7 de octubre de 2023

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LAS FARC DESPUES DE TIROFIJO

27 de mayo de 2008

(Redacción BBC). Tras la muerte de "Tirofijo", ¿qué ala predominara, la política o la militar?
La muerte de Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda Vélez o "Tirofijo", máximo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, llega en el peor momento para esa organización rebelde.

En los últimos tres meses, esa guerrilla ha perdido no sólo a su fundador sino también a Raúl Reyes, quien era el número dos en su estructura.

Además, otro de los miembros de su dirigencia, Iván Ríos, fue asesinado por su propia tropa, y como si fuera poco, una de sus mujeres más guerreras y conocidas, "Karina", decidió entregarse a las autoridades.

Además de estos golpes, los analistas consideran que el grupo se encuentra a la defensiva, sin poder avanzar en el centro de Colombia -el corazón productivo del país, donde se encuentran las grandes ciudades- y encallado en las zonas selváticas del sur.

En medio de todo esto, ¿qué significa la muerte de "Tirofijo", el líder histórico y además el gran vínculo con el origen campesino de las FARC?

Un primer indicio lo da el rápido nombramiento de Alfonso Cano como máximo comandante del grupo.

Guillermo León Sáenz -nombre real de Cano- siempre ha sido considerado como un representante del ala política de las FARC.

Es el momento para la política en las FARC, pero temo que el gobierno de Uribe no esté dispuesto a ofrecer salidas políticas

Así se lo dijo a BBC Mundo el periodista Carlos Lozano, director del semanario Voz, del Partido Comunista y gran conocedor del movimiento subversivo, quien cree que la llegada de Cano a la comandancia y de otros guerrilleros, como Pablo Catatumbo, al Secretariado, puede "fortalecer la parte política".

El momento de mayor relevancia de Cano vino en la década de los ’90, cuando estuvo al frente de las fracasadas negociaciones con el gobierno de César Gaviria.

Sin embargo, no figuró de manera tan prominente durante el proceso de paz con el gobierno de Andrés Pastrana, que también fracasó.

En ese momento a Cano, como dicen algunos analistas, lo habían "mandado a combatir": fue nombrado comandante del Bloque Central de las FARC, precisamente el que opera en el centro del país.

Lo militar

Las FARC han sido duramente golpeadas en el gobierno de Uribe.
Por lo anterior -y por el carácter monolítico de las FARC, donde todas las decisiones importantes son lentas y verticales- pocos esperaban un proceso de sucesión tan expedito en caso de que "Tirofijo" muriera.

Lo que muchos anticipaban era una lucha interna entre Cano, cabeza visible de la parte política, con Jorge Briceño -alias "Mono Jojoy"- considerado el comandante militar de esa organización.

Si esa lucha se dio, fue rápida: este domingo, al confirmar la muerte de Manuel Marulanda, las FARC también anunciaron el nombramiento de Alfonso Cano como su sucesor.

¿Significa esto que se abre una etapa política en la que las FARC -duramente golpeadas durante el gobierno de Álvaro Uribe- estarían dispuestas a negociar?

Nadie está muy seguro. El propio Carlos Lozano se muestra dubitativo.

"Yo no quiero hacer una diferenciación arbitraria entre políticos y militares en las FARC, porque hay momentos en que ellos priorizan lo político o lo militar", dijo a BBC Mundo.

Y agregó: "Ojalá bajo Cano (las FARC) entiendan que este es un momento para lo político".

Futuro incierto

Algunos analistas dicen que quien realmente estaba designado como sucesor de Marulanda era Raúl Reyes, otro líder "histórico" de las FARC y quien murió en un ataque en Ecuador en marzo pasado.

Con el rápido nombramiento de Cano -agregan quienes conocen a ese grupo- las FARC quieren mostrar una cohesión y capacidad de decisión que muchos han venido cuestionando por los golpes que ha recibido en los últimos tiempos.

Raúl Reyes, también muerto en marzo, era el más probable sucesor de Marulanda.
Sin embargo, hay que agregar que, pese a los golpes militares que ha recibido, las FARC no habían tenido tanto relieve internacional como en los últimos meses, con gobiernos extranjeros haciendo llamados para que se reconozca su estatus beligerante, algo que Álvaro Uribe rechaza de plano.

Lo que sí es cierto es que la muerte de Tirofijo cierra toda una etapa dentro de las FARC.

Así lo indicó el ex presidente Andrés Pastrana, quien agregó que el viejo guerrillero era "el hombre que mantenía la unidad al interior de las FARC".

Las preguntas que surgen son múltiples:

¿Empezará a desintegrarse las FARC por la pérdida de ese factor de cohesión histórica y de referencia autoridad que era Manuel Marulanda?

¿Habrá una reevaluación de sus métodos? (secuestros, extorsiones, concentración en zonas rurales, narcotráfico, etc)

¿Están resueltas las tensiones entre el ala militar y la política?

¿Seguirá la preeminencia los sectores que no ven conflictos éticos en utilizar dineros originados del narcotráfico para seguir la lucha armada?

¿Estarán dispuestas a dialogar con el gobierno de Álvaro Uribe?
Las respuestas empezarán a producirse ahora que hay un nuevo líder en las FARC.