7 de octubre de 2023

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CARLOS TAPIA Y LA IZQUIERDA FUJIMORISTA EN PERU

Por: Gabriel Adrián (El Diario Internacional).

28 de septiembre de 2012

Carlos Tapia dirigente de la izquierda peruana y propietario de una ONG ha dicho: “A Ollanta Humala le conviene indultar a Fujimori en este momento”

La versión fujimorista de Tapia pinta de cuerpo entero como parte importante de las élites peruanas están preparando el indulto a Fujimori. Desde hace algún tiempo está en boca de los medios y políticos de todos los colores el tema del indulto a Fujimori. Que el fujimorismo se encuentra vigente no sólo en la prensa chicha ni en su partido sino en la llamada prensa seria y en partidos de otras bancadas es evidente al observar como se aborda el tema. Que los fujimoristas reclamen la libertad de su líder no tiene que sorprenderle a nadie. Pero que toda la prensa y las bancadas políticas, siendo Ollanta Humala uno de sus principales voceros, sugiera lo prudente, incluso lo necesario de un indulto al asesino Fujimori refleja solamente que hay vasos comunicantes, acuerdos y deudas pendientes entre el fujimorismo y toda la clase política peruana, izquierda incluida.

La nota más patética la pone el izquierdista Carlos Tapia que en una entrevista dada al canal N hace de apologeta solapado del indulto a Fujimori. Trata de presentarse como un analista neutral, objetivo y desliza una serie de comentarios que sólo hacen crear opinión pública en favor del indulto. Tapia dice cosas como “la mayoría de los peruanos estarían de acuerdo con el indulto”, “a Humala le convendría indultarlo (a Fujimori) ahora”, “no soltarlo ahora significa victimizar más a Fujimori y la gente va a decir por qué Humala no le da el indulto”, “cada vez que lo muestran (a Fujimori) se va a ver que le han cortado un pedazo más de lengua y va a dar más pena”, “Humala quedaría bien concediéndole el indulto a Fujimori”. Estas declaraciones no pueden ser expresiones más firmes de una campaña orquestada en favor de Fujimori. Tapia no emite ningún juicio jurídico o de valor sobre el indulto. No dice que no se puede indultar a Fujimori porque ha sido condenado por delitos de lesa humanidad o que indultar a Fujimori sería una bofetada a las víctimas de los asesinatos y masacres que el ordenó, una burla contra tantos peruanos que vieron como desvalijaron el Estado robándose el dinero de todos los peruanos. Tapia no dice no pueden indultar a un Presidente que dirigió quizás el gobierno más corrupto de la Historia republicana y que hizo del criollismo y la pendejada la cultura nacional.

En realidad, no sorprende que Tapia se ponga los hábitos del fujimorismo. Este personaje ya ha mostrado sus cercanías al régimen. Durante el gobierno de Fujimori, Tapia fue asesor en materia antisubversiva. Fue conferencista y consultor en el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM). Aconsejaba a los militares como eliminar más eficientemente a los guerrilleros de Sendero Luminoso y del MRTA. Aspiró a ser ministro del Interior y con elo pretendió hacerse pagar por el apoyo que dio a la candidatura electoral de Alberto Fujimori. En el 2006 cuando Ollanta Huamala comenzó a repuntar en la carrera a la presidencia, Carlos Tapita al vuelto se subio al caro y dijo: “yo voto por Humala”. Desde su ONG "Centro de Promoción y Desarrollo Poblacional" ha asesorado y apoyado los planes militares contrainsurgentes desde los años 90. Tapia, como propietario de ONG y desde Izquierda Unida, fue promotor de las rondas campesinas y rondas urbanas que las Fuerzas Armadas utilizaron como carne de cañón para enfrentas a la guerrilla maoísta. Un político que se reputara de izquierda no puede sostener una política de masacres y asesinatos que ha sido la política contrainsurgente del Estado peruano.

A un político que se repute de izquierda le corresponde oponerse a tal campaña, le toca decir que tal indulto viola tratados jurídicos internacionales como el de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A Tapia le corresponde decir que ese indulto sería un legado nefasto para la formación de una idiosincracia política en la población. Ese indulto sería decirle a la gente, “no es tan malo robar y asesinar porque al final sales libre”. Un político que se repute de izquierda no puede hacerle el juego al fujimorismo, a una de las peores lacras que ha dado la ya hedionda clase política peruana. Pero, es que Tapia es uno de los representantes de esa hedionda clase política peruana, una clase política sin ética, sin principios y sin compromiso alguna con las mayorías expoliadas de nuestro país.

Y es este Tapia que está a la cabeza del grupo llamado izquierdista “Fuerza Ciudadana”. Es otro experimento más de esa izquierda callosa y mendiga del Estado que está condenada al fracaso. La izquierda parlamentaria peruana llegó tener 30% de los votos en los años 80 y puso un alcalde en la capital. En el lapso de unos años esta izquierda se vino en caida libre. ¿Gracias a qué? A una política errada y a la traición de sus dirigentes que se interesaban principalmente por ganarse un puestito en el Parlamento, en el Estado. Y esta prácticas se la trasmitieron a sus dirigentes de base que estaban más interesados en tener un cargo en la administración de comedores populares en las barriadas que movilizar a las masas contra un Estado explotador y genocida. Y estas prácticas calaron entre los izquierdistas académicos, entre la izquierda barranquina y caviar, que se apuntaron sus plumas a conseguir un puesto en alguna ONG con financiamiento gringo o europeo para ganar bien. Cuántos de ellos han trabajado en proyectos financiados por la Fundación Ford o por USAID, agencia de la CIA. Es esta izquierda, pues, que intenta reciclarse por enésima vez con Tapia a la cabeza. Fracasara por enésima vez porque Tapia ya lo muestra, que es funcional al Estado peruano y a sus élites. Tapia mostrándose una vez más como un tipo despreciable le hace la camita a Fujimori, hace una campaña soterrada por su liberación. Y con gente como Tapia cree la izquierda legal que va a construir un proyecto de izquierda. Por favor. Esperemos la bofetada del pueblo en las primeras elecciones que participen.