7 de octubre de 2023

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MELISSA PATIÑO: EL LARGO BRAZO REPRESOR DEL APRA

Por; Santiago La Chira.

13 de marzo de 2008

Del caso de Melissa Patiño, joven poeta y periodista detenida en la frontera norte del Perú (Aguas Verdes es donde queda el puesto peruano fronterizo con Ecuador) junto con otros seis ciudadanos peruanos luego que participaron en un encuentro internacional,[1] quedan ya algunas conclusiones de diverso calibre que anotaremos sin ambages a continuación. El mencionado encuentro fue convocado por algunas organizaciones de la izquierda latinoamericana, en Quito, entre el 24 y 27 de febrero, y la “Coordinadora Continental Bolivariana” fue uno de sus principales organizadores.

1) Luego de la posición claramente asumida por Gustavo Faverón (académico peruano residente en Estados Unidos y quien hace el blog “Puente Aéreo”, que suele echar basura política contra todos aquellos que disienten de las posiciones políticamente harto conservadoras que este conocido blogger defiende) en un patéticamente irónico post titulado “La inocencia del poeta. Sobre la santidad de quien escribe poesía” (3.3.08), este debe ser excluido de cualquier alianza de filiación auténticamente democrática, y quedar claro que quien active labores con este sujeto asume su pasivo. En este caso, por ejemplo (uno más en su lista), sugiere la represión no sólo contra Melissa Patiño sino contra quienes como ella participen de actos y actividades que, según Faverón, pudieran atentar contra el ordenamiento jurídico-político de países como el Perú y otros de la región. Lo que alguien como Faverón está pidiendo, en el fondo, es someterse al orden; de lo contrario, se es pasible de sospecha y punición. Por ello, quien se asocie de algún modo a individuos como Faverón ha de asumir que está, al mismo tiempo, asumiendo esta posición ante los hechos políticos y culturales en un país como el Perú y en la realidad actual. Esto vale también para convocatorias (argucias) suyas como el proyecto literario-populista “Quipu”, que consiste en publicar en su blog a autores provincianos del Perú, con lo cual busca legitimar su posición reaccionaria.

2) El Apra y otros gobiernos como este en la región no han de parar mientes en su represión contra cualquier individuo u organización que entorpezca sus acciones en favor del poder y el capital multinacional. Es decir, al igual que en su primer gobierno, el Apra no ha de tolerar protestas públicas contra sus políticas que refuerzan la explotación en beneficio de las élites que, ni tan a la sombra, dirigen los destinos de un país como el Perú y una región como A.L. Al respecto, cabe recordar la matanza de los penales en plena cumbre internacional, en junio de 1986. Al Apra y a su enfermizo presidente Alan García no les importó en absoluto pisotear los retóricos principios de la socialdemocracia internacional con tal de imponerse autoritaria y militarmente sobre la protesta, en ese caso, de los presos políticos que temían ser aniquilados, como efectivamente sucedió. Y es que el odio de la burguesía (¿a alguien le queda aún duda que el Apra es un partido que representa también a la gran burguesía?) no tiene límite. Por lo demás, ¿ante quién iba a cuidar entonces su imagen el Apra y García? ¿Ante otros regímenes democráticos? En absoluto. La mentada “Internacional Socialista”, de la que el Partido Aprista forma parte y que se reunía en Lima en ese trágico junio del 86, no está conformada por organizaciones en la práctica democráticas. Los actuales Estados y sus instituciones (como los partidos políticos legales, por ejemplo) no lo son. Así que el Apra no tenía nada que perder, porque lo que esa Internacional Socialista quería era (al igual que individuos como Faverón) orden, paz y progreso. Claro, se trata de su orden, su paz, su progreso, que evidentemente excluyen a las mayorías de las naciones más pobres, sobre todo. Piñas, pues.

3) Los escritores y artistas que, con justicia, se han solidarizado con Melissa Patiño[2] harían bien, asimismo, en levantar su voz contra la detención de los otros seis ciudadanos peruanos detenidos en la frontera, porque en Tumbes se ha cometido una flagrante violación de la constitución del Estado peruano (sabido es que los Estados violan sus propias leyes y acuerdos según el ritmo que la protesta popular les vaya marcando. Total, como comentamos en un anterior artículo,[3] las palabras son tan solo palabras, y se las lleva el viento) al detener a sospechosos de culpabilidad, sin prueba alguna. O sea, ahora estos deberán demostrar su inocencia y no su culpabilidad, como rige un principio básico del Derecho.

4) A dicha protesta colectiva, que como se menciona no debiera quedar aislada, entonces, en la joven poeta detenida Melissa Patiño, deben también sumarse la protesta y reclamo de justicia ante los muertos y heridos del Paro Agrario, que como es sabido fue brutalmente reprimido por el régimen aprista. Las investigaciones periodísticas (porque las oficiales ya sabemos que exculpan al gordo ministro del interior Luis Alva, y echan la responsabilidad sobre los hombros de los propios dirigentes agrarios, o sobre supuestos “narcoterroristas” infiltrados, o incluso a fuerzas infiltradas de países vecinos: “¿las Farc? ¿Hugo Chávez? ¿Cuba? ¿el malo Darth Vader, de la Guerra de las Galaxias?) señalan claramente que esos muertos y heridos han sido por disparos en la nuca y a mansalva, con cobardía, por parte de las fuerzas represivas enviadas por el gobierno peruano.

5) Por otro lado, sería importante que los escritores y artistas que se han plantado frente a la Dirinci para protestar por la detención de Melissa Patiño (a raíz de lo cual padecieron brutal represión policial) tomen también posición a favor de la liberación y contra la extradición de otra víctima reciente del odio selectivo del Estado peruano y sus representantes: la abogada e internacionalista Mónica Feria Tinta detenida en Alemania y acusada, cómo no, con el sambenito de “terrorista”. Sobre su caso puede verse el artículo que se ha publicado en El Diario Internacional, donde se explica en detalle y de forma política cómo, en el fondo, son las mismas fuerzas en el poder, y bajo el mismo criterio con que se reprime a aquellos que participaron en Quito del ya mencionado acto o a las masas durante el reciente Paro Agrario, quienes han perseguido y persiguen acabar con esta, internacionalmente premiada, activista de DDHH.

El silencio ante actos de esta naturaleza nos volvería cómplices, y por cierto frágiles víctimas políticas en el futuro cuando osemos erguir nuestra voz contra la matonería y los abusos que golpean desde arriba hacia abajo.

NOTAS:

[1] Los nombres de los detenidos son Roque Gonzales La Rosa, Melissa Rocío Patiño Hinostroza, Guadalupe Alejandrina Hilario Rivas, Damaris Velasco Huiza, Armida Esperanza Valladares Saba, Maria Socorro Gabriel Segura y Carmen Mercedes Asparret Riveros. La acusación oficial, que recuerda la alucinada tesis de la “guerra preventiva” de Bush, es que “fueron detenidos por ser presuntos miembros de la Coordinadora Continental Bolivariana, organización que -explicaron representantes de la policía- pretende sabotear las reuniones mundiales [que tendrán lugar en el Perú este año]” (Peru21. 02/03/08). Es decir, detenidos por presunciones, no por pruebas concretas como manda el Derecho.

[2] Demandan inmediata libertad de la poeta Melissa Patiño (La República, 06/03/08):
“Poetas y artistas realizaron ayer un plantón de protesta frente a la Dirección Contra Terrorismo (Dircote), para expresar su descontento por la detención de la poeta Melissa Patiño, acusada de presunto delito de terrorismo. "Melissa es solo una poeta . Con esta misma lógica hubieran puesto en prisión a Chocano o a Vallejo", afirmó el artista Víctor Delfín, uno de los participantes del acto de protesta.

DILIGENCIA POLICIAL
Los artistas aseguraron que Melissa es inocente y se encontraba circunstancialmente en el vehículo en el que detuvieron a los otros peruanos por sus presuntos vínculos con el MRTA. Los manifestantes permanecieron en la puerta de la dependencia policial solo por media hora. Un contingente de efectivos los desalojó del lugar apelando al rochabús La represión policial les impidió realizar el recital de poesía que tenían previsto, como una forma de expresar su apoyo a su compañera.....”

[3] VER: http://www.eldiariointernacional.com/spip.php?article1767