7 de octubre de 2023

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ANALISIS DEL NARCOTRAFICO EN EL PERU

Por: Cathy García.

27 de abril de 2009

Contenido:

I. COCA Y COCAINA.
II. EL GRAN CONSUMIDOR.
III. LOS PRODUCTORES.
IV. LA SANTA ALIANZA.
V. EL NARCOESTADO PERUANO.
VI. LOS GENERALES COCA.
VII. NARCOTRÁFICO Y EL APRA.
VIII. LA FARSA DEL NARCOTERRORISMO.
IX. ALIANZA CAMPESINOS COCALEROS-PCP
X. EL RETORNO DE LOS GENOCIDAS.
XI. REFERENCIAS Y NOTAS.

La infamia.

“Hoy en día los comunistas de la China roja están explotando el opio para financiar su guerra agresiva por medio de la depravación y la miseria humana”. Harry Anslinger, Jefe del Buró de Narcóticos de Estados Unidos, Spring 1940 (citado en Davenport Hines, 2001, p. 284).

“Después de 1999, sendero luminoso ha aumentado una formidable arma a su arsenal …las ganancias del trafico de cocaína que es la energía vital para su reemergencia”.
(Frank Hyland, funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU y ex agente de la CIA, revista Terrorism Monitor Volumen VI, No. 23 del 12/8/2008)

I. COCA Y COCAINA. Los campesinos del Cusco, capital del imperio incaico antes de la invasión europea en 1532, consideran a la coca como el regalo de Dios que satisface el hambre, fortifica al cansado y hace olvidar las penas al desafortunado. La planta de coca es nativa de los Andes de America del Sur, cuyas hojas “sagradas” son masticadas como medicina y estimulante por millones de personas por lo menos desde hace 2,000 años (Davenport Hines, 2001). La hoja de coca tiene efectos similares a las del café con la diferencia que no irrita sino alivia el estomago (Weil & Rossen, 1998). La coca contiene las vitaminas B, estabiliza la concentración de azúcar en el cuerpo, y contiene mas fierro y calcio que las otras plantaciones que crecen en los Andes (Gahlinger, 2001, p. 38).

Los primeros en quemar las plantaciones de coca y prohibir su siembra fueron los invasores españoles que derrotaron a los Incas en el Siglo XVI. Pero rápido se dieron cuenta que sin la coca, su brutal saqueo de las riquezas del Tahuantinsuyo (minas de plata y oro) estaba condenada al fracaso porque sin masticar coca el hombre Andino no podría sobrevivir trabajando en las alturas (Gahlinger, 2001, p. 29).

A mediados del Siglo IXX, empieza la exportación de las hojas de coca a Europa donde se logra extraer su componente principal, la cocaína. La cocaína se empezó a vender como té, pastillas para la garganta y en el famoso vino Mariani (Ray & Ksir, 2004). Desde los 1880’s la cocaína se usa como anestesia en cirugías del ojo, nariz, oído y garganta (Ray & Ksir, 2004). En 1886, un farmacéutico inventa la cocacola que hasta 1902 tenia como ingrediente principal una cantidad considerable de cocaína. A comienzos del Siglo XX el uso de la cocaína se hizo popular y ya era parte de un gran número de productos comerciales pero al mismo tiempo, se convirtió en la droga favorita de los más pobres de la sociedad de EEUU: los negros, blancos de escasos recursos (los llamados white-trash), los criminales y los presos. Como resultado, el gobierno prohibió el uso no autorizado de la cocaína. Cocacola lo saco de su formula pero sigue manteniendo hasta el día de hoy otros componentes de la coca (la coca contiene 14 drogas) para así mantener su sabor característico. A finales del Siglo XX, la Organización Mundial de la Salud determina que no existe ninguna evidencia científica que el uso ocasional de cantidades pequeñas de cocaína sea una amenaza para la salud de las personas que lo usan (citado por Ray & Ksir, 2004, Weil & Rosen, 1998). Además se confirmo que las muertes asociadas solamente al uso de la cocaína son muy raras no así cuando lo usan mezclado por ejemplo con el alcohol (Weil & Rosen, 1998).

La epidemia del crack (una mezcla hervida de clorhidrato de cocaína con bicarbonato de sodio) en los barrios pobres como Harlem en Nueva York y en los “proyectos” donde viven los latinos en Los Ángeles y Chicago, sacude a EEUU en los 1980’s. Se comprueba que el crack es más potente y más adictivo que la cocaína en polvo. En los 90’s y 2000’s, el uso de la cocaína (en su versión crack) se expande a los sectores medios y privilegiados de la sociedad yanqui. Ya no es raro ver gente en parques, colegios y metros inhalar la droga en polvo por la nariz, aunque la modalidad más común de ahora es inyectarse la cocaína en polvo en las oficinas, hogares y prisiones. Y no tienen necesidad de buscarlos, las firmas de la droga han establecido servicios “delivery” a domicilio (dicen que ese trabajo es muy codiciado porque las propinas son altas).

II. EL GRAN CONSUMIDOR. En pleno Siglo XXI, EEUU es incapaz de controlar, disminuir, menos aun erradicar el consumo de drogas ilegales en su población. En papel, dictan leyes draconianas (como la ley Rockefeller) para arrestar en masa a drogadictos de las minorías que recién empiezan, pero lo único que logran es que estos sigan drogándose con mas intensidad (junto a sus carcelarios) en las prisiones. Esto se agravo cuando muchas de las prisiones se privatizaron y empezaron a funcionar como industrias. No hay tratamiento alguno. Por otro lado, el imperio ordena a sus lacayos que gobiernan los países andinos, como el García Pérez en Perú o Uribe en Colombia, para que erradiquen a cualquier costo social las plantaciones de coca. No les importa las plantaciones alternativas, han llegando incluso a fumigarlos con herbicidas toxicas desde helicópteros buscando el despoblamiento, que en el fondo es política contra subversiva. Con este fin, bajo el pretexto de “erradicación” de la coca, Fujimori firmo un tratado antidrogas con EEUU que le permitió instalar la base militar de Santa Lucia (Huallaga) que se dedica mas a combatir la guerrilla maoísta que a los narcotraficantes. Y recientemente a finales del 2006, con ocasión de la visita a Perú del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, García Pérez se comprometió a la instalación de otra base militar de EEUU en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene-VRAE (un plan piloto esta en operación en Ayacucho). Es por eso que las FFAA peruanas conducen ofensivas tras ofensivas militares en el VRAE sin lograr derrotar a los rebeldes maoístas. La perspectiva del Pentágono es instalar bases militares en Perú bajo el pretexto de combatir el “narcoterrorismo”, que en el fondo busca consolidar y garantizar su control político, económico y militar del Perú. Para lograr ese objetivo, antes de todo, necesitan aniquilar su principal enemigo: El Partido Comunista del Perú (PCP). El PCP es el único partido político (con ejercito propio) y militancia probada en la lucha, organizado a lo ancho y largo del país, capaz de enfrentarse al Estado. La rebelión maoísta es un serio obstáculo para la consolidación del saqueo trasnacional de nuestras riquezas y una amenaza real al viejo Estado. Es por eso que lo calumnian como “narcoterrorismo”, “satanizan” y “deshumanizan” a sus militantes, simpatizantes y amigos (que deben ser millones de personas), y tratan en vano de dividirlo, aislarlo del pueblo y finalmente liquidarlo.

EEUU representa el mercado más grande de drogas ilegales en el mundo, cubriendo el 80% de la demanda total. Se estima que el 90% de las drogas ilegales, especialmente la cocaína, entra a EEUU vía Méjico, mientras que el 90% de las armas capturadas a los narcotraficantes tienen su origen en EEUU (Buró del Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos de EEUU, citado en el New York Times 3/25/2009). En la ultima década, los carteles mejicanos de la cocaína han extendido su influencia a las ciudades principales de EEUU y Canadá. A finales del 2008, el Departamento de Justicia de EEUU (el FBI) reporto que existen 230 ciudades donde los carteles mejicanos y afiliados tienen centros de distribución de drogas, el 2006 solo eran 100 ciudades (New York Times, 3/23/09).

Los carteles mejicanos han establecido una alianza con los carteles colombianos para transportar la cocaína que viene del Perú y Colombia vía Méjico a EEUU (Randal C. Archibold, NYT 3/23/09). Las mafias mejicanas no solo ajustan sus cuentas a balazos en las calles de Lina sino corrompen a militares y funcionarios apristas del gobierno, en especial a los que trabajan en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, a los concesionistas del aeropuerto y a las mismas aerolíneas comerciales. Hace pocos meses la prensa reporto que la aerolínea LAN-Chile transporta cocaína a EEUU. En Méjico, solo en un año cerca a 7 mil personas fueron muertos en batallas relacionadas con la distribución y mercadeo de drogas en casi todas las ciudades. El 2008 el zar antidrogas y el Director de la Interpol fueron arrestados por recibir cupos de las firmas del narcotráfico, incluso tenían miembros del cartel trabajando en la Embajada de EEUU en la ciudad de Méjico (NYT p. A12, 30/3/2009). Las similitudes de los carteles mejicanos operando en su país y en Perú son espectaculares. Ambos países Méjico y Perú (lo mismo ocurre con Colombia), fueron convertidos por los carteles de la droga en narcoestados. En Méjico como en Perú la policía y las FFAA (por los míseros sueldos que reciben) han institucionalizado las “mordidas”, los que debían ser las reservas morales de la sociedad se han convertido ahora en “mecánicos” que lo arreglan todo a cambio de un soborno. Miles de militares y policías, funcionarios públicos, autoridades y los mismos partidos en el gobierno (el PAN de Felipe Calderón y el APRA de García Pérez) son financiados por las firmas del narcotráfico. Tanto en Méjico como en Perú miles de personas viven de esta industria, en el Perú son mas de millón de personas y en Méjico pasa del medio medio millón (cifras del 2007). El poder judicial y las prisiones en Perú y Méjico están podridos hasta el tuétano. Los capos capturados pagan dinero para salir libres y la prensa reporta estas “fugas” casi a diario. El gobierno mejicano envió 40,000 soldados para reprimir a los carteles pero son incapaces de controlarlo porque los mismos jefes militares están comprometidos con el narcotráfico. Políticos prominentes de EEUU consideran a Méjico como un estado en bancarrota. Mientras tanto se calcula que decenas de billones de dólares fluyen a los bancos de los países del sur (New York Times, 3/25/2005). El problema es tan grave que EEUU viola el Tratado de Libre Comercio con Méjico al no permitir camiones con carga procedentes de Méjico llegar a las principales ciudades. Y para matizar la “guerra contra las drogas”, la revista ultraderechista “Forbes” incluyo en la lista de los billionarios del mundo (junto a Bill Gates) a Joaquín Guzmán Loera, líder del cartel de Sinaloa-Méjico con una fortuna de mil millones de dólares. Si comparamos el poder de Don Joaquín en Méjico y Perú con Pablo Escobar del cartel de Medellín, Don pablito se queda como bebe de pecho.

Existe un contraste interesante en la percepción ciudadana en Méjico y Perú sobre la policía y los militares (FFAA). Aunque en ambos países estas instituciones “tutelares” son intrínsicamente corruptas y genocidas con sus pueblos, en Méjico los militares son menos corruptas que la policía Federal y en el Perú la policía (en especial la policía femenina) es menos corrupta que los militares. Son tan corruptas y despreciables, que el gobierno tuvo que poner propaganda en la TV con el lema “a la policía se le respeta”.

Otra forma de política anti-drogas del Departamento de Estado de EEUU es emitir certificados de buena conducta para los países productores de la coca y países transportadores / distribuidores de la cocaína (la llamada certificación). Esta política resulto ser una payasada. A pesar de que la DEA tenia conocimiento que Montesinos-Fujimori estuvieron comprometidos con el narcotráfico hasta la nuca, EEUU les certifico como genuinos “combatientes contra la droga” por su supuesta victoria contra sendero luminoso. Méjico, la coladera de las drogas que entra a EEUU, recibe altos honores por su heroísmo anti-drogas como lo confirmo recientemente Hillary Clinton, Secretaria de Estado (discurso de felicitación al Presidente Felipe Calderón, NYT Marzo 29 del 2009 p. A9). Pero a Evo Morales de Bolivia, por no obedecer a la letra las ordenes de Washington (y coquetear con Chávez), junto al ecuatoriano Correa por atreverse a cerrar la base militar yanqui en Cuenca, les espera certificados de mala conducta (con el recorte de varios millones que reciben como “ayuda”).

III. LOS PRODUCTORES. Hay cinco (5) actores y dos (2) alianzas en las zonas cocaleras del Perú. La primera alianza es controlada por EEUU y tiene como tirititeros a los grupos que producen, distribuyen y comercializan la cocaína: 1) las firmas del narcotráfico (mayoritariamente mejicanas y colombianas), 2) las FFAA & policiales, 3) el narcoestado peruano. Del cien por ciento de los ingresos que da la producción de coca y cocaína en el Perú, la alianza imperio-narcoestado-narcotraficantes se beneficia del 97% de las ganancias. La estrategia de esta alianza es descrita con claridad por el experto en narcotráfico Pablo Dreyfus (1999): “La posición oficial de las FFAA y policiales del Perú (financiadas por EEUU) en las zonas cocaleras, y su estrategia principal, es no reprimir a los carteles de la droga hasta que sendero luminoso este completamente derrotado. Esta estrategia consiste en concentrarse primero en combatir a los rebeldes maoístas porque ellos representan la amenaza real a la seguridad del Estado. La represión del trafico de drogas debe darse una vez que la guerrilla haya sido derrotada.”

La segunda alianza la constituyen los campesinos cocaleros (que producen la hoja de coca) y el Partido Comunista del Perú (Los Comités Regionales del Centro y del Huallaga del PCP). El senderologo Carlos Tapia declara: “Los senderistas que están en la zona (refiriéndose al Comité Regional del Centro del PCP) tienen relación con los campesinos cocaleros buscándoles mejores precios y protegiéndoles de los traqueteros o narcotraficantes. Sendero es visto como protector de los campesinos.” (Entrevista, La Republica, domingo 11 de mayo del 2003).

Para entender mejor la complejidad de las dos alianzas es necesario analizar en detalle a cada uno de los 5 actores.

IV. LA SANTA ALIANZA. La producción, transporte, distribución, consumo y capitalización de la cocaína es responsabilidad de la santa alianza integrada por el imperio (los bancos que lavan los narcodólares y el mar de consumidores), las firmas de narcos (que producen y transportan la droga), el narcoestado del Perú (jueces, prisiones y gobierno que lo facilitan), las FFAA y policiales que no solo protegen a las firmas del narcotráfico sino le proporcionan helipuertos, aeropuertos, buques y hasta aviones del Ejercito en las zonas de producción, incluyendo al aeropuerto internacional Jorge Chávez en Lima. ¿Pero como es posible que ocurra todo esto si la sociedad peruana esta militarizada? La DEA (2008) lo sabe muy bien pero solo se limita a reconocer un aspecto del problema: “Los narcotraficantes realizan los embarques aéreos a Colombia y Méjico, ya sea como pasta básica o producto final.”
En este contexto, la relación de las FFAA y la policía nacional con las firmas del narcotráfico es la de un empresario que negocia con ellos el valor de un porcentaje de la cocaína que producen y transportan al extranjero. Esta alianza no podría ser concretada sin la participación de altos funcionarios públicos (mayoritariamente apristas y fujimontecinistas) que facilitan el embarque de droga en el aeropuerto o hasta en buques militares. En el valle del Huallaga y el VRAE las tasas actuales (2009) son de 10,000 a 15,000 dólares por cada avión que despega con pasta básica de cocaína desde aeropuertos clandestinos bajo control militar. Estas cifran son casi el doble de las fijadas por los narcogenerales Bellido, Arceniaga, Jorge, etc. en los 90’s9. Se estima que las ganancias anuales de las FFAA, jefes policiales y funcionarios del Estado provenientes de la protección a los inversionistas narcos oscilan entre 20 a 100 millones de dólares anuales. Las evidencias se reportan con frecuencia en la prensa, por ejemplo a inicios de Febrero del 2008 se descubrió que 120 policías que operaban en el VRAE al mando del capitán Omar Guzmán Ayma trabajaban para una firma de narcotraficantes que competía con otra en el VRAE. Los policías asaltaban a los narcotraficantes de la firma contraria para luego entregárselos a sus competidores a cambio de un cupo. Sesenta policías trabajaban como narcotraficantes, 27 corrompían a los funcionarios y autoridades, y otros 33 permanecían indebidamente en el VRAE entre 5 a 8 años (el reglamento solo les permite estar un máximo de 3 años y eso solo puede ocurrir con la aprobación de altos jefes policiales). En otra zona del VRAE (en la localidad de Quinua) policías al mando del capitán Sixto Izaguirre Gallardo asaltaron el laboratorio de una firma llevándose 50 kilos de cocaína. La droga fue encontrada en la casa de un narcotraficante perteneciente a otra firma. La prensa también reporto que el 80 por ciento de oficiales de la región Tacna (frontera con Chile) estaban involucrados con el narcotráfico (La Republica versión digital, 8 de febrero del 2008). En el Perú no hay narcotraficantes trabajando por su cuenta, lo que hay es firmas de narcotráfico (la mayoría mejicanas y colombianas) que controlan el mercado de la droga. No se trata de casos aislados sino de un sistema impuesto a la sociedad peruana que ha convertido al Perú desde hace dos décadas en un narcoestado.

V. EL NARCOESTADO PERUANO.

Existe consenso que en general el segundo gobierno de García Pérez continua las políticas de Estado de Fujimori-Montesinos de los 90’s. Se mantiene la Constitución del fujimontecinismo, la economía neoliberal se profundiza, se intensifican las privatizaciones y el saqueo de las minas, se trafica con el gas de Camisea, se firman Tratados de Libre Comercio con EEUU y Chile violatorios de la soberanía nacional, la corrupción oficial es un “gran faenon”, y pese al cacareo de “respeto a los derechos humanos” la estructura militar liderada por generales de dudosa reputación (narcogenerales, gasolineros y coimeros) se mantiene intacta. La política anti-drogas no es la excepción. La producción de la cocaína en el gobierno de García Pérez aumenta en 4% anual con respecto al año anterior con una producción anual neta de 290 toneladas de cocaína procesada. La gran mayoría (90%) de su procesamiento, distribución y comercialización esta controlado por narcotraficantes mejicanos y colombianos (US Drug Enforcement Agency citado en el NYT 18 de marzo del 2009) que obviamente trabajan coludidos con las FFAA y policiales en complicidad del gobierno aprista.

Fujimori y Montesinos, que gobernaron el Perú por mas de una década, estuvieron comprometidos con el narcotráfico. La estructura mafiosa que estos dos personajes construyeron dentro del Estado esta intacta. Montesinos no solo tenia el control real del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) sino también era el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Él escogía a los comandantes generales de las FFAA y jefes regionales, nombrando a generales de su máxima confianza en las zonas productoras de cocaína (Huallaga y el VRAE). La alianza de las FFAA con el narcotráfico termina de ser coyuntural (o un caso aislado como dice el gobierno) sino es estructural. El juicio a Montesinos revela que las FFAA (a través del SIN) entregaba mensualmente dinero del narcotráfico a Fujimori , parte de ese dinero lo usaron para el asistencialismo en los pueblos que estaban siendo arrasadas por la brutal contrainsurgencia pero la mayor parte de los narcodólares terminaron en sus cuentas bancarias.

En lo económico, cuando los precios de los minerales se vienen abajo los narcodólares se convierten en el motor de la economía peruana. En los 90’s cubrió el 50% del total de sus exportaciones legales. La cocaína reemplaza al cobre de Tintaya, la plata de Ancash y al oro de Cajamarca como fuente principal de divisas. El Perú, como buen pagador desde los tiempos de Belaunde al de García Pérez, no tiene problemas en pagar su deuda al FMI (el agente cobrador de los bancos). Los paga puntualmente con los narcodólares y los productos de exportación. Pero al pueblo los reprimen, le imponen ajustes, le congelan y disminuyen sus salarios, despiden masivamente a los trabajadores, y suben los precios de los alimentos en los mercados. En la época de Fujimori reapareció el colera y la TB tiene proporciones epidémicas; y esta situación continua en el presente gobierno de García Pérez que predica al mundo “el gran desarrollo del Perú” mientras se acrecienta los niveles de pobreza, la desnutrición infantil que alcanza niveles exorbitantes (como lo indica la ONU en su reporte de diciembre 2008) y hay algo peor que en el fujimontecinismo: los impactos de la contaminación ambiental sobre la vida y la salud del pueblo. La creación de un ministerio del ambiente fantasma (con fondos y recursos técnicos raquíticos) no pasa de ser un saludo a la bandera durante la reunión del APEC.

El trafico de drogas se incrementa en el Perú porque el gobierno de García Pérez esta eliminando las reglas y restricciones para proteger la agricultura nacional. Sus leyes de apoyo irrestricto a los “inversionistas” facilitan que los carteles compren grandes extensiones de tierra, fabricas y laboratorios donde producen la cocaína. A estos “inversionistas” les reducen y en muchos casos les exoneran los impuestos, con el TLC con EEUU y Chile se dio paso a la importación de los alimentos (subsidiados por sus gobiernos) que llegan a precios por debajo del costo de producción nacional. La agricultura del país esta al borde del colapso. Con la ley de tierras, la ley de aguas que aprobaron en el Congreso, la ley de la selva que promueven, ley del medio ambiente, y la privatización de la tierra van despojando a los campesinos de sus parcelas y liquidando la industria nacional. Es de esa manera como el gobierno aprista mantiene el narcoestado que heredo del fujimontecinismo.

La economía de la coca es una válvula de presión de la economía del Perú. Es una fuente de empleo e ingresos para grandes sectores que no tiene otro medio de sobrevivir. Grandes negocios y empresas se han sentado en casi todas las ciudades grandes del Perú con el dinero del narcotráfico. Los narcodólares circulan libremente en las ciudades de todo el país. No existe control alguno y esto pasa porque los gobiernos de turno hace tiempo lo han integrado a la economía legitima.

Para proteger la “inversión” de los carteles de la droga existe un decreto de ley que viene desde el fujimontecismo por el cual el gobierno peruano garantiza la “privacidad de las cuentas bancarias”. Nadie puede interferir ni meterse con los trámites privados de los “inversionistas”, ni con el origen y destino de los fondos depositados. Para lavar los narcodólares, el gobierno también elimino cualquier restricción al movimiento de dinero extranjero depositado dentro y fuera del Perú. Los carteles de la droga en Perú tienen los mismos derechos que las industrias legales. Ellos pueden reinvertir sus narcodólares en el país o sacarlos fuera del Perú. Los narcodólares se compran, venden y cambian libremente en las calles de Lima. El Banco Central de Reserva del Perú es su mejor cliente. Cuando necesitan dólares para pagar “deudas”, el gobierno de García Pérez acude a su caja chica comprando casi la totalidad de los narcodólares que circula.

VI. LOS GENERALES COCA. Veamos que dice sobre la alianza FFAA-firmas del narcotráfico el mayor EP Evaristo Castillo Aste , ex jefe de operaciones del Comando Político Militar del Huallaga en los 90’s:

“En el Perú los principales cultivos de coca se encuentran localizados en las cuencas de los ríos Huallaga (Departamento de Iquitos), Marañón (Huanuco), Tambopata (Cusco) y el valle de los ríos Apurimac & Ene VRAE (entre Huancayo y Huancavelica). “Los carteles internacionales de la cocaína gozan de la protección del gobierno peruano, con la colaboración de políticos jueces y militares de los más altos niveles. Apenas el 10% de la cocaína producida en el Perú es decomisada a pesar de que el 60% del territorio nacional esta bajo control militar. El gobierno nombra como diplomáticos en el extranjero (para aprovechar su inmunidad y valija diplomática) a personajes ligados a los carteles de la droga. Los capos de la droga detenidos en el extranjero y enviados al Perú son aislados en cárceles militares y sus juicios se realizan en bases navales o tribunales militares. Existen denuncias que el cupo que se cobra para la liberación de los capos de la droga detenidos son de 100,000 dólares, un ejemplo es el capo colombiano Porras Ardiles que lo dejaron fugar. Meses mas tarde este delincuente asesino al Dr. Lara Bonilla, Ministro de Justicia de Colombia. Vladimiro montesinos y Alberto Kenya Fujimori estuvieron ligados al narcotráfico. El día 15 de enero de 1995, en la ciudad de Piura se realizo una operación conjunta de la DEA con la policía. Se capturo un deposito de 3.5 toneladas de clorhidrato de cocaína que pertenecía a los hermanos Manuel y José López Paredes jefes del cartel del norte. Los reporteros de la TV descubrieron la agenda personal de estos capos en el cual se detalla la hora y día de las reuniones que tuvieron en el Ministerio del Interior, el Congreso Constituyente y el Comando Conjunto de las FFAA, con Edgar Solís Vice-Ministro de Justicia, el general Manuel Ortiz Lucero Jefe del Comando Operativo de Frente Interno (la hermana de Ortiz fue candidata al Congreso en la lista de Fujimori), el congresista Juan Hermoza Ríos hermano del general Nicolás Hermoza Comandante General de las FFAA. Otro implicado en el narcotráfico es el general (EP) Eduardo Bellido Mora ex jefe político militar del Huallaga sindicado como colaborador directo de Demetrio Chávez Peñaherrera “alias el Vaticano”, uno de los jefes del cartel del Huallaga. El general Bellido intervino en una disputa violenta entre narcotraficantes (apoyando a la banda “Vaticano” que trabajaba con el Ejercito) y ordeno el asesinato de ocho narcotraficantes de otra firma bajo el pretexto que eran “narcoterroristas de SL”. En esta acción, el general Bellido se apropio de 300 kilos de pasta básica de cocaína. Vaticano era el verdadero poder político en el Huallaga con una producción de aproximadamente 50 toneladas de pasta básica de cocaína al mes y una ganancia neta de 600 millones de dólares. El “Vaticano” compra a todas las autoridades políticas y militares con el general Eduardo Bellido a la cabeza. El narcogeneral Bellido dio una orden muy especial a la policía antidrogas de la base militar en Santa Lucia: “que se le comunique 48 horas antes sobre cualquier operación antidrogas de la policía y la DEA en la zona bajo su jurisdicción.” Aquí no estamos hablando de un caso aislado como el gobierno peruano trata de justificar sino la evidencia clara de la existencia del narcoestado del Perú. La DEA captura a Vaticano en Cali, Colombia. Fujimori, para proteger al general Bellido, en menos de 24 horas firmo una resolución presidencial nombrándolo agregado militar a la Embajada del Perú en Israel. En su juicio, Vaticano describió el mecanismo del narcotráfico en el Perú: para el transporte de la droga se utiliza aeropuertos clandestinos bajo control militar, e inclusive helicópteros del Estado. El pago mensual que recibe como cupo Vladimiro Montesinos es de 50,000 dólares mensuales que es separado del pago por cada embarque (de 3,000 a 5,000 dólares por vuelo). Un reporte de una Comisión del Congreso sobre el narcotráfico presentado por el ex congresista de entonces Julio Castro Gomez dio la cifra de 1,500 toneladas de pasta básica de cocaína anual que salía del Perú, la gran mayoría sale por aire, buques, valijas diplomáticas, hasta en los vuelos comerciales, etc. En el mismo reporte se cita la estrecha relación personal del general Hermoza Ríos con el narcotraficante “Vaticano” cuya riqueza se calcula en 400 millones de dólares. El capo del Huallaga identifica al nexo entre el y Montesinos y era nada menos que el piloto de Fujimori. Vaticano manifestó que el general Hermoza Ríos vino en dos oportunidades a encontrarse con él al poblado de Campanilla, allí le entrego dos maletines llenos de dinero. El general Hermoza reconoció haber estado en ese lugar entre 1991 y 1992 pero negó conocer al capitán “zorro” Walter Rivasplata Villanueva que era su testaferro que cobraba su cupo mensual.
Montesinos le pidió al narcotraficante “Vaticano” doblar a 100,000 dólares el cupo mensual al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) a lo que este se negó. La respuesta de Montesinos (el poder detrás del trono) fue tajante: ¡te jodiste! Lo curioso es que el poder judicial controlado por Montesinos sentencia a Vaticano a 30 años por “traición a la patria” por ser dirigente y financista de sendero luminoso gracias al testimonio de 5 arrepentidos reclutados por el SIN. Vaticano fue aislado en la Base Naval del Callao. Tres años después de su condena otra Comisión del Congreso determino que el narcotráfico no financiaba a sendero luminoso como injustamente se le atribuyo al Vaticano. Por el contrario, los narcos combatían contra los maoístas, informaban al Ejercito de sus movimientos e incluso estaban autorizados para realizar operaciones de limpieza. Sendero luminoso era el terror de los narcotraficantes en el Huallaga. A fines de 1994, un alto jefe de inteligencia naval filtro documentos a la prensa con abundante información sobre le narcotráfico en el Huallaga, uno de ellos decía: “A lo largo de 1990 y lo que va del año, sendero luminoso ha intentado tomar el poblado de Campanilla y terminar con la operación del Vaticano. El enemigo para ambos los narcotraficantes y el ejercito es obviamente sendero luminoso. La firma del vaticano pagaba los gastos operativos del ejercito y parte de la estructura del “Vaticano” (como protección) estaba integrada por 50 soldados del Ejercito peruano.
Los militares cierran la carretera marginal a cierta hora para ser empleada como pista de aterrizaje de avionetas, cargan la droga y dejan el dinero al Capitán Falconi quien a su vez le entregaba al comandante de su base y este al general Bellido. Bellido gana como 300 mil dólares al mes. En 1990 había 77 aeropuertos clandestinos en el alto Huallaga. Al general Bellido (en violación a las normas del Ejercito) lo tuvieron 2 años en el Huallaga cuando normalmente debía estar un año.
Ser jefe de una base militar en el Huallaga es muy codiciado. Los oficiales se disputan por ir a servir a las zonas cocaleras, ofrecen dinero al departamento de cambios. Esta situación es el resultado de la desesperación del oficial por la mala situación económica. El sueldo no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Y los oficiales que regresan a Lima compran carros nuevos, micros, taxis y casas. ¿Y pero conque? Con el sueldo de hambre que reciben, imposible.
¿Y como responden los jerarcas corruptos de las FFAA? Que existe una campaña contra la institución militar, son los terroristas de sendero luminoso, son las ONGs coludidas con los narcoterroristas.” (“La Conjura de los Corruptos”, Tomo I Narcotráfico, Lima 2001).
Otra declaración importante del mayor EP Evaristo Castillo es la entrevista al diario La Republica del 10 de abril de 1994: “La DEA de EEUU tiene fotos y filmaciones de la tropa metiendo sacos de cocaína a una base militar.”
“La lista es larga, son mas de cuarenta y la mayoría están en actividad. Entre los narcomilitares implicados está el general de brigada Jaime Ríos Araico, el general Torrico Jefe de la 5ta Región militar, el general de brigada Martín Hernán Ortiz Lucero. El comandante Carlos Rodríguez es el intermediario entre el general Hermoza Ríos y los narcotraficantes. El general Roberto Saldaña Vásquez, inspector general del ejercito tapa todas mis denuncias.” (Entrevista, Diario El Mundo de España, 5 de marzo de 1995).
VII. NARCOTRÁFICO Y EL APRA. El Partido Aprista tiene una larga historia con el narcotráfico. Carlos Lambert encarcelado por trafico de cocaína, fue el “Soros” de las campañas electorales del APRA. Lambert financió la campaña electoral de Armando Villanueva del Campo en 1980 cuando fuera derrotado por Belaunde. En 1985, financio la campaña presidencial de García Pérez y su dinero fue crucial para convencer a Barrantes Lingan . Lambert se convirtió en dueño de Villa Mercedes, la casa de Haya de la Torre. En pleno gobierno de García Pérez en 1985, un laboratorio de pasta básica de cocaína explota en un barrio residencial de Lima. Era propiedad del narcotraficante Reynaldo Rodríguez López (asociado de Lambert) que operaba con la complicidad de funcionarios apristas, oficiales del ejercito, la policía y varios empresarios. Los implicados contrataron como asesor legal a Vladimiro Montesinos. Mientras se realizaban las investigaciones con celeridad, el gobierno aprista reemplaza al fiscal a cargo de las investigaciones nombrando en su lugar a un allegado de Montesinos, el fiscal Hugo Denegri. Denegri tuvo como asistenta a Gabriela Tarazona-Sevillano , quienes se encargaron de encubrir el caso. ¿No nos recuerda este escándalo a la jueza que investigaba el “chuponeo” y el “gran faenon” hasta hace unos días (marzo del 2009) que el corrupto gobierno aprista acaba de defenestrar? Ya veremos a quien nombran en su reemplazo.
En 1986, Lambert junto a Jorge Idiaquez (secretario personal del fundador del APRA) es detenido por trafico de cocaína por la policía federal de Méjico.
Otro prominente líder del APRA ligado a las firmas del narcotráfico es el siniestro personaje Agustín Mantilla Campos. Mantilla fue vice ministro del interior (1985-1990), secretario general del APRA y persona muy cercana a García Pérez (llego a ser su guardaespalda personal). Mantilla fue el creador del escuadrón de la muerte “Rodrigo Franco” que asesino a lideres sindicales (Saúl Cantoral), abogados (como el Dr. Manuel Febres), periodistas (Luis Morales), estudiantes (Castillo Páez), etc. Mientras asesinaban al pueblo, Agustín Mantilla mandaba policías al mando de los delincuentes Alberto Kitazono y el “chito” Ríos para que protegieran a los capos del narcotráfico. Mientras era secretario general del APRA, Mantilla fue filmado en la salita del SIN recibiendo narcodólares de las manos de Montesinos por lo cual el gobierno de Paniagua lo envió a prisión. Pero a comienzos del 2009, García Pérez por medio de trigueñuelas judiciales ordeno su libertad al igual que al narcogeneral EP Eduardo Bellido uno de los mejores aliados de los carteles de la droga del Alto Huallaga.

Manuel Ángel del Pomar Cárdenas, congresista del APRA, fue encontrado con las manos en la masa en el trafico de cocaína por la policía pero un juez aprista decreto su inocencia. Poco después cuando viajo a Alemania, la INTERPOL le encontró en su maletín dos cheques millonarios del narcotráfico. El gobierno de García Pérez gestiona su retorno prometiendo a los alemanes una “investigación exhaustiva”. Del Pomar llego a Lima pero en vez de mandarlo a prisión lo devolvieron al parlamento. Bajo presión de la DEA e INTERPOL, la policía peruana lo fue a buscar al congreso para arrestarlo, pero el gobierno aprista preparo su fuga tramitándole una visa a Miami. Allí la DEA de EEUU lo quiso detener, pero nuevamente García Pérez se encargo de traerlo a Lima. Así, en la impunidad (como otras denuncias en el poder judicial), quedo en el olvido el caso del narcotraficante Del Pomar quien (según fuentes apristas) es un “inversionista” en Huacho, el norte chico del Perú.

Es desde el primer gobierno de García Pérez (1985-1990) que el Poder Judicial empieza a llenarse de apristas, que junto a los jueces fujimontecinistas nombrados en los 90’s, garantizan la impunidad y el desarrollo del narcotráfico en el Perú. Tan pronto asumió el gobierno por segunda vez, García Pérez nombro en los más altos cargos del Poder Judicial (Tribunal Constitucional y la Corte Superior de Lima) a dos apristas de dudosa reputación. Ambos con historias de liberar a varios capos del narcotráfico y tapar investigaciones sobre violación de derechos humanos. Cesar Vega Vega (Presidente de la Corte Superior de Lima) es de la facción García Pérez-Mantilla-Roca, el ala más genocida del APRA.

El control aprista del Poder Judicial es similar al que tuvo Fujimori-Montesinos en los 90’s. García Pérez esta sacando decretos judiciales cocinados a su favor, por ejemplo en los casos El Frontón, Accomarca y Cayara (y prepara otros mas). Es por eso que los abogados del reo Fujimori estan pidiendo reciprocidad al corrupto Poder Judicial: “si a García Pérez lo dejan libre de paja y polvo de los genocidios que cometió porque no a Fujimori por los crímenes La Cantuta y Barrios Altos”. Con estas artimañas, tratan de “librarse” de los cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad que están pendientes en las cortes internacionales. Vanos intentos, porque este tipo de delitos no tiene limitación de estatutos, no expiran, no pueden ser sobreseídos. Y lo curioso es ver con frecuencia en los recintos del Palacio de Justicia en Lima a los jueces apristas pelearse con los jueces fujimontecinistas por tener los casos de los carteles de la droga ¿por qué será?, Además de lo gracioso que es ver en la TV del gobierno las campañas de “moralización” y “respeto a los derechos humanos” donde García Pérez pide a la población “ir a la fiscaliza a denunciar a los corruptos” ¿Será que allí nos espera un fiscal aprista o fujimontecinista que convertirá a los denunciantes en denunciados?

En cada elección en el Perú el APRA y el fujimontecinismo revelan con nitidez sus alianzas con las firmas del narcotráfico. Hay centenares de autoridades políticas elegidas (alcaldes, presidentes regionales) y/o autoridades nombradas a dedo (gobernadores) con lazos a las firmas del narcotráfico. En el Congreso actual (2009) hay congresistas de casi todas las bancadas cuyas campañas electorales fueron financiadas por las firmas del narcotráfico. Los hermanos López Paredes, capos de las firmas del norte, son miembros activos y financistas del partido aprista (a principios del 2008 la revista Caretas revelo el nombre de un congresista coca). Aurelio Pastor es otro narcotraficante congresista muy cercano a García Pérez. Estos miserables, representantes de las firmas del narcotráfico en el Congreso peruano son los que tiran la cortina de humo al pueblo sobre el supuesto !narcoterrorismo de sendero luminoso!”. La convivencia APRA-narcotrafico llega a extremos. En las elecciones municipales de noviembre 1986, en Campanilla (centro de acopio de la cocaína en el Huallaga) el candidato del oficialismo (APRA) era nada menos que Humberto Chávez Peñaherrera, socio y hermano de uno de los más grandes narcotraficantes del Perú Demetrio Chávez Peñaherrera (el “Vaticano”). Para el consejo municipal de San Borja (Lima) el candidato aprista fue Freddy Zubieta del equipo legal de los carteles de la droga al igual que Cesar Nakasaki (abogado de Fujimori). El policia aprista Benedicto Jiménez (alias el Sheriff) es caso aparte. Este delincuente no solo fue integrante del comando “Rodrigo Franco” al mando de Mantilla, pero desde hace tiempo es un cuadro importante de las firmas de droga (como se descubrió en los audios publicados por la prensa recientemente). Benedicto Jiménez fue el candidato del APRA a la alcaldía de Lima

VIII. LA FARSA DEL NARCOTERRORISMO.

Las mentiras de Goebbels, el propagandista Nazi, quedan chiquitas comparadas a la guerra sicológica diseñada por el imperio y sus gobiernos títeres en Perú contra la guerrilla maoísta. Una de esas mentiras es el cuento de hadas que el Partido Comunista del Perú (PCP) esta embarrado con el trafico de cocaína. Recientemente el diario The New York Times (NYT, Simon Romero 18 de Marzo del 2009) publica en su pagina frontal que el trafico de cocaína en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (VRAE) subvenciona la rebelión armada dirigida por el PCP. Aunque en el Perú esta desinformación es parte integral de la propaganda antisubversiva desde los 80’s, y a escala mundial desde los tiempos de Reagan, el hecho de que uno de los voceros no oficiales de EEUU (el NYT) lo resalte indica que la administración Obama continuara con la política “antidrogas” de sus predecesores. La “guerra contra las drogas” hoy rebautizada como “guerra contra el narcoterrorismo” tiene como eje central, la intervención militar directa y encubierta del Pentágono en Perú. El pretexto de “narcoterrorismo” provee al imperialismo justificación moral ante su propio pueblo y los pueblos del mundo para agredir militar y económicamente a los países que se oponen a su política exterior, a movimientos de liberación nacional que amenazan el orden injusto en sus países, y en el caso del Perú a una “guerra popular” que los amenaza expulsarlos del país. Con el arma del “narcoterrorismo”, EEUU trata de recobrar la autoridad moral que ha perdido en el mundo. Busca intervenir y agredir militarmente a los países pobres con el propósito de garantizar e intensificar el saqueo de nuestras riquezas, proteger los intereses de las clases dominantes e instalar a sus lacayos en los gobiernos de turno.

EEUU financia la guerra injusta en Perú con una “ayuda” militar de mas de US$60 millones (cifra del 2008), es esta “ayuda” y la de las firmas del narcotráfico las que están detrás de las masacres y genocidios cometidos por el régimen de García Pérez en el VRAE, Vizcatan y el Alto Huallaga.

Analizando los documentos públicos del PCP vemos que existe una divergencia fundamental de objetivos en una posible alianza del PCP con el narcotráfico. El PCP, a diferencia del narcoestado peruano, tiene una simple pero efectiva política antidrogas en las zonas productoras de la coca. El PCP plantea y hace realidad que por lo menos un tercio de la producción agropecuaria y las tierras se dediquen a otros productos alternativos (yuca, frutas, cacao, café, etc.) El PCP, a diferencia del gobierno de turno, “ha establecido un precio minimo para la venta de la hoja de coca con el fin de proteger a los pequeños agricultores de la explotación de los narcotraficantes” (Narco-terrorism, Revista National Review, 9/25/1987). A diferencia de las áreas cocaleras y poblados controladas por el ejercito y la policía nacional donde campea la tortura y el genocidio, la prostitucion, violación sexual, drogadicción y el trafico de menores; en los comités populares (territorios liberados) controlados por el PCP estas plagas de la humanidad han sido extirpados de raíz. El gobierno de García Pérez presenta como evidencia del “narcoterrorismo de sendero” el uso por parte de la guerrilla de armas sofisticadas para contener y rechazar las incursiones de las FFAA en el VRAE durante los últimos 20 años. García Pérez pregunta con sarcasmo a los periodistas de su entorno: ¿Quién mas les podría dar?. La verdad es contundente: las armas del PCP han sido arrebatadas en combates a las FFAA y policiales y las firmas del narcotráfico. La guerrilla también reconoce en sus documentos públicos que algunas de sus armas han sido compradas a las mismas FFAA que están corruptas hasta el tuétano. No olvidar que las FFAA peruanas vendieron armas a las FARC8.

En los 80’s un “green beret” de apellido Trujillo que trabajaba para la DEA en el Alto Huallaga escribió un articulo en el Washington Post anunciando que “descubrió” a miembros del PCP vendiendo cocaína. La prensa peruana “aceitada” por el SIN publico en primera plana: “La subversión vende drogas a agente encubierto de la DEA”. En los 90’s el general FAP Velarde presidente del Comando Conjunto de las FFAA anuncio a la TV que “descubrió” contrato de comercialización y protección del narcotráfico con sendero. Mr. Levintski, secretario de estado adjunto para asuntos internacionales de narcotráfico de EEUU declara a Reuters y la revista Newsweek: “es cuestión de saber que el problema involucra tanto a los narcotraficantes como a SL ...si nuestra asistencia es usada para enfrentar a SL a fin de que las actividades antinarcóticos puedan avanzar y ser eficaces consideramos eso como un uso legitimo de nuestra asistencia”. Alli esta el “permiso”, la luz verde que le dio el imperialismo a los gobierno de turno del Perú para consolidar la alianza FFAA-firmas del narcotráfico.

La ex jueza del fujimontecinismo Gabriela Tarazona-Sevillano (en su libro publicado por el Center for Strategic and Internacional Studies, Washington, DC 7/26/1990) sostiene: “Los traficantes de droga del Perú y sendero luminoso tienen diferentes objetivos e ideología pero comparten un enemigo común, las fuerzas armadas.” La existencia de gran cantidad de narcogenerales que hoy siguen dirigiendo las FFAA, la caída de la troika Montesinos-Fujimori-Hermoza cuyas cuentas bancarias contenían millones de narcodólares, los videos filmados en el SIN donde se ve a Montesinos repartiendo narcodólares a políticos y empresarios peruanos, el juramento de lealtad de altos oficiales de las FFAA a Montesinos, el avión de Fujimori que lavaba cocaína a Canadá, el barco de la marina que transportaba drogas, etc. Todos estos hechos reales y concretos (reportados por le prensa nacional e internacional) hecha por tierra la flaqueada tesis de Tarazona-Sevillano.

Un articulo escrito por Frank Hyland, ex agente de la CIA, en la revista Terrorism Monitor declara: “Después de 1999, sendero luminoso ha aumentado una formidable arma a su arsenal …las ganancias del trafico de cocaína que es la energía vital para su reemergencia”. El general Otto Guibovich, actual comandante general del ejercito (ansioso de mostrarse como general victorioso) lo refuta (entrevista a La Republica 15, Marzo, 2009): “No existe ninguna resurgencia o reemergencia sino que el VRAE, que acabamos de recuperar, es territorio controlado por el Partido Comunista del Perú-sendero luminoso por 15-20 años.” Sin embargo al VRAE lo están “recuperando” desde hace una década: “Las FFAA recuperaron Vizcatan” (Mónica Vecco, La Republica 6/21/2000).

Jaime Antezana (pupilo del sociólogo Raúl Gonzáles ), de la ONG Instituto de Estudios Peruanos presublimente financiada por la CIA a través de la Foundation Ford, sin un pelo de prueba difama al PCP como “organización de narcotraficantes con 500 trabajadores y 350 combatientes armados.” (New York Times, 18 de marzo del 2009). Los pobladores del VRAE citados también por el mismo diario yanqui le refutan: “ Los combatientes maoístas han corregido errores del pasado, son los tíos que nos protegen de los narcotraficantes y los militares…están bien armados y son muy disciplinados”. El articulo del NYT revela algo nuevo: “los maoistas entran a los poblados en uniforme que se les distingue con claridad y se han ganado el respeto de los mismos soldados de las FFAA como combatientes expertos y han logrado eludir a un enemigo superior en armas y en hombres.” Las FFAA emplea helicópteros rusos artillados MI-17. El NYT cita a fuentes de inteligencia militar, “el PCP ha cesado los aniquilamientos selectivos” (se refiere a los juicios sumarios de soplones y colaboradores de las FFAA que capturan).” Pero las fuentes de inteligencia militar citadas por el NYT mienten que “Gonzalo ya no es el líder de la revolución” como clara campaña de desinformación del gobierno que dividir a la guerrilla (Documento del PCP, Diciembre 2007). Documentos recientes (2009) publicados por el PCP en el Internet confirman que mantienen la unidad partidaria, “el PCP es uno solo, lo que siempre ha existido desde la fundación del partido y seguirá existiendo es la lucha de dos líneas que nos permite avanzar”.

Alberto Bolívar Ocampo, otro aprendiz de senderologo, escribe en “Expreso” pasquín del fujimontecinismo (16 de mayo del 2008): “¿Por qué Sendero Luminoso y las firmas del narcotráfico están asentados en el Valle del Río Apurímac-Ene y por qué el Estado no puede desalojarlos? Aunque parezca increíble, la respuesta puede ser sencilla: porque su presencia es casi inexistente.” Este analista se olvida de los millones de campesinos que sobreviven del sembró de la coca debido al fracaso de la política agrícola del país, tampoco entiende que el mayor beneficiario del trafico de cocaína es la alianza: imperialismo-narcoestado-firmas del narcotráfico. El VRAE esta militarizado desde los 80’s bajo permanente “estado de emergencia” que en los hechos solo ha servido para el incremento de la producción de la cocaína. Lo mismo ocurre con el Alto Huallaga, la presencia del Estado (como narcoestado) es considerable. Hay mas de 60 bases militares y en los 1990’s había 77 aeropuertos clandestinos. ¿Cómo se mueve tanto droga en zonas donde la presencia del Estado (o narcoestado) es fuertísima? En su ingenuidad, Bolívar Ocampo les pide a los culpables de esta situación (el corrupto demagogo García Pérez y su nuevo master Barack Obama) resolver el problema del narcotráfico. Solo el Nuevo Poder podrá lograrlo.

Si el “narcoterrorismo” es un cuento de hadas entonces el PCP tampoco es terrorista simplemente porque en estos tiempos no realiza acciones terroristas. El ex agente de la CIA Hyland editor de la revista Terrorism Monitor (Volumen VI, No. 23 del 12/8/2008) compila algunas acciones políticas militares de la guerrilla que demuestra que los blancos de la guerrilla son legítimos: El 9de octubre el 2008 (AFP, Octubre 10) en un enfrentamiento armado el PCP aniquila a 14 soldados en Huancavelica durante una ofensiva para celebrar el día de la fundación del partido de Mariategui (EFE, Noviembre 19). El 22 de octubre confisca dinamita de la repudiada trasnacional Doe Run, los guerrilleros también se llevaron medicinas, alimentos y radios (Reuters, 22/10/08). El 12 de noviembre los maoístas atacan un helicóptero de fabricación rusa hiriendo a dos soldados (Latín American Heráld. Tribuna, November 15, 08). En otra emboscada en el Huallaga el 27 de noviembre aniquilan a 5 policías de las fuerzas especiales, por lo menos 40 combatientes armados con granadas de mano y armas automáticas estuvieron envueltos (Peruvian Times, 28 de noviembre). Este ataque fue muy similar y casi en el mismo lugar al que realizaron el 2005. A confesión de parte, relevo de pruebas.

A esto debemos de añadir el comunicado publico distribuido en el VRAE (y el Internet) el 3 de octubre del 2008, el Comité Regional del Centro del PCP dice: “ Desde el 30 de agosto del 2008 los combatientes del Ejercito Popular de Liberación se han enfrentado cinco veces a ataques simultáneos de tierra y aire (con helicópteros artillados) de las FFAA. El combate mas contundente fue el Torococha (cerca al río Vizcatán) donde destruimos a un helicóptero. Se realizó ocho emboscadas, aniquilándolos en total a 25 soldados, entre muertos y heridos, entre ellos oficiales, suboficiales y personal tropa. En cuanto a nosotros no tenemos ni un muerto, ni un herido y tampoco ningún prisionero". Al final del comunicado envían un mensaje a las tropas del Ejercito, “soldado, no seas usado como carne de cañón para matar a tu propia clase, para asesinar a tus padres, que son los campesinos, obreros y estudiantes, para vender a tu país a las transnacionales imperialistas. Soldado, deserta con tu fusil, en un enfrentamiento aniquila a tus oficiales, porque esos son casta y linaje, opresores y vendepatrias. Nosotros te respetaremos tu vida. Si estás herido, te vamos a curar; si estás de hambre, te vamos a dar de comer; y si quieres irte a tu casa, te daremos tu pasaje, y te garantizaremos tu salida". Este llamamiento solo se puede dar en una guerra entre dos ejércitos (una del viejo Estado y el otro guerrillero) que no encaja para nada en la definición de terrorismo o narcoterrorismo.

IX. LA ALIANZA DE LOS CAMPESINOS COCALEROS CON EL PCP.

Esta alianza no es nueva. Viene desde los 60’s en las zonas productoras de la coca de entonces como el Valle de la Convención del Cusco, el Alto Huallaga y la ceja de selva de Ayacucho. Los maoístas siempre han tenido presencia política en estas zonas. La producción de la hoja de coca por los campesinos cocaleros siempre esta completamente desligada de la producción, transporte, distribución y consumo de la cocaína. En el mercado libre que impulsa el gobierno neoliberal aprista, los campesinos cocaleros del Perú no tienen control sobre quienes les compran la hoja de coca que producen, tampoco tienen algo que ver con el insaciable apetito por las drogas de millones de drogadictos en EEUU. Esa responsabilidad la tiene el gobierno yanqui que en vez de “curar a sus enfermos”, subsidia (y premia) con billones de dólares a sus banqueros corruptos de Wall Street (y AIG) que controlan los bancos de las Americas que lavan los narcodólares.

El colapso de la agricultura nacional obliga a los campesinos pobres, junto a las masas pobres de las ciudades a dedicarse al cultivo de la coca. La gran mayoría de los agricultores y trabajadores cocaleros son campesinos pobres que siembran la hoja de coca para sobrevivir. La coca no los ha sacado de la pobreza porque apenas se benefician del 3% del ingreso total que resulta de la producción de coca y la cocaína. En el VRAE el 54.27% de la población vive en pobreza y 44.84% en extrema pobreza. Los que se benefician de la economía de la coca son los bancos, las firmas del narcotráfico, y el narcoestado peruano.

La producción de coca es la fuente de supervivencia de los campesinos y es el producto más rentable. Plantando plátanos y café los agricultores obtienen un décimo de lo que obtienen con la hoja de coca y esta planta se puede sembrar cuatro (4) veces al año (Padgett, 2002). El precio de la hoja de coca es de 4 a 34 veces más altos que los precios del maíz y el cacao respectivamente.

Las firmas del narcotráfico no solo tienen el apoyo de las FFAA y policiales, también cuentan con sus propias fuerzas paramilitares. Estos usan tácticas terroristas para explotar y robar la hoja de coca que producen los campesinos en sus parcelas. En eso entra en escena el PCP dirigiendo al campesinado para enfrentarse a muerte con la santa alianza (imperialismo-FFAA-carteles de la droga).

El PCP impulsa la autosuficiencia agrícola que no se consigue promoviendo la “exportación”, o “producir para exportar”, como lo viene haciendo el gobierno aprista. El PCP no acepta que el imperio les diga que se produce y que no para cumplir con los TLCs. El PCP ofrece el programa más simple, viable y realista para resolver el problema de la tierra, la alimentación y el narcotráfico. En los territorios que controla (los comités populares) impulsa la producción de acuerdo a las necesidades de los pobres. Así desliga esas zonas de las garras de las clases explotadoras del campo y la ciudad, rompiendo el poder del Estado y su relación con las firmas del narcotráfico y la economía mundial. Las siembras y las cosechas son colectivas, implementan proyectos de irrigación, fomentan e intercambio de semillas, limita las ganancias de los comerciantes que venden fertilizantes, proveen educación gratuita, producen herramientas y ropa, eliminan de raíz la delincuencia y la protitucion, etc. Y ha logrado lo que los gobiernos de turno nunca lo intentaron: en los comités populares (territorios liberados) como Vizcatan el PCP apoya a los campesinos en la siembra de productos alternativos como el plátano, yuca, pituca pan, sachainchi, barbasco, cacao, café, maní, ajonjolí, palmito, cítricos, caña de azúcar, plantas medicinales, acuicultura, producción y propagación de orquídeas, promueven la producción artesanal en las comunidades nativas para que puedan dejar de depender solo del cultivo de la coca.

X. EL RETORNO DE LOS GENOCIDAS.
El treinta de agosto del 2008 las FFAA y policiales lanzan su operación de genocidio en el VRAE que llaman “excelencia 777”. Son rápidamente repelidos por los contingentes del PCP con una sofisticada guerra de movimientos que los mismos militares admiran (NYT 18 de Marzo del 2009). Los militares no buscan ni persiguen a los guerrilleros uniformados que conocen mejor el terreno, sino se despliegan a los poblados del VRAE a “secar el agua” que consiste en cometer crímenes con impunidad y cebarse con la sangre de civiles desarmados.
El 15 de marzo del 2009 detienen a siete (7) campesinos pobres todos ellos trabajadores del CAD de Buena Libra. Para justificar los genocidas justifican sus crímenes en un comunicado de las FFAA: “Estamos tomando las medidas pertinentes que permitan contrarrestar la campaña de agitación y propaganda, desarrollada por la organización terrorista sendero luminoso, persiguiendo el desprestigio y deslegitimación de las Fuerzas Armadas que combaten en el VRAE”. En la madrugada del 9 de setiembre del 2008 invaden el humilde hogar del campesino Franklin Estalla Enciso que se encontraba descansando con su familia, le disparan dos tiros en el cráneo delante de sus niños y esposa. Los genocidas publican un comunicado oficial No.020-2008-CCFFAA/09SET2008; dando cuenta de un “enfrentamiento”, donde se da muerte a un presunto “delincuente terrorista” DDTT.
El 15 de setiembre del 2008 esbirros del Ejército peruano asaltan la finca de Rió Seco de la familia Pichardo, se apropian de su propiedad y allí establecen su base de operaciones. Son detenidos y ejecutados con tiros al cráneo los campesinos Félix Canchaya Limache, Maximiliano Pichardo Fernández, Jesús Pichardo Fernández y Rosa Chávez Sihuancha conviviente de Maximiliano Pichardo quien estaba embarazada con cinco meses de gestación. Todos ellos eran trabajadores en el distrito de Ayahuanco. Los genocidas de las FFAA trataron de justificar estos crímenes en el Comunicado Oficial Nº 022-2008-CCFFAA/15SEP2008 indicando que en el pasado los familiares de las victimas eran delincuentes “terroristas”. El 15 de junio del 2007 secuestraron a Rosalinda Pichardo Chávez (15 de Junio 2007) y el 22 de octubre del 2001 a Moisés Pichardo Pariona. Estos crímenes pueden definirse como genocidio y debe juzgarse como tal en las cortes internacionales por tratarse del exterminio sistemático e intencional.
El 2007 fueron detenidos, secuestrados y torturados por las FFAA los hermanos Emil Rene y Ricardo Yamin Zavaleta, quienes fueron acusándoos sin prueba alguna como “lideres de sendero luminoso”. Los responsables de este crimen son los narcogenerales genocidas EP Raymundo Flores Cárdenas ex jefe del VRAE, Walter Chávez Cruz, José Aste, y Octavio Salazar al igual que otros 14 integrantes de las FFAA. En Vizcatan trataron de usar como soplón al campesino Frank Sulca Quispe para que señale como miembro de sendero luminoso a un ciudadano inocente. En represalia, los esbirros del Ejercito lo desaparecieron. En la localidad de Buena Libra los esbirros se dirigen a la CAD del mismo nombre y sin decir una palabra le meten un balazo a quemarropa al campesino Isidro Velásquez Flores y luego arrestan a 7 campesinos incluyendo al presidente de la CAD Misale Ayala Curo. En septiembre del 2008, los soldados quemaron todas las casas del poblado de Nueva Esperanza buscando el despoblamiento, este crimen lo “justifican” con la burda mentira que esos humildes hogares de campesinos eran laboratorios y centros de maceración de la coca, eso salió publicado en los diarios de Lima

Allí esta la proclama de la “devoción” por los derechos humanos del gobierno aprista. Las FFAA vuelven a mostrar al mundo en lo que son expertos: cometer horrendos crímenes y genocidios contra el pueblo desarmado. En un articulo sobre el VRAE, el New York Times (18 de marzo del 2009) publica el testimonio del sobreviviente de la masacre a la familia Pichardo quien reporta que todos los miembros de su familia fueron ejecutados con tiros a la cabeza a corta distancia. Lo más cobarde fue balear en el estomago a Rosa Chavez Sihuincha que estaba embarazada al igual que a sus 2 niños de 1 y 6 años de edad respectivamente. ¿Pero quienes pueden cometer este tipo de crímenes contra la humanidad? El general Otto Guobovich, comandante general del ejercito, tiene la respuesta. Los militares acusados por la Comisión de la Verdad de crímenes de guerra en los 90’s se encuentran en el VRAE ejerciendo sus servicios especializados en tortura y muerte contra civiles desarmados. Guobovich afirma: “Varios de los militares citados por la Comisión de la Verdad se encuentran adentro, en Vizcatan” (Entrevista, La Republica 15 Marzo, 2009). Vizcatan, una zona que tiene casi la misma extensión de la Franja de Gaza en Palestina (375 Km cuadrados) es territorio libre controlado por el PCP desde mas de dos décadas.

Antero Flores Araoz (NYT, 18 de Marzo del 2009 ), genocida que funge de Ministro de Defensa se burla de las victimas. Este viejo criminal e ignorante que proviene desde la época del belaundismo le dijo al periodista Simon Romero, corresponsal del NYT en Lima: “¿Qué diablos hacia esa mujer en Vizcatan? ¿Estaba rezando el rosario? Recibió su merecido.” Luego el energúmeno hace una temeraria acusación contra gente inocente: “O estaba transportando coca para procesar cocaína o era un cuadro logística de sendero luminoso”. Ninguno. En un comunicado publico los campesinos del VRAE aclaran que la Sra. Chávez Sihuincha era una modesta campesina del poblado de Rió Seco que se dedicaba a cuidar sus 2 niños mientras su esposo trabajaba como agricultor en la CAD Moyobamba. La victima no transportaba nada y lo asesinaron a las 7 de la mañana junto a toda su familia en su propia finca porque se negaron a abandonar su propiedad y ahora (después de matarlos) el Ejercito lo esta usando como base de operaciones.

En la entrevista al diario La Republica del 15 de marzo, el general Otto Guicovich reconoce la evacuación forzada de la población civil: “varias familias han levantado chozas alrededor de la base militar... lo vi con mis propios ojos”. Esta es una tacita admisión del despoblamiento forzado de las zonas en conflicto al estilo Vietnam que concentra a la población civil cerca de cuarteles y blancos militares con dos objetivos: 1) para que les sirva de parapetos (o escudo) frente a un eventual ataque armado de la guerrilla y, 2) si el PCP ataca esas bases militares y hay daños colaterales, allí están las ONGs del imperio listas para reiniciar la guerra sicológica “violación de derechos humanos de sendero luminoso”. ¿Y porque esas ONGs se quedan sordas y mudas frente a los crímenes de las FFAA en el VRAE y Vizcatan? ¿No decían que eran susceptibles a los derechos humanos? ¿Dónde está la Cruz Roja Internacional, dónde quedó la advertencia de la Comisión de la Verdad y Reconciliación? ¿No se avergüenza esta CVR de lo que dijo el general Guicovich que los esbirros implicados en su reporte final están allí “bien adentro en Vizcatan”- degollando a seres humanos? ¿Dónde esta la defensora del pueblo? ¿Por qué perdió su lengua filuda ese jerarca de la Iglesia Católica, el diabólico Cipriani Thorne -será porque los DDHH en Perú siguen siendo una cojudeza?

En conclusión, el asalto militar sobre los pueblos del VRAE es la misma guerra sin prisioneros de los 80’s y 90’s, con los mismos asesinos de las FFAA y policiales, la misma doctrina de contrainsurgencia donde “para los soldados toda la población civil es terrorista y deben destruir todo lo que se mueve”. La campaña genocida “excelencia 777” es financiada por el imperialismo yanqui que busca instalar otra base militar en Perú. Los crímenes del VRAE son un rechazo contundente a los torcidos argumento de aquellos que sostienen que el campesinado esta en “medio de dos fuegos (el PCP y las FFAA)”. Los únicos que masacran al pueblo son las balas sangrientas de las FFAA y policiales en alianza con las firmas del narcotráfico.

XI. REFERENCIAS Y NOTAS
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Mao Tse-Tung (1954). On the protracted war. Foreign Languages Press, Peking.

Notas.

Carlos Tapia, intelectual anticomunista que integro la “Comisión de la Verdad” nombrada por el gobierno, casi toda su vida la dedica difamando al PCP. Actualmente es asesor de Ollanta Humala.

2 El juicio a Montesinos revelo que cerca a 800 mil narcodólares fueron enviados a Boston por Montesinos para la educación de los hijos de Fujimori.

3 El mayor EP Evaristo Castillo Arce se refugio en la Embajada de EEUU en Lima y luego se asilo en España.

4 Alfonso Barrantes Lingan fue el candidato presidencial de Izquierda Unida (IU) en 1985 que debía competir con García Pérez la presidencia en elecciones suplementarias. Luego de una negociación secreta y sin consultar a IU se retira de la contienda para entregarle el poder en bandeja a García Pérez.

5Gabriela Tarazona-Sevillano, fue jueza y funcionaria de la fiscalía al termino del primer gobierno de García Pérez (1985-1990). Fue asistente de Nelida Colan durante el régimen Fujimori-Montesinos, la fiscalía de Nelida Colan controlada por el SIN de Montesinos libero a capos del narcotráfico, tapo crímenes horrendos de los militares mientras ordenaba el arresto en masa de luchadores sociales acusados de “narcoterroristas de sendero luminoso”. En los 90’s dio un testimonio falso al Congreso de EEUU.

6 Benedicto Jiménez (alias El Sheriff) es asesor del narcopolicia Miyashiro, jefe de la Dircote (policía antiterrorista).

7 Raúl González, sociólogo cercano al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). La prensa lo desenmascaro a fines de los 90’s como analista del Grupo Colina que trabajo con Martín Rivas (González reconoció sus lazos con Martín Rivas pero niega ser miembro del Grupo Colina). Trabajo en el cuartel Los Cabitos de Ayacucho y en el Cuartel del Ejercito del Alto Huallaga donde fue fotografiado por el periodista Luis Morales del Diario. La foto de Raúl Gonzáles junto a los narcogenerales genocidas Eduardo Bellido y Alberto Arceniaga se publicaron en el Diario. Poco después el periodista Luis Morales fue asesinado por el Grupo Colina en Ayacucho. En su libro “Las Armas de un General”, Raúl Gonzáles convierte a los narcogenerales del Huallaga en “mártires de la democracia contra el narcotráfico”. Debido a esto, en la comunidad académica todos los trabajos serios sobre “narcotráfico” que usan como fuente de información a Raúl González han perdido credibilidad o están seriamente cuestionados.

8 Sobre la cuestión del porque la CIA cocina la caída de sus lacayos Montesinos y Fujimori existen varias teorías. Muchos expertos creen que fue por la venta de armas a las FARC.

9 A finales de los 90’s había 588 militares, la mayoría del ejercito y la Policía Nacional oficialmente procesados por participar en el trafico de drogas pero a la gran mayoría los dejaron libres.

* Profesora City University of New York
Dra. En ciencias energéticas y ambientales
Ingeniero Profesional.
Abril 2009.