7 de octubre de 2023

INICIO > LATINOAMERICA

ECUADOR: REVUELTA INDÍGENA CONTRA RAFAEL CORREA

6 de octubre de 2009

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, enfrenta una ola de descontento social, la primera desde que empezó su segundo mandato, a raíz de las protestas de profesores públicos y el inicio de un levantamiento indígena contra la nueva Ley de Aguas.

La movilización por tiempo indefinido convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) comenzó en las primeras horas del lunes con esporádicos cierres de vías que unen a Quito con el resto del país, en demanda de que se reconozca la gestión comunitaria del acceso al agua.

La protesta indígena incluye marchas, movilizaciones en ciudades, cierre de carreteras a nivel nacional, pero se concentrarán en áreas indígenas, dijo Humberto Cholango, dirigente de la Conaie.

El movimiento indígena de Ecuador, que en los últimos 12 años participó en el derrocamiento de dos presidentes, se levantó contra el gobierno de Rafael Correa montando barricadas en las vías, mientras la fuerza pública resguardaba instalaciones estratégicas.

Los aborígenes se concentraron desde la noche del domingo en varios tramos de la Panamericana Norte, que conduce hacia la frontera con Colombia, en los que instalaron barreras con piedras, árboles y neumáticos encendidos para interrumpir el tráfico de vehículos.

"Viva el paro! De aquí no nos mueven compañeros", dijo un dirigente al arengar a un grupo de aborígenes en el área andina de Cangahua, al norte de Quito, donde los manifestantes derribaron troncos a punta de machete.

Un líder indígena, quien pidió no ser identificado, declaró a la televisión local que "nos sentimos amenazados por la decisión del gobierno de privatizar el agua", lo cual es negado por el Ejecutivo.

"No se puede plantear un cierre de carreteras, eso es absolutamente ilegal", declaró a su vez el ministro de Defensa, Javier Ponce, y añadió que "hay operativos de la Policía" para evitar el bloqueo de vías.

El funcionario señaló que "las Fuerzas Armadas están cuidando instalaciones petroleras e instalaciones estratégicas" durante el primer levantamiento indígena que enfrenta Correa en su segundo mandato, que se inició el 10 de agosto (hasta 2013).

La Conaie llamó a las comunidades a la revuelta por tiempo indefinido en rechazo a un proyecto de ley para regular el manejo del agua que impulsa el Ejecutivo ante la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo.

La principal organización de aborígenes y ex aliada de Correa también se opone a la explotación de minerales y el petróleo en sus territorios.

"El movimiento indígena sigue firme en las movilizaciones", declaró el líder Humberto Cholango, quien agregó que la protesta también se cumple en otras provincias como Cotopaxi (sur).

"Vamos a movilizar a miles de personas", añadió el dirigente de la Conaie, cuyo levantamiento es apoyado por los profesores públicos y estudiantes.

Entretanto el comandante de Policía en Cotopaxi, Wilson Alulema, señaló que "la disposición es impedir el cierre de carreteras, y en caso de suceder eso se procederá a la detención de los responsables".

El domingo en Venezuela, donde asistió a la cumbre América del Sur-África, Correa expresó que "ojalá no haya éxito en ese levantamiento, pero sabremos enfrentarlo".

"Es triste, porque son sectores que se llaman de izquierda y se convierten en los mejores aliados de la derecha", apuntó.

Previamente el jefe de Estado denunció planes desestabilizadores contra su gobierno y sostuvo que detrás de la protesta indígena están "transnacionales mineras que actúan en el mercado mundial porque si hay más ofertas de cobre y oro cae el precio del mineral y eso no les conviene".

Los indígenas ecuatorianos cobraron relevancia política cuando en 1990 realizaron un histórico levantamiento hasta lograr el reconocimiento de territorios por parte del entonces presidente Rodrigo Borja.

Según cifras de las organizaciones indígenas, el movimiento representa un 30 por ciento de la población ecuatoriana (de 14,1 millones).

La Conaie participó en los derrocamientos de los entonces mandatarios Abdalá Bucaram (febrero de 1997) y Jamil Mahuad (enero de 2000) durante la década en que Ecuador fue el país más inestable de la región.

La protesta comenzó en los primeros minutos del lunes con el bloqueo de ciertas vías con piedras, árboles y neumáticos quemados, que la Policía procedió a retirar.

En algunos sectores, los indígenas volvieron a colocar los obstáculos tras el paso de las autoridades que no han reportado, hasta el momento, ningún enfrentamiento con los manifestantes.

En general, las actividades en el país se desarrollan en las primeras horas de forma normal mientras el dirigente indígena Humberto Cholango advirtió que la fuerza de la protesta se sentirá conforme avancen los días, pues se trata de una medida de fuerza indefinida.

En una evaluación preliminar de la jornada, el ministro ecuatoriano de Gobierno, Gustavo Jalkh, aseguró que ésta comienza "con calma" pero advirtió que la Policía se "mantendrá atenta" para garantizar la libre circulación por la nación.

El ministro formuló un llamamiento a los indígenas para dialogar y recordó que en la Constitución se garantiza que no se puede privatizar el agua, el principal temor de las comunidades que protestan en defensa del uso del líquido vital.

Jalkh subrayó que zonas estratégicas del país, como los pozos petroleros, están debidamente protegidos para evitar acciones de manifestantes.

Ante la aparente poca acogida a la protesta en las primeras horas, el dirigente indígena Jorge Guamán apuntó que "no se trata de una carrera de velocidad... sino de resistencia", por lo que insistió en que la medida de fuerza se incrementará paulatinamente.

El presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Blasco Peñaherrera, dijo que "indudablemente el sector más afectado en una paralización con bloqueo de vías es el comercio".

"En esos días la imposibilidad de distribuir el producto en los puntos de venta paraliza la producción nacional y ocasiona pérdidas económicas" dijo el dirigente gremial.

El gremio productor coincide en que ese tipo de movilizaciones genera, principalmente, retrasos en la entrega de la mercadería.

"Hasta las exportaciones se ven afectadas, en el caso de los productos que van por tierra hacia Colombia por ejemplo", agregó el presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, Bolívar Cevallos.

Por su parte, Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, señaló que las zonas más conflictivas y en donde hay mayores dificultades para entrar, eran la Sierra Centro: Carchi e Imbabura las más importantes.

Pero no sólo retrasos serían las consecuencias en el sector, también pérdidas económicas en el caso de los productores de alimentos.

"Somos los más afectados porque no podemos movilizar nuestra producción. Hay muchas cosas que no se pueden guardar porque se dañan y ahí vienen las pérdidas para los campesinos productores", indicó Cevallos.

De acuerdo con Peñaherrera, en el último paro se calculó que las pérdidas económicas en general ascendieron a un millón de dólares por día.

Los empresarios y productores esperan que el gobierno haga respetar el derecho a la libre movilidad para no verse afectados. "Es cierto que todos tenemos derecho a ser escuchados pero sin afectar a otros", sentenció Peñaherrera.