7 de octubre de 2023

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OLLANTA PONE LA CABEZA EN LA GUILLOTINA

Por Arturo Muñoz (Perú).

24 de noviembre de 2011

(Tiempo Nuevo). Un punto de vista, que necesariamente no compartimos, de los movimientos de izquierda peruanos ante las recientes declaraciones del presidente Humala, publicado por el blog Candela Candela369@gmail.com

A su regreso de la reunión de APEC, Ollanta Humala atacó al movimiento en defensa del agua de Cajamarca, movimiento numeroso, compuesto por diferentes clases sociales, cuenta con el apoyo de casi todas las organizaciones políticas de la región. La demanda de la Plataforma Interinstitucional Celendina es la paralización definitiva del proyecto Conga de la Minera Yanacocha, propiedad de Newmont Mining Corporation (51,35%), Compañía de Minas Buenaventura (43,65%) e International Finance Corporation – IFC (5%), al estar el proyecto Conga ubicado en la cabecera de cuenca, donde hay lagunas las cuales dan origen a varios ríos y proveen de agua a miles de familias rurales.

Humala sin medir las consecuencias de sus declaraciones, pues instituciones como la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, la Red de Municipalidades Rurales del Perú, reconocidos especialistas ambientalistas se pronunciaron en apoyo al movimiento cajamarquino; sin tomar en cuenta la zonificación ecológica y económica realizada por el Gobierno Regional de Cajamarca, en un periodo de 4 años con la participación de especialistas y con mucha inversión, la cual declaró la zona del proyecto no apta para la explotación minera. Con todos estos agravantes, a su regreso de APEC, luego de reunirse con capitalistas mineros, Ollanta desenvainó la espada contra el pueblo cajamarquino.

En respuesta a la amenaza presidencial, la población local de Cajamarca y, aún más, el pueblo peruano en general, cansados de caudillos sin palabra, pues en la campaña electoral Humala dijo estar a favor de mantener el agua pura para el uso agrícola y humano antes que explotar oro, el pueblo lo ha tildado de pro capitalista minero. Es decir Ollanta ha puesto su cabeza en la guillotina, pues sin el apoyo de la mayoría patriótica que lo llevó al poder, su salida de la presidencia por acción del movimiento social agitado por la derecha y la izquierda es cuestión de meses, como le sucediera al general Lucio Gutiérrez en Ecuador, quien traicionó al movimiento campesino ecuatoriano.

Persistir en la conformación de un Gobierno Patriótico

La Nueva Mayoría Patriótica en una parte se siente decepcionada por el viraje derechista de Ollanta Humala, otro sector declara haber votado por Ollanta como el mal menor ante los candidatos de la derecha y era previsible su entrega al poder económico y político del gran capital. Luego de haber pasado los 100 días con una aprobación aceptable del 57%, su popularidad se viene a pique en los sectores más duros de soporte con los cuales contaba.

Sin embargo el fracaso del gobierno de Humala al no poder frenar los abusos del neoliberalismo (no pago de impuestos por las transnacionales, continúa campante la corrupción, inconstitucionalmente se mantiene el contrato con el Consorcio Camisea, etc.), es un estímulo a mantener la lucha por un Gobierno Patriótico. Y las consecuencias de la crisis mundial crearán las condiciones objetivas para conseguir este fin. Las crisis tienen la virtud de desgastar en corto tiempo las opciones no aprobadas por la mayoría patriótica.

Construyendo el movimiento político patriótico

A lo largo y ancho del Perú los movimientos sociales enarbolan las banderas de la defensa de los recursos naturales, del cambio del modelo neoliberal, de una sociedad con justicia social, sin explotados ni explotadores. El discurso del crecimiento con inclusión social por los hechos del gobierno humalista ya no es aceptado. Un discurso gubernamental sin auditorio deja un vacío a ser llenado por una propuesta de una sociedad colectiva, de soluciones colectivas a la crisis, para lo cual es importante conquistar el gobierno, sin entrar en debates estériles sobre puntos constitucionales.

Un argumento de quienes enarbolan la convocatoria a una Asamblea Constituyente y de un debate en el actual Congreso de puntos de la constitución a modificar, es la correlación desfavorable de fuerzas para el movimiento popular; sin tomar en cuenta la conciencia mayoritaria, un 62% según Datum apoya al movimiento de Cajamarca en contra del proyecto Conga, por ejemplo. Por ello la Nueva Mayoría Patriótica puede constituirse en un movimiento político alternativo muy rápidamente.

El nacionalismo y la izquierda

Aún la ruptura del nacionalismo y un sector de la izquierda puede demorar, dependiendo de cuan veloz los acontecimientos políticos se den. Muchos nacionalistas son consecuentes con su pensamiento y serán apoyados en sus cargos en el Estado por el pueblo.

Pero así como el pueblo le cerró las puertas a la izquierda por sus inconsecuencias, su crisis ideológica, programática y ética; y en las últimas elecciones castigo los faenones apristas y a la derecha neoliberal; si Humala prosigue con el apoyo a los capitalistas y su voracidad de dinero fácil cuya consecuencia es la destrucción del medio ambiente y la pobreza de los peruanos y peruanas, entonces el pueblo también le cerrará las puertas.

Por ende, es necesario diferenciar a Humala del ala izquierdista del gobierno. Luchar por mantenerlos en sus puestos y ampliar la lucha por un Gabinete Patriótico como punto de las movilizaciones y jornadas de lucha.