7 de octubre de 2023

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PERU: LA LUCHA POR LA DEMOCRATIZACION DE LA UNIVERSIDAD

Estudiantes Democráticos de la UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

8 de agosto de 2008

Parte I

I.- SOBRE LA LUCHA DE LOS DOS CAMINOS EN LA UNIVERSIDAD PERUANA.

El proceso de la universidad en el país no puede entenderse al margen del proceso social contemporáneo; y, para aprehender la esencia de éste, hay que partir indefectiblemente de tres cuestiones que están íntimamente ligadas: los momentos que atraviesa el capitalismo burocrático; el proceso del proletariado en su más alta expresión: su vanguardia; y, el camino que sigue la transformación revolucionaria de la sociedad..

Por otra parte, teniendo en cuenta la importancia fundamental que reviste para el pueblo tener una concepción ideológica y política correcta para una comprensión más justa de los procesos sociales, consideramos que el proceso de la universidad en nuestro país, en primer lugar, hay que estudiarlo desde un punto de vista materialista dialéctico que nos permita comprender su proceso y penetrar en su esencia, e identificar además sus aspectos derivados; pero, asimismo, debemos buscar comprenderlo en su movimiento como acción viva de los hombres en lucha de clases, que nos permita aprehender sus contradicciones internas e identificar la interdependencia de los diferentes aspectos que la conforman con un claro y preciso fin: sacar las leyes objetivas que han regido el proceso de la universidad peruana en el siglo XX, de modo que haya una comprensión más clara de cuál es el proceso histórico de la lucha de los dos caminos, el democrático, que es del pueblo, y el burocrático o antidemocrático que es de las clases dominantes, en su seno. También debe servirnos para delimitar cuales son los hitos que jalonan la brega por construir una universidad al servicio del pueblo; cual es la verdadera historia de los hechos ocurridos en diferentes universidades del país en el contexto de la guerra interna; y, fundamentalmente, cual es su situación actual, y concomitantemente, cuales son las tareas vivas que de ella derivan, siendo esto lo principal.

1.- LA LUCHA POR LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PERUANA.

La Lucha por la Democratización de la Universidad peruana es la lucha del pueblo por la conquista del derecho a la educación superior, como parte de la lucha por la educación popular, en el contexto de su amplia, masiva y heroica brega por conquistar y defender derechos y, en última instancia, por construir un orden social más justo. En ese sentido, no se puede entender el proceso de la universidad peruana sin destacar el papel del movimiento universitario, principalmente de los estudiantes, estamento que es el que más ha bregado por el establecimiento y defensa de los derechos, beneficios, conquistas y libertades democráticas logradas por el pueblo en la universidad peruana a lo largo del siglo XX en todos los aspectos; así como el papel del movimiento intelectual en general, principalmente el que se ha desarrollado más estrechamente ligado a las masas populares. Desde esta perspectiva podemos distinguir los siguientes momentos:

- La lucha por la Reforma Universitaria, cuyo eje es la década del 20.

- La lucha por desarrollar la Reforma Universitaria. Establecimiento de la tesis ¡Defensa de la Universidad!, cuyo eje es la década del 60.

- La lucha por Defensa de la Universidad, contra la Intervención, cuyo eje es la década del 80.

En cuanto a la situación actual, consideramos que desde el 98-99 vivimos la lucha por Democratización de la Universidad, que en esencia es la brega por reconquistar los derechos, beneficios, conquistas y libertades democráticas conculcadas.

EL IMPULSO DEL CAPITALISMO BUROCRÁTICO. Y LA UNIVERSIDAD: 1895 – 1945.

Desde fines del siglo XIX se desarrolla el capitalismo burocrático en nuestro país, proceso íntimamente ligado al desplazamiento del dominio ingles por el norteamericano. El civilismo leguiísta, expresión de la "burguesía mercantil" como le llamara Mariátegui, se convirtió en eje del proceso económico peruano desplazando a la "aristocracia terrateniente", más ligado a Inglaterra, desarrollando un proceso económico sometido al imperialismo norteamericano, sobre la base semifeudal subsistente. Este contexto llevó a que en el plano educativo se buscara adaptar gradualmente la instrucción pública a las necesidades de esta economía en desenvolvimiento, llevado adelante en medio de contiendas entre las clases dominantes, expresión de la cual fue la disputa entre Deustua, que sustentaba posiciones feudales como que "la educación debe servir a la formación del espíritu... el trabajo no educa... está encadenado a móviles egoístas... la formación del espíritu eleva y dignifica al hombre"; y, Villarán, abanderado de las posiciones demoburguesas que sustentaba que "es urgente rehacer el sistema de nuestra educación en forma tal que produzca pocos diplomados y letrados y en cambio eduque hombres útiles, creadores de riqueza". Posiciones frente a las cuales se alza Mariátegui señalando.

"Bajo el conflicto de ideologías y de influencias, se percibe claramente, en el último periodo, el contraste entre una creciente afirmación capitalista y la obstinada reacción feudalista y aristocrática, propugnadora la primera en la enseñanza de una orientación práctica, defensora la segunda de una orientación pseudoidealista.

Con el nacimiento de una corriente socialista y la aparición de una conciencia de clase en el proletariado urbano, interviene ahora en el debate un factor nuevo que modifica sustancialmente sus términos. La fundación de las universidades populares "González Prada", la adhesión de la juventud universitaria al principio de la socialización de la cultura, el ascendiente de un nuevo ideario educacional sobre los maestros, etc., interrumpen definitivamente el erudito y académico diálogo entre el espíritu. demoliberal–burgués y el espíritu latifundista y aristocrático." (De "7 Ensayos de la Interpretación de la Realidad Peruana", José Carlos Mariátegui, p. 159).

La ley Orgánica de Enseñanza de 1920 sustenta las posiciones demoliberales; pero, como sucedería en adelante con similares leyes dictadas por el Estado, fracasa porque en la práctica era imposible ejecutarla por la subsistencia de un régimen semifeudal en la mayor parte del país.
En lo que a la universidad se refiere, en un primer momento Leguía apoyó las demandas estudiantiles de supresión de listas y tacha de profesores ineptos buscando golpear en la UNMSM, centro de la agitación estudiantil, a los representantes de la aristocracia; y, con el objeto de tomar control de la misma promulga las leyes 4002 y 4004 en 1919, que reconocían limitadamente el derecho de tacha y cogobierno respectivamente, cuestionadas en la práctica y negadas por el Estatuto del 28, iniciándose así la política seguida por el Estado Peruano en todo el siglo XX con diversas variantes, de buscar controlar y someter la universidad a sus planes. En 1921 es recesada la UNMSM reabriéndose un año después, y en 1927 le toca a la Universidad del Cusco, hasta que en 1928 se intervienen las universidades que pasan a ser dirigidas por el "Consejo Nacional de Enseñanza Universitaria", lo que inaugura también la política de recesos e intervenciones que aplicó el Estado como parte de sus planes para contener el desarrollo del movimiento democrático en la universidad en todo el siglo XX.

LA LUCHA POR DESARROLLAR LA REFORMA UNIVERSITARIA.

DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD.

Sin desmerecer las luchas de los años 30, 40 y 50, el siguiente punto elevado de la lucha popular, en ella del movimiento universitario, es el de los años 60. El contexto internacional estaba signado por el ascenso del movimiento de liberación nacional y del movimiento proletario internacional, el surgimiento del campo socialista y la llamada "guerra fría". En el plano nacional, se plasmaba la profundización del capitalismo burocrático; en tanto que, por el lado del pueblo, el proletariado reconstituye su vanguardia, se produce un nuevo ascenso de la lucha popular, del campesinado pobre principalmente movilizándose aproximadamente 500 mil guiados por "tierra para quien la trabaja", así también los obreros, mineros en especial; el movimiento universitario, por su parte, impulsa las luchas por desarrollar los principio conquistados en la Reforma Universitaria de los años 20. En este período se lleva adelante la lucha por la defensa de la gratuidad de la enseñanza, uno de cuyos hitos es la lucha contra el D.S. 006 de Juan Velasco, que eliminaba la gratuidad de la enseñanza a los estudiantes secundarios que desaprobaban algún curso en el año lectivo; lucha cuyo punto más alto fueron las heroicas jornadas de Ayacucho y Huanta de Junio de 1969 dirigida por el Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho (FDPA) que logró su derogatoria; lucha que costó la muerte de 14 personas según el parte "oficial" en la ciudad de Huanta pero que fueron más de un centenar, no reconocidos por el gobierno, en todo el departamento; lucha que nos muestra que el derecho a la gratuidad de la enseñanza se conquistó con sangre de estudiantes y pueblo en general, principalmente campesina en esta jornada, y que significó la primera derrota del régimen fascista; que nos muestra claramente cómo la lucha económica es elevada a nivel de lucha política, y, por otro lado, que el campesinado es fuerza principal en el proceso de la revolución democrática. En América Latina, desde los años 30 se impulsó la "sustitución de importaciones" promovida por el imperialismo yanqui a través de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). En el país, este proceso se desenvolvió desde los años 50 e implicó, entre otros factores, la profundización del capitalismo burocrático que acentuó la expulsión del campesinado de sus tierras, proceso conocido como migraciones, siendo falso que el actual problema de los desplazados haya comenzando en el período de la guerra interna. Así tenemos que las ciudades comienzan a crecer, Lima principalmente, en los años 50 se puebla El Agustino y San Martín de Porres, en los años 60 el cono norte y en los años 70 el cono sur; el pueblo volcado a las ciudades empezó a exigir educación superior, como parte de la amplia lucha popular. Es en ese contexto que entre los 50 y 70 el Estado peruano crea casi veinte universidades públicas en todo el país.

En la universidad, los estudiantes logran consolidar el cogobierno a través del tercio estudiantil, cuya vigencia se generalizó mediante una serie de luchas como la llevada adelante contra la Ley 13417 de 1960 dado por la bancada apro-pradista que restringía la participación estudiantil. Conquistan beneficios como el comedor, vivienda y movilidad universitaria, la prestación de asistencia médica gratuita, la implementación de bibliotecas; derechos como el pasaje universitario y la gratuidad de la enseñanza que permitió que los hijos del pueblo puedan acceder a la educación superior. Se desarrolla una amplia y masiva ligazón con sus luchas, así como desenvolviendo luchas conjuntas en defensa de la educación popular; se desenvuelven mítines, movilizaciones y luchas como la huelga general de estudiantes de 1960; se logra el ingreso gratuito a espectáculos culturales (teatro, cine, etc), cuyos temas posteriormente eran materia de debate en las aulas. Se reconstituye asimismo el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), que se desenvuelve como vanguardia de la lucha estudiantil; y se conforman el Centro de Trabajo Intelectual Mariátegui (CTIM) en Ayacucho, el Frente Revolucionario de Estudiantes Secundarios (FRES), el Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP) bajo el lema "Por una línea sindical clasista", la Federación Nacional de Docentes Universitarios del Perú (FENDUP), la Federación Nacional de Trabajadores de la Universidad Peruana (FENTUP); entre muchos otros organismos populares.

Es asimismo de suma importancia la amplia movilización y lucha por ¡Defensa de la Universidad! contra los planes corporativos del Estado, planes que puedan verse en la Ley 17437 de 1969 del régimen fascista, frente a la cual destacados profesores de las universidades de San Marcos, San Cristóbal de Huamanga y La Cantuta suscriben un documento señalando que:

"la nueva ley, cambia radicalmente el sistema de gobierno de la universidad peruana, liquida su base democrática, anula la participación profesoral, destruye el cogobierno, introduce la persecución política, propicia la ética de la delación, obliga a los mecanismos directivos a establecer un sistema policial que aniquila la libertad de ideas, socava, de este modo, la libertad de cátedra, todo lo cual significa una estructura de corte fascista y de neta orientación castrense".
Otro aspecto importante, aunque poco destacado, es el de las luchas que concretan la reforma académica, que permiten por primera vez en nuestro país que las universidades peruanas tengan un real carácter de "universitas", es decir, universidad abierta a todas las corrientes del pensamiento, que se concreta en la libertad de cátedra, iniciándose la enseñanza de cursos con orientación marxista, proscritos de las aulas hasta ese entonces. Así, se dictan los primeros cursos de materialismo dialéctico y materialismo histórico, como parte de los estudios generales, que trajo una reforma de los estudios a nivel general.

En historia tenemos, por ejemplo, que se comienza a estudiar por primera vez el movimiento campesino, dentro de la cátedra paralela y se hacen investigaciones sobre los movimientos campesinos de Túpac Amaru en el siglo XVIII, de Atusparia y Ushco Pedro en Ancash, de La Mar en Ayacucho, de Rumimaqui y Ezequiel Urbiola en Puno, entre otros; en contraposición de la concepción imperante hasta entonces en cuanto al estudio de la historia, que consistía en estudiar a los caudillos, gobernantes de turno y guerras, y que no tomaban en cuenta para nada la historia del movimiento popular. En antropología el análisis de lo económico pasó a ser un aspecto importante para la comprensión del campesinado. Igualmente en economía, dejó de enseñársela solamente como estudio de las leyes del mercado, pasando a estudiarse el proceso económico regido por leyes, así como el desenvolvimiento de los diversos modos de producción. En sociología, se deja de enseñarla como una visión estructural-funcionalista y se pasa a estudiar el desarrollo de las sociedades como un proceso. En psicología, se empieza a estudiar el cerebro, la psicofisiología, etc. Todo lo cual lleva a un salto en la educación universitaria y es expresión de la conquista del derecho a una formación científica, conquista que fue lograda principalmente por la acción del movimiento estudiantil a través del FER, así como la acción consecuente de un movimiento intelectual revolucionario que se desarrolló más ligado a las amplias masas populares y guiado por una nueva concepción: el marxismo.