democracia en Brasil, resulta una falsedad total. Lula ni Dilma Rousseff, han hecho absolutamente nada para llevar la democracia a este país. La delincuencia, la pobreza, la desigualdad, el enriquecimienbto ilegal de los ricos, la corrupción gubernamental, las coimas en el gobierno, la violenta represión policial contra la población, hace parte de la “democracia” defendida por Lula y esa mujer que se llama Dilma Rousseff.

Telesur, acaba de publicitar que Lula en un acto publicó salió en “defensa de la empresa estatal petrolera”, mismo que señaló que “no se debe juzgar a Petrobras por los errores de un grupito de personas”.

“El expresidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva hizo un llamado a los brasileros a defender a la empresa petrolera estatal (Petrobras) y la democracia de ese país ante los intentos de una élite de acabar con las conquistas sociales alcanzadas en los últimos años. Da Silva criticó a los sectores de oposición y medios privados de comunicación por hacer acusaciones sin pruebas y querer condenar sin juicios. Acusó a la prensa de emplear la teoría de repetir muchas veces una mentira para convertirla en verdad”.

En referencia a la empresa petrolera, enfatizó que esa compañía representa la democracia y reprochó los intentos de desprestigiar a Petrobras por los errores cometidos por un grupo de 50 personas, cuando la parrilla de empleados es de 86 mil.“No se puede juzgar a Petrobras por un grupo de personas”, dijo Lula quien hizo un llamado a los ciudadanos a mantener la cabeza erguida y expresar su orgullo por Petrobras, que se transformó en una de las mejoras entidades de América La tina y del planeta.

Pero, el problema no es como dice Lula y sus compinches. La corrupción en la petrolera de Brasil, es mucho más que una simple corrupción de funcionarios. Como han dicho diversos medios, este problema, o mejor dicho el e”escándalo de Petrobras entró en el terreno político brasileño”
PL

La red de corrupción en Petrobras que envuelve a exdirectivos de esa empresa y ejecutivos de entidades privadas se amplió hoy al campo político, con el pedido de la fiscalía de indagar a diputados y dirigentes de partidos.

El procurador general de la República, Rodrigo Janot, solicitó anoche al Supremo Tribunal Federal (STF) investigar a 54 políticos con fueros por presunta implicación en un esquema de desvío de dinero y contratos inflados con la petrolera estatal.

Los pedidos de pesquisas fueron entregados al magistrado del STF Teori Zavascki, a cargo de este caso, denominado Operación Lava Jato, quien deberá dar el visto bueno a las pesquisas y otorgar el permiso para divulgar los nombres de los involucrados.

Quedó ahora en manos del Supremo Tribunal la decisión de difundir quienes son los políticos envueltos en estos ilícitos.

Aunque se desconocen los integrantes de esa lista, trascendió que son parlamentarios, dirigentes de partidos aliados del Gobierno y de la oposición, así como un gobernador.

Declaraciones realizadas a la justicia federal por el exdirectivo de Petrobras Paulo Roberto Costa y divulgadas por rotativos nacionales revelan que los líderes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, aparecen como presuntos beneficiados de las propinas repartidas de contratos inflados.

Tanto Calheiros como Cunha, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, negaron cualquier vinculación con este escándalo.

Las investigaciones de la justicia, iniciadas en marzo último, denotan la existencia de una red de corrupción desde hace más de una década, en la cual constructoras nacionales y extranjeras se repartían los contratos con la petrolera nacional, alteraban los presupuestos y se repartían los fondos obtenidos de manera irregular.

Según el esquema montado, esas entidades y sus ejecutivos conspiraron con empleados de la compañía estatal para defraudar a la principal y mayor compañía de Brasil. Se estima que las pérdidas por estos ilícitos suman 10 mil millones de dólares.

Hasta la fecha, la Policía mantiene en prisión a un grupo de empresarios que se presume participaron en estos ilícitos con Petrobras y liberó a otros que acordaron colaborar a cambio de penas menores de prisión.

Con la entrega de los nombres de políticos al STF, las pesquisas sobre este escándalo entran en una nueva etapa que podría afectar la imagen de partidos y de órganos del poder federal.

El ministro de Defensa, Jaques Wagner, reconoció en días pasados que la extensión de las pesquisas sobre este caso al escenario político generará turbulencia y por ello pidió calma y tranquilidad en el país.

No demando la quietud de la omisión, pero sí que las investigaciones corran aparte de la actividad normal de la nación, aseveró.