7 de octubre de 2023

INICIO > OTRAS SECCIONES > Especiales

MARXISMO. EL SOCIALISMO ES SOBRE EL CONTROL OBRERO

Por Paul D’Amato.

24 de mayo de 2011

Para muchas personas el socialismo es popularmente definido por el grado de intervención estatal en la economía. Sociedades con fuertes programas de gastos sociales y algunas industrias manejadas por el Estado, eran consideradas moderadamente socialistas, como por ejemplo Suecia. Sociedades con total control de la economía, como Rusia antes de 1989 o la Cuba de hoy, eran consideradas completamente socialistas o "comunistas".

La existencia de una red de seguridad social, más o menos amplia puede indicar una fuerte historia de lucha de clases, pero las reivindicaciones arrebatadas al Estado capitalista no convierten a una sociedad en socialista. La historia demuestra que socialistas reformistas en el servicio público han terminado sin transformar la sociedad, sino por el contrario se han transformado en el flanco izquierdo de defensa del capitalismo.

Los socialistas franceses, Francois Mitterand en los ochentas y Lionel Jospin en los noventas, implementaron políticas que ayudaron a recortar la red de seguridad social de Francia—y ayudaron al sistema de los patronos franceses a mantenerse rentable.

El grado de propiedad estatal, de igual modo, no es una buena medida de lo que es el socialismo. Las industrias operadas por el estado bajo el capitalismo no operan como islas de socialismo, sino por los mismos principios de ganancias y perdidas que opera el sector privado. Como Frederick Engels escribió hace más de 100 años: "Ha surgido una especie de falso socialismo, que...en todo acto de nacionalización...ve una medida socialista". "Ciertamente", continua Engels, "si la nacionalización de la industria del tabaco fuese socialismo, habría que incluir entre los fundadores del socialismo a Napoleón".

Engels argumentó que el control total de la economía por parte del estado no es socialismo. "Las fuerzas productivas no pierden su condición de capital al convertirse en ... propiedad del Estado," escribió. Los trabajadores se mantienen explotados de la misma forma que antes, sólo que su patrón ya no es la General Motors o la Ford, sino el Estado. "Las relaciones capitalistas, lejos de abolirse con estas medidas", escribe Engels, "se agudizan".

La cuestión de la nacionalización no es irrelevante. Pero siempre que la nacionalización este basada en la producción y la competencia en un mercado mundial, será nacionalización capitalista.

Por eso la Rusia de Stalin donde los trabajadores dejaron de tener control alguno sobre la sociedad, donde el Estado se volvió más fuerte y más represivo, y donde la meta era crear una maquinaria militar competitiva no tenía nada que ver con el socialismo.

Para Marx, la nacionalización solo podría ser un arma en la transformación de la sociedad en una dirección socialista porque representa la expropiación de las fuerzas productivas de la sociedad por la clase obrera. El socialismo, para Marx, es la confiscación colectiva del poder político por los productores asociados, "la auto-emancipación de la clase trabajadora".

La pregunta de si el socialismo existe, por lo tanto, no depende de esta o aquella forma de propiedad (propiedad privada o nacionalización), sino de si la sociedad está en manos de los productores asociados, la clase trabajadora. De hecho, el objetivo del poder obrero es implementar una serie de transformaciones económicas y sociales que pongan fin a toda diferencia de clases y cree una sociedad en donde el Estado, un instrumento de dominación de clases, gradualmente desaparezca.

Como Engels escribió, "La economía, ahora bajo control obrero, socializa los medios de producción de tal modo que la producción y la distribución puedan hacerse de acuerdo a un plan racional que satisfaga las necesidades humanas. A medida que desaparece la anarquía de la producción social, "languidece también la autoridad política del Estado".