7 de octubre de 2023

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“SOCIALISTAS” EN FRANCIA FINANCIAN OPOSICIÓN ARMADA EN SIRIA.

Luis Brizuela Brínguez (PL)

5 de diciembre de 2012

La reciente decisión del gobierno francés de otorgar 1,2 millones de euros con vista a financiar la oposición armada en Siria, sumada a los aportes de otros países, cuestiona la actuación de un Estado para imponer cambios políticos en otro de manera arbitraria.

La cifra, unos 1,5 millones de dólares, engrosa las arcas de la Coalición de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición siria (Cnfros), engendrada el 11 de noviembre en Doha, Catar, como sustituta del otrora Consejo Nacional Sirio (CNS) y principal coalición opositora al gobierno del presidente Bashar Al Assad en el exterior.

Meses atrás, un informe del CNS reveló las asignaciones recibidas de varias naciones. Según el documento, cinco millones de dólares llegaron de los Emiratos Árabes, 15 millones de Catar y 20,4 millones de Libia.

De esos más de 40 millones, 29,7 fueron gastados en la ayuda a los refugiados y para apoyar "el movimiento revolucionario" en Siria. El resto correspondió a los "gastos administrativos y de comunicaciones", indicó el texto.

Faisal Miqdad, vicecanciller sirio, recordó que Estados Unidos asignó hasta la fecha 160 millones de dólares en ayudas a la oposición siria, trasferidos a sus destinatarios a través de varias ONG internacionales.

Analistas políticos refieren que lo anterior serían solo las cifras de financiación públicas, pues es conocido que los sofisticados armamentos, municiones, vehículos de transporte y artillados, medios de comunicación y otros avituallamientos de los cuales disponen los rebeldes, provienen de dichas potencias.

El gabinete del gobernante socialista François Hollande, el primero de la Unión Europea en reconocer a la Cnfros como "único representante legítimo del pueblo sirio", esgrimió que los 1,2 millones de euros constituyen un aporte de su país como "ayuda humanitaria", al tiempo de mostrarse partidario de entregar armas a los insurgentes.

"Francia se oponía a los envíos de armas mientras no estaba claro si llegarían allí donde son necesarias y deseadas. Una vez que la coalición forme un Gobierno legítimo, el tema volverá a plantearse a todos los países que reconozcan ese Gobierno", apuntó Hollande.

Aunque el Ejecutivo galo alegó oponerse a una intervención militar en la nación levantina dejó entrever, no obstante, que impulsará abiertamente un cambio de régimen allí.

"Una intervención podría tener lugar únicamente por resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que hoy no está dispuesto a ello, entre otras razones porque Rusia se opone. Por eso actuaremos en defensa de la población civil", señaló.

El gobierno sirio calificó la creación de la Cnfros y la asistencia financiera de potencias occidentales y del Medio Oriente como una declaración de guerra contra el país, puesto que los grupos que conforman la alianza rechazan cualquier diálogo con el gobierno de Al Assad.

La mayoría de los grupos que integran la oposición siria recurren a métodos violentos para lograr sus objetivos, constatan reportes de prensa.

En los últimos meses, ante la ofensiva gubernamental, desarrollaron la táctica de mezclarse entre la población civil para atacar objetivos militares, además de cometer saqueos, profanación de lugares religiosos, intimidación, secuestro y asesinato de personas.

Han lanzado proyectiles de mortero contra barrios residenciales casi a diario, y colocado coches bombas, petardos y otros artefactos explosivos, los cuales cobraron la vida de miles de ciudadanos que no vestían uniforme militar.

Incluso resulta comprobable que miembros de la red Al Qaeda, la misma organización que los franceses combatieron en Afganistán como parte de las fuerzas de la OTAN, bajo el pretexto de la lucha global contra el terrorismo encabezada por Washington, han montado su base de operaciones en territorio sirio, integradas a las fuerzas opositoras.

Previo a visitar París, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, calificó de jurídicamente inaceptable la decisión del gobierno francés de apoyar a la oposición siria y demandar el levantamiento del embargo de armas a los irregulares.

De acuerdo con los principios del derecho internacional aprobados por la ONU en 1970, ningún Estado debe adoptar medidas para derrocar por la fuerza a un gobierno de un tercer país, recordó Medvedev el 26 de noviembre, en una entrevista al diario galo Le Figaro.

Numerosos políticos, académicos, analistas y reconocidos periodistas concuerdan en que el conflicto que sacude a la nación del Medio Oriente desde hace más de 20 meses podría extinguirse en cuestión de semanas, quizás unos pocos meses, si se detiene el apoyo directo a los insurgentes armados.

El portavoz de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast, afirmó en una entrevista difundida por medios de comunicación persas que, no obstante, los actores occidentales se niegan a dialogar, apoyan a los armados y quieren realizar una intervención en la nación levantina, con el objetivo de implementar agendas y metas ocultas.

En un reciente artículo, el periodista chileno Juan Francisco Coloane acusó a potencias occidentales de respaldar el terrorismo como instrumento de presión contra Siria lo cual, aseveró, también convierte al derecho internacional y el multilateralismo en dos grandes víctimas de la aventura de derrocar un gobierno elegido por el pueblo.

Debe recordarse que el presidente Bashar Al Assad, a quien Occidente acusa de dictador, fue reelegido para su cargo en 2007 con el 97 por ciento del voto popular.

Si lo anterior resultara insuficiente, bastaría recurrir al sentido común para cuestionar la pretendida ayuda que París y otras capitales ofrecen a quienes luchan a brazo partido por obtener el control de Damasco y cambiar el sistema político de la nación.

¿Cómo reaccionarían el Elíseo y el pueblo galo, si un gobierno extranjero -por ejemplo, la propia Siria-, decidiera otorgar varios millones de dólares para sacar del poder a Hollande, elegido en las urnas por una mayoría de la población?.